El dios del manga
Seguramente no existe un autor de manga japonés que haya contribuido más a la expansión y difusión de este arte como medio de entretenimiento popular que Osamu Tezuka. Entre sus obras más famosas encontramos títulos que han quedado grabados a fuego en la historia del manga como puedan ser ‘Adolf’, ‘Buda’ o ‘Black Jack’, pero mucho antes de eso, a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, Tezuka firmó algunas obras que quizás no tuvieran la calidad de trabajos posteriores, pero en los que podíamos empezar a encontrar algunas de las cualidades que hicieron de este autor todo un icono. Ahora, gracias a Planeta Cómic, nos podemos hacer como un enorme tomo recopilatorio que reúne cuatro de estas historias bajo el título de ‘Antología Osamu Tezuka’.
‘La nueva isla del tesoro’
En plena resaca de la Segunda Guerra Mundial y con el impacto de las bombas atómicas todavía muy presente en la mente del ciudadano japonés, Tezuka crea en 1947 una obra de evasión llena de aventuras en la que busca formalmente implantar un nuevo modelo narrativo en el manga, desentendiéndose de las modas del momento y buscando un enfoque más cinematográfico. En ‘La nueva isla del tesoro’ utiliza una estructura de cuatro viñetas apaisadas por página, dispuestas verticalmente una sobre otra, algo que unido a la escasa cantidad de diálogos hace de esta una lectura muy visual y de lo más ligera en la que la influencia de los diseños de Walt Disney se empiezan a hacer notar.
Con una inicial influencia del libro ‘La isla del tesoro’ de Robert Louis Stevenson, Tezuka nos presenta aquí las aventuras del joven Pete y su búsqueda de un tesoro escondido en una remota isla a la que tendrá acceso gracias a un viejo mapa que pertenecía a su difunto padre. En su periplo Pete, ayudado por el capitán del barco en el que viaja, se cruzará con piratas, con caníbales, con bestias de la selva y con el mismísimo Tarzán de los monos, al que aquí conoceremos como Barón.
‘La nueva isla del tesoro’ es una historia profundamente inocente en la que por una parte nos encontramos con algunos recursos visuales de los que Tezuka haría mejor uso más adelante y por otra descubrimos a dos de sus referentes visuales más importantes, dos arquetipos estéticos que veremos repetidos en sus futuros trabajos con gran asiduidad: el capitán del barco, un hombre gordo pero ágil y resolutivo con un importante bigote, y Pete, un jovencito de facciones agradables pero firmes.
‘Lost World’
De nuevo nos encontramos con un manga inspirado por una novela occidental, en este caso ‘El mundo perdido’ de Arthur Conan Doyle, aunque en realidad ambas obras poco tienen en común. Con un tono tremendamente pulp, en 1948 se recopila esta larga historia que, vista en su conjunto, parece ideada sobre la marcha. Aquí Tezuka utiliza una narración más clásica para narrar la historia del doctor Shikishima, un científico que pretende desentrañar los secretos de un misterioso planeta (aunque en realidad no parece cumplir con los requisitos para ser denominado como tal) llamado Mamango, idéntico a la Tierra, que se acerca a ella.
Además de investigador espacial, Shikishima es también un maestro de la investigación genética. Gracias a sus habilidades ha conseguido dotar de inteligencia humana a los animales, y alguno de sus colegas científicos ha hecho lo propio con las plantas. Por si la historia no fuera ya suficientemente disparatada, tras un viaje de lo más sencillo en una nave espacial, una expedición comandada por Shikishima, en la que nos encontramos entre otros al celebre detective Mostacho, llega al extraño planeta, encontrándose allí con una versión de la Tierra millones de años atrás, cuando los dinosaurios poblaban el planeta.
‘Metrópolis’
En esta ocasión la influencia para la concepción de la obra viene del cine y no de la literatura: ‘Metrópolis’, de Fritz Lang (que a su vez adaptaba la novela de su esposa Thea von Harbou). Tezuka imagina aquí un futuro tecnológicamente muy potente (aunque lo ubica en algún momento de finales del siglo XX) en el que los avances científicos no se detienen bajo ningún concepto moral o ético. Como fruto de este ambiente se llega a desarrollar la vida artificial, y así es como nace Michi, una especie de proto Astroboy que guarda no pocos parecidos con el personaje de Superman a pesar de tratarse de un robot. Lamentablemente, su creación viene acompañada de otra serie de desarrollos científicos que amenazarán la vida en la Tierra.
Resulta muy interesante ver como aquí Tezuka comienza a jugar con conceptos bastante revolucionarios (al menos desde un punto de vista occidental) que más adelante trataría más seriamente, y es que Michi no deja de ser un personaje transgénero que cambia de sexo a voluntad gracias a un botón que reside en el interior de su garganta. Cabe también destacar los poco sutiles guiños de los que está plagada esta obra, que van desde Popeye a Mickey Mouse.
‘Next World’
En esta historia dividida en dos partes nos encontramos con los problemas derivados de la era nuclear. La radiación acaba por provocar la aparición de mutaciones, originando así una nueva especie de pequeños seres llamados Fumuun, poseedores de unos poderes casi divinos. La alerta nuclear desatará el caos en el mundo y la amenaza de una nueva guerra mundial entre aquellas naciones que abogan por abandonar el desarrollo la energía nuclear y las que se oponen.
Toda esta trama bélica involucrará a un montón de personajes, algunos de los que ya conocemos de las anteriores historias y otros nuevos, en tramas de espionaje y ciencia ficción, derivando finalmente todo en una cuenta atrás hacia el apocalipsis final que acabará con la vida sobre la Tierra. Aquí nos encontramos con muchos temas recurrentes en el futuro de la obra de Tezuka, como el ecologismo, el pacifismo o la crítica a la religión organizada.
En definitiva, estamos ante la edición de lujo de una obra que ha de verse con los ojos de la época en la que sus historias fueron concebidas para ser disfrutada. A día de hoy puede parecer que los guiones son excesivamente ingenuos, llenos de disparates e incoherencias y muy infantiles, pero sin duda las cuatro historias aquí recopiladas son fundamentales para lograr comprender la bibliografía del llamado dios del manga.
El tomo ‘Antología Osamu Tezuka’ publicado por Planeta Cómic se presenta en formato de tapa dura sin sobrecubiertas. Contiene 936 páginas, con un tamaño de página de 15 x 23 cm, y presenta la traducción de cuatro historias (‘Metrópolis’, ‘Lost World’, ‘Next World’ y ‘La Isla del tesoro’) escritas por Osamu Tezuka, además de un epílogo final en el que se incluye el diario de trabajo de este mangaka durante sus primeros tiempos como artista. La traducción ha sido realizada por Daruma, el precio de venta recomendado es de 35 € y se puso a la venta en abril de 2018.
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‘Antología Osamu Tezuka’
¡Recopilación de cuatro historias autoconclusivas del Dios del Manga bajo la colección Babel!
Recopilatorio de cuatro de las mejores obras autoconclusivas en la trayectoria del Dios del Manga. Dentro de nuestra ampliada línea Babel podrás disfrutar de cuatro historias clásicas e indispensables del genio Tezuka. La antología recopila los títulos Metrópolis, Lost World, Next World y la Isla del tesoro. Un tomo único que hará las delicias de los seguidores del genio.
Guion: Osamu Tezuka
Dibujo: Osamu Tezuka
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