El odio a lo diferente
Si a lo largo de la historia de los X-Men ha habido un autor que haya dejado su nombre marcado a fuego, ese es sin lugar a dudas el británico Chris Claremont, que se llegó a ganar el sobrenombre de Patriarca Mutante. Durante muchos años él fue el encargado de llevar adelante la colección principal de este grupo, a la que pronto se sumarían otras, y fue en esta etapa cuando los mutantes tuvieron su mayor éxito entre el público. Destacar una de sus historias por encima de las demás en cuanto a la repercusión alcanzada sería algo muy difícil, pero sin duda la que acaba de publicar Panini Comics en una edición de lujo bajo el título ‘Colección Novelas Gráficas Marvel – La Imposible Patrulla-X: Dios ama, el Hombre mata’ sería una seria candidata a ocupar ese lugar.
Nuevos tiempos, nuevos formatos
A comienzos de la década de los años ochenta el señor Jim Shooter era el capitán a bordo de Marvel Comics, y en plena expansión del capitalismo americano Shooter pretende demostrar que el difuso concepto de “Novela Gráfica” es también aplicable a sus historias de superheroes, llevando el formato europeo a su terreno. Si había una franquicia que por aquel entonces fuera sinónimo de éxito era la de los mutantes, y de esta forma este grupo fue una clara apuesta de Shooter para protagonizar alguna de estas ediciones en este nuevo formato.
Estaba claro que Claremont tenía que ser el guionista para trabajar en este proyecto cuando la idea de este cómic se solidificó, pero no era el finalmente elegido Brent Eric Anderson el nombre que tenían en la cabeza para acompañar al Patriarca Mutante. Neal Adams era por aquel entonces ya toda una garantía de calidad, pero la cosa no cuajó. A pesar de ello, en este volumen podemos encontrar en la sección de extras ese puñado de páginas que el dibujante llegó a realizar, y que tras observar podemos darnos cuenta de que poco tenían que ver con lo que finalmente acabó siendo esta historia.
Racismo y xenofobia
Cuando en septiembre de 1963 vio la luz el primer número de la serie regular de los X-Men de la mano de Stan Lee y Jack Kirby, a nadie se le escapaba que el rechazo y la discriminación por parte de la sociedad ante esta nueva especie de reciente aparición conocida como el homo superior no era más que una metáfora del racismo y la xenofobia que existía en Estados Unidos.
Todavía quedaban cinco años para la muerte de Martin Luther King, pero ya entonces el profesor Charles Xavier era una figura que hasta cierto punto se podía equiparar a la de este defensor de los derechos civiles: el sueño de Xavier era el de la integración total de los mutantes en la sociedad humana que les teme, el de un futuro en el que humanos y mutantes se ayudaran los unos a los otros.
Pero si hay una historia en particular que refleja a la perfección este aspecto de la colección es sin duda esta. El guionista Chris Claremont se tomó muy en serio su labor a la hora de reflejar en ‘Dios ama, el hombre mata’ todas las ideas de respeto y tolerancia con las que nacía el concepto de los mutantes. Para ello se sirve de un grupo de mutantes más diverso que nunca (aunque la “diversidad” en la franquicia mutante ya había explotado años antes), ya que si ya de por sí sus miembros tenían un problema de rechazo por su condición genética, en esta alineación se suma además el hecho de tener a Rondador Nocturno, un ferviente católico, Kitty Pryde (aquí conocida como Ariel), una judía y Tormenta, de raza negra. Y no nos olvidemos de extranjeros como Lobezno y Coloso, canadiense y ruso respectivamente…
Un villano de cine
Si bien esta historia siempre se ha identificado con la que se nos cuenta en la segunda entrega de la franquicia cinematográfica de los X-Men, aquella dirigida por Bryan Singer en el año 2003, hablar aquí de “adaptación” quizás sea un poco exagerado. Tal vez lo que realmente rescató Singer de este cómic para su película sea el personaje y las ideas de William Stryker, el villano de la función, un tipo que a lo largo de los años ha sido interpretado por distintos actores en el universo cinematográfico mutante: Brian Cox en ‘X-Men 2’, Danny Huston en ‘X-Men Origins: Wolverine’, Don Creech en ‘X-Men: Primera generación’ y Josh Helman en ‘X-Men: Días del futuro pasado’ y ‘X-Men: Apocalipsis’.
Pero olvidándonos de su contrapartida en imagen real, aquí William Stryker es el líder de un nuevo movimiento anti-mutante, un reverendo que trata de inculcar el odio hacia los mutantes otorgándoles capacidades demoníacas. Es un fanático convencido de su misión divina del que Claremont se sirve para atacar a cierto colectivo muy de moda en aquella época que propagaba el odio a través de las ondas de radio y la televisión, escudándose en la religión, con un objetivo auténtico en ocasiones (por muy despreciable que fuera este) mientras que en otras simplemente perseguían (y persiguen) la obtención del vil metal.
No es una idea nueva el culpar de los males de la sociedad a aquellos que son diferentes a la mayoría. Un diferente color de piel, una religión minoritaria o una patria distinta son suficientes elementos para señalar como motor de la desgracia a aquellos grupos desfavorecidos con los que es fácil enfrentarse. El paralelismo aquí entre la situación de los mutantes y la de muchas minorías en Estados Unidos es más que evidente, pero no por ello deja de ser efectivo.
Por todo esto, esta historia sigue tan vigente hoy como en el día en el que se publicó. Por encima de su calidad intrínseca, hay que destacar la lección moral y didáctica en la que Claremont centra su trama en esta ocasión, algo que acabó por convertir esta historia en una de las más importantes y representativas de lo que ha sido este grupo de marginados desde su misma concepción. Por todo ello, ‘Colección Novelas Gráficas Marvel – La Imposible Patrulla-X: Dios ama, el Hombre mata’ es una lectura obligada para cualquier seguidor de los mutantes e incluso una obra de la que se pueden aprender muchas lecciones.
El tomo ‘Colección Novelas Gráficas Marvel – La Imposible Patrulla-X: Dios ama, el Hombre mata’ publicado por Panini Cómics en tapa dura con encuadernación holandesa contiene 96 páginas a color con un tamaño de página de 21 x 27,7 cm e incluye la traducción del one-shot ‘Marvel Graphic Novels – X-Men: God Loves, Man Kills’. El precio de venta recomendado es de 18 € y se puso a la venta en agosto de 2018.
Chris Claremont
Christopher S. Claremont (1950, Inglaterra) es conocido por haber sido el creador de la versión moderna de los X-Men. Desde 1976 trabajó de forma ininterrumpida en ‘Uncanny X-Men’, logrando que pasara de estar prácticamente al borde del cierre a estar entre una de las principales series de Marvel a nivel de ventas. Su primer trabajo importante llegó en 1974, cuando se le encomendó ser el guionista de la serie ‘Puño de Hierro’, pasando poco después a reemplazar a Len Wein en los X-Men. Durante un tiempo se mantuvo trabajando en otras editoriales, pero en 1998 volvió a Marvel como director editorial y guionista regular de los ‘4 Fantásticos’, además de escribir guiones para ‘Uncanny X-Men’ y ‘X-Men’.
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‘Colección Novelas Gráficas Marvel – La Imposible Patrulla-X: Dios ama, el Hombre mata’
Contiene X-Men: God Loves, Man Kills USA
Considerada como la mejor historia de los mutantes de Marvel, en esta sobrecogedora novela gráfica La Patrulla-X y Magneto deben dejar atrás sus diferencias y unir fuerzas contra un adversario que, en nombre de Dios, amenaza todo en lo que creen.
Guion: Chris Claremont
Dibujo: Brent Eric Anderson
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‘Colección Novelas Gráficas Marvel – La Imposible Patrulla-X: Dios ama, el Hombre mata’