Si eres seguidor del Universo Cinematográfico de Marvel, ya sabrás que Samuel L. Jackson se encarga de dar vida al coronel Nicholas Furia en dicha saga. Esta versión del personaje debutó en la línea Ultimate, cuyas colecciones comenzaron a ver la luz en los inicios del siglo XXI. Dado que los aficionados reaccionaron con gran aceptación a dicha versión, en el Universo Marvel tradicional empezaron a mover los hilos para crear una historia en la que el Nick Furia clásico (que también contó con su versión en el celuloide, gracias a la película ‘Objetivo: Manhattan‘ (1988), protagonizada por David Hasselhoff) acababa siendo sustituido por el nuevo, sin faltar nunca a la coherencia argumental.
No obstante, aunque ahora haya desaparecido de las viñetas, el Nick Furia clásico llevaba en pie desde mayo de 1963, lo que le hace merecedor de un artículo que ahonde en sus origenes editoriales.
En aquella época, los Estados Unidos se encontraban inmersos en plena guerra contra Vietnam, lo que sirvió de inspiración a Stan Lee para crear una nueva colección, esta vez de contenido bélico, ya que era una temática que había dado mucho juego en el mundo de las viñetas antes de que el género de los superhérores pasara a primer plano. No obstante, para ello tendría que convencer a Martin Goodman, su editor, quien estaba muy contento con los resultados obtenidos con personajes como los Cuatro Fantásticos, Thor, Spiderman o Iron Man y, por tanto, no veía motivo alguno para variar un exitoso rumbo.
Uno de los mayores motivos para las reticencias de Goodman era el hecho de que la guerra de Vietnam, al estar tan lejos de concluir, tenía un futuro incierto, lo cual podía ser que se tradujera en una lectura de bajo interés para los fans de la editorial. Finalmente, Lee consiguió salirse con la suya al explicarle que él era capaz de escribir una colección de género bélico con los mismos esquemas que el resto de sus títulos, sin dejar de obtener un éxito similar. Más por divertimento que por otro motivo, ya que estaba convencido de que Lee fracasaría en su objetivo, Martin Goodman acabó por acceder a su petición.
Así, en mayo de 1963, aparecía en los puntos de venta especializados la colección ‘Sgt. Fury and his Howling Commandos‘, gracias a los guiones de Stan Lee y los dibujos de Jack Kirby, tal y como puedes comprobar a la derecha de este párrafo, la cual no tardó en ser considerada como uno de los cómics más feos del momento. Uno de los principales motivo era que, en lugar de estar protagonizado por un personaje con un atractivo nombre superheroico y embutido en unas ajustadas mallas de colorines, tenía como figura principal a un curtido soldado, que no tardaría en quedarse tuerto, al que le encanta tanto batallar como fumar puros (vamos, algo muy similar a Hannibal, personaje protagonista de la serie ‘El Equipo A’ (1983 – 1987), pero con un ojo menos).
No obstante, si Nick Furia y sus incondicionales compañeros de aventuras lograron arrasar en ventas, se debió al buen hacer de Stan Lee, que no quería situar a los protagonistas del cómic en una guerra en curso y con un final incierto, motivo por el que, en lugar de colocar la acción en la guerra contra Vietnam, la llevó mucho más atrás en el tiempo, hasta la Segunda Guerra Mundial, conflicto bélico en el que los estadounidenses sí habían salido bien parados. Gracias a todo ello, ‘¡Siete contra los Nazis!‘, título de la aventura del primer número de la colección ‘Sgt. Fury and his Howling Commandos‘ fue el pistoletazo de salida para un personaje que daría mucho que hablar en los año venideros, sobre todo en su extensa etapa como director de SHIELD. Al igual que le pasó cunado no confiaba en que un personaje como Spiderman se convirtiese en un éxito de ventas, Martin Goodman se alegró de haberse equivocado.
Sin embargo, aunque Nick Furia no pueda ser considerado como un superhéroe al uso, en una gran cantidad de sus aventuras ha colaborado con muchos de ellos, motivo de más por el que el editor de la compañía tendría que haber confiado más en el buen hacer de Stan Lee.
Y es que, desde luego, hay que reconocer que el ingenio del guionista parecía no tener fin. Tan solo dos meses después de la aparición en los puntos de venta especializados del primer número de ‘Sgt. Fury and his Howling Commandos‘, nacía un nuevo personaje en la editorial, el cual no era un soldado, pero tampoco podía ser catalogado como un superhéroe al uso. Se trataba del maestro de las artes místicas conocido como Doctor Extraño y debutaba en el nº 110 de ‘Strange tales‘ (esta vez con lápices de Steve Ditko, al igual que en el caso de Spiderman), cabecera en la que acabó sustituyendo a la Antorcha Humana como protagonista. Estaba claro que Marvel se estaba ganando a pulso el sobrenombre de la Casa de las Ideas, porque eso era algo de lo que la compañía no andaba escasa.