En el día más brillante, en la noche más oscura, ningún mal puede escapar de su vigía. Él es Hal Jordan, Green Lantern del sector 2.814, y esas palabras, el juramento que dota a su anillo del poder de la voluntad, es, a estas alturas, pura leyenda del cómic americano. Sin duda, es pilar fundamental del universo DC, aunque por el momento no se ha paseado por las pantallas con el debut de la Liga de la Justicia en los cines. Sí, ya, que tiene película previa, pero no quiero dinamitar los esfuerzos de muchos (en los que me incluyo) para olvidar aquel bodrio.
La propuesta que hoy traemos bajo el brazo es el retorno a una de esas épocas doradas en la historia del Gladiador Esmeralda. A mediados de los años 80 del siglo XX, Green Lantern cae en manos de un equipo creativo de ensueño, que proporcionó a Hal Jordan aventuras que suponían todo un soplo de aire fresco. Len Wein a los guiones y Dave Gibbons en las tareas artísticas dotaron a este policía espacial de complejidad en el contexto del personaje, utilizando lo pequeño como punto de partida en la inmensidad cósmica que usualmente tomaba protagonismo como escenario principal.
En el inicio de este tomo recopilatorio, Hal Jordan se somete al juicio de los Guardianes, creadores del cuerpo de Green Lantern. Ha pasado un año protegiendo el universo de incontables amenazas, exiliado de La Tierra por orden de sus superiores. Estos temían que el exceso de celo por su planeta natal alejase al héroe de las responsabilidad adquirida como portador del anillo verde. Tras los doce meses de duras pruebas, Jordan exige en la audiencia ante los Guardianes que le sea permitido el retorno al hogar.
Wein establece así las reglas de la etapa en la cual estuvo al frente del destino de Green Lantern. Con cambios inteligentes y medidos, proporcionó al enmascarado la posibilidad de investigar acerca de las afinidades y problemas en una realidad menos espectacular que el infinito del cosmos en el universo DC. Encontronazos con el día a día y la presencia de amenazas más pequeñas que lo habitual construían la entrada del personaje en una etapa recordada por las muchas decisiones que afrontará, pasos hacia un inesperado futuro que impactaría a los lectores de la época.
No era la primera vez que Hal Jordan recordaba a las duras que poner los pies en el suelo puede ser devastador. Hace meses os hablamos de la época en la que compartía título con otro conocido enmascarado esmeralda, Green Arrow. El camino que ambos tomaban por las carreteras de la américa profunda enfrentó a ambos héroes a la cara más áspera de la sociedad americana, enmarcados en una etapa que es pura leyenda del cómic. Puedes leer el análisis de ese gran momento de la historia de la viñeta aquí.
Por supuesto, el camino que emprende Hal Jordan en las páginas de Sector 2.814 no son tan dramáticas como las que acontecieron entonces, marcadas por el contenido de protesta social. Len Wein y Dave Gibbons empujan a Green Lantern a afrontar su papel en el exigente entramado que rodea al cuerpo de héroes espaciales al que pertenece. Al volver al planeta Tierra, antiguas afinidades, amistades e incluso amoríos hacen que el inquebrantable enmascarado ponga en duda su trayectoria como protector del sector 2.814, hasta el punto de plantearse el abandono del anillo. La dualidad Green Lanter/Hal Jordan pone en serios aprietos al arriesgado piloto, y se verá a bocado a la toma de la decisión más difícil de toda su carrera.
Por el camino, enemigos de todos los colores. Villanos tan pintorescos como Tiburón, Jabalina o el Equipo de Demolición toman los papeles de némesis del héroe. Además, tras bambalinas, algo se cuece a espaldas de los protagonistas, donde se desarrolla una peligrosa conspiración alrededor de la vida del Jordan y sus aliados. Ferris, la empresa donde trabaja como piloto de pruebas, parece llamar mucho la atención de diversos personajes siniestros que, desde la sombra, manejan los hilos.
Como comentaba, Wein apuesta por reducir los espacios de la colección. Aunque veremos trazos de la acción cósmica que sirve como sustento en la mayoría de las aventuras de Green Lantern, son los problemas de la Tierra los que centran la atención del guionista. Humaniza a Jordan y le da interesantes aristas morales que le convierten, por derecho propio, en gran protagonista de las páginas del cómic, con independencia de las peripecias que enfrenta el héroe. Las decisiones que afronta tienen efectos definitivos en la existencia del personaje, y además afectan de manera evidente a aquellos que le rodean. El camino elegido por Jordan hará que alguno de sus seres más queridos no vean con buenos ojos las respuestas que da a las dudas vitales que asaltan su ya de por sí atribulada existencia.
Al dibujo, todo un clásico, nombre propio con mayúsculas en el noveno arte. Dave Gibbons se ha ganado estar entre los artistas que ha conformado la concepción colectiva acerca del cómic, partícipe en la ejecución visual de la obra que cambió, para bien o para mal, las reglas de la narración secuencia. Watchmen no necesita presentación, ni muchos comentarios. Dicho esto, debo decir, sin ánimo de resultar polémico, que no soy un gran fan del trabajo de Gibbons. No me mal interpretéis, es un dibujante talentoso, con habilidad narrativa incuestionable e ingenioso a la hora de solucionar pequeños detalles. Pero, al mismo tiempo, me resulta excesivamente estático, y a la hora de jugar con el físico de los personajes sobre el papel me proporciona muy pocas emociones. Demasiado sobrio en ocasiones, me falta dinamismo en la ejecución de su arte.
Lo único malo de esta edición es la falta de información y contexto. Ningún texto o artículo acompaña el contenido, y los que desconocen la trayectoria de Green Lantern a ciertos niveles pueden encontrar dificultoso encontrar conexiones entre el pasado y el presente del héroe, sobre todo teniendo en cuenta el abrupto comienzo de esta etapa.
Len Wein y Dave Gibbons insuflan vida a Green Lantern a base de profundizar en el alma del héroe. Introducen cambios atractivos y se nota la planificación a medio plazo de las intenciones del guionista, todo un maestro de contar historias manteniendo en vilo al lector. Entre otras cosas, conocemos a John Stewart, que, como sabrán los fanáticos del guardián esmeralda, tendrá mucho que decir en los próximos compases del baile. Un clásico en formato de lujo que hará las delicias de los amantes de la DC con sabor añejo, entre los cuales, por supuesto, me incluyo.
‘Green Lantern: Sector 2.814’ es una publicación de ECC ediciones, que recupera los números 172 al 176 y del 178 al 183 de la colección de este popular enmascarado. Publicados en 1984, se presentan ahora en edición de lujo, recogidos en este libro de tapa dura y gran calidad de papel, que se compone de 232 páginas. Lo encontrarás en tu librería favorita al precio de 23 euros.
Len Wein
Nacido en Nueva York en 1948, este guionista y editor es especialmente conocido por ser el cocreador de la criatura conocida como La Cosa del Pantano.
Fue en la serie ‘The House of Secrets’ donde junto al dibujante Bernie Wrightson creó al personaje de La Cosa del Pantano. A partir de ahí la popularidad de la criatura de fango y musgo no dejaría de crecer hasta conseguir serie homónima en 1972.
Su trabajo en La Cosa del Pantano le valió para hacerse con el Shazam Award al Mejor Escritor (Drama) en 1972, y otro ese mismo año como Mejor Historia Individual (Drama), por ‘Dark Genesis’ en ‘Swamp Thing’ #1.
También trabajó para Marvel participando en la creación del mismísimo Lobezno y escribiendo en series como ‘Marvel Team-Up’, ‘The Amazing Spider-Man’, ‘The Incredible Hulk’, ‘The Mighty Thor’ y ‘Los 4 Fantásticos’. Más tarde colaboraría a relanzar a los X-Men junto a Dave Cockrum.
Dave Gibbons
Nacido en Londres, Inglaterra en 1949. Es un artista y escritor británico centrado sobre todo en el mundo del cómic. Comenzó su carrera en 1973 trabajando para ‘2000 AD.’ y desde entonces ha trabajado para las grandes editoriales de Estados Unidos y Gran Bretaña con todo tipo de personajes como Batman, Superman, Dr. Who, Dan Dare o Green Lantern, pero no fue hasta que colaboró con el guionista Alan Moore en la famosa obra de culto ‘Watchmen’ para la editorial DC Comics entre los años 1986 y 1987 que se le conoció formalmente. Por su trabajo en esta serie obtuvo un Premio Hugo junto al escritor Alan Moore.
Otros trabajos a destacar en su larga carrera serían la saga de Martha Washington al lado de otro de los grandes guionistas de cómic de la historia, Frank Miller, escribiendo ‘Batman vs. Depredador’ en 1992, ilustrado por Andy Kubert, ‘World’s Finest’ en 1990, ilustrado por Steve Rude o la reciente colaboración con Stan Lee en la serie ‘DC’s Just Imagine’ con el personaje de Green Lantern.
[note]Hal Jordan regresa a la Tierra tras una larga estancia en el espacio exterior. Allí lo esperan su compañera Carol Ferris, sus amigos y, sobre todo, un buen puñado de enemigos, como Jabalina o el Tiburón. Pero ¿qué pasaría si Jordan no estuviera dispuesto a lidiar con todas esas amenazas? Pues que John Stewart tendría que pronunciarse al respecto.
Este volumen reúne los episodios del 172 al 176 y del 178 al 183 de Green Lantern, publicados en 1984 de la mano de un equipo creativo excepcional: el guionista Len Wein (La Cosa del Pantano: Génesis oscura) y el dibujante Dave Gibbons (Watchmen). ¿El resultado? Una de las etapas más brillantes en la trayectoria del Gladiador Esmeralda[/note]