Todo fan del mundo de los videojuegos, que haya vivido los mejores años de su juventud entre las décadas de los ochenta y los noventa, recuerda con nostalgia las ya desaparecidas salas recreativas, que nos seducían para dejarnos la pasta con el fin de, a través de la manipulación de unos mandos y botones, llevar a buen puerto las aventuras de nuestros personajes cibernéticos favoritos, ya fuéramos unos mantas (como es el caso del redactor de este artículo) o auténticos cracks. Eso sí, independientemente de nuestro nivel, hay un juego recreativo al que, si hubiera existido, ninguno habríamos querido acercarnos: el Mundo Asesino de Arcade.
Aparecido por primera vez en ‘Marvel Team-up‘ nº 66 (1978), gracias a Chris Claremont y John Byrne, este mortal parque de atracciones no tiene una ubicación fija, aunque últimamente ha sido visto en la Antártida. Robots, hologramas y peligrosos juegos de lucha a muerte se cuentan entre los letales retos que debe soportar aquel desgraciado que tenga la mala suerte de quedar atrapado en Mundo Asesino. La Patrulla X, Spiderman, Iron Man, el Capitán América o Daredevil son los principales superhéroes que se han enfrentado a las mortales atracciones de este nada turístico parque temático, aunque otros como el Motorista Fantasma, Excalibur, el Capitán Britania o el Duende Verde (cuando Phil Urich se encontraba bajo la máscara) también tuvieron que verse las caras con todos los peligros ocultos que Arcade hubiese tenido a bien diseñar.
El siniestro creador del Mundo Asesino no cuenta solo con sus más que altas aptitudes tecnológicas, sino que también se sirve de la ayuda de incondicionales aliados, conocidos como Miss Locke y Mister Chambers. Unas fachadas de brillantes colores carnavalescos invita a los incautos a adentrarse en un viaje del que es casi seguro que no saldrán con vida. Aunque en ocasiones ha trabajado a sueldo, Arcade encuentra mayor satisfacción en la destrucción por sí misma, ya que era habitual que se gastase en la actualización del Mundo Asesino más que lo que le pagaban por eliminar a ciertos superhéroes.
Gracias a las cámaras instaladas por todo el complejo, Arcade puede disfrutar desde la sala de control, mientras ve cómo sus obligados jugadores luchan y mueren. Los ya citados Spiderman y Capitán Britania fueron los primeros superhéroes en probar el peligroso Mundo Asesino pero, al igual que el resto de sus compañeros, lograron salir con vida porque, dentro de su retorcida mente, Arcade aplica su propia modalidad del juego limpio, dotando a todos sus parques temáticos de una pequeña pero segura vía de escape.
Dado que Arcade tiene por costumbre abandonar sus bases de operaciones después de cada sesión, se pueden encontrar varias repartidas por todo el planeta, lo cual ha servido de utilidad a diversos grupos de héroes, como es el caso de los Nuevos Guerreros, que convirtieron un Mundo Asesino abandonado en su nueva Sala de Peligro. No les fue también a los integrantes de X – Force, cuando trataron de hacer algo similar, ya que Arcade descubrió que el grupo de mutantes iba a utilizar una de sus viejas bases como cuartel general y la hizo volar por los aires por control remoto, lo cual estuvo a punto de costarle la vida a los desprevenidos héroes.
Arcade acabó asociándose con Miss Coriander (que funcionó como remplazo de Miss Locke, a la que despidió porque se estaba atando a ella de manera excesivamente emocional), con el fin de que le ayudase a construir el Mundo Asesino más letal que nunca hubiera existido, ya que estaba harto de ser el centro de burlas de otros villanos, a causa del reducido número de bajas que dejaba. En sus propias palabras:
Llevo años haciendo esto y mi ratio de superhéroes muertos es vergonzosamente bajo.
Ese fue el motivo por el que Arcade decidió trasladarse a la Antártida, como ya hemos mencionado anteriormente, y dedicarse a una extensa mejora del campo de batalla, al añadir rayos de ataque, campos de fuerza, tecnología de luz dura, hologramas, rayos gamma y nanotecnología, a fin de crear el Mundo Asesino definitivo. Para hacerlo completamente diferente de los de los intentos anteriores, Arcade decidió abandonar los motivos carnavalescos, que fueron sustituidos por una serie de espacios diferentes, tales como desiertos, bosques o zonas tanto templadas como glaciales, según conviniese. El letal villano consiguió llevar allí a dieciséis superseres adolescentes, a los que trató de convencer para que lucharan a muerte. Pese a que aquella aventura terminó de forma favorable para el bando de los héroes, quedaron algunas perdidas irreparables en el terreno de juego, siendo la primera de ellas el estudiante Mettle, de la Academia de Vengadores. Aquello fue lo que necesitaba Arcade para ver restaurada su reputación.
Un consejo amigo antes de dar por finalizado este artículo: si en alguna feria o parque de atracciones hallas un lugar llamado Mundo Asesino, lo mejor es que pases de largo, por si acaso, ya que son demasiadas las veces en que la realidad ha superado a la ficción.