Entropía inevitable
La ciencia ficción es sin duda el género de moda en el noveno arte, y uno de sus más conocidos representantes es la serie de Image Comics de Rick Remender y Matteo Scalera titulada Ciencia Oscura, cuyo séptimo volumen ha llegado ya a nuestro país gracias, como siempre, a Norma Editorial.
El multiverso se derrumba
Resulta curioso echar ahora la vista atrás, al comienzo de esta serie. Allí conocíamos a algunos miembros de la familia McKay, el padre científico Grant McKay y sus dos hijos, que junto a algunos miembros del equipo de investigación del primero iniciaban por accidente un viaje a través de las distintas dimensiones que componen lo que llamamos realidad.
La intención inicial de Grant a la hora de diseñar y construir el aparato utilizado para estos viajes era la de hacer del mundo un lugar mejor. Todos los males de nuestro planeta podrían ser, en su mayor parte, eliminados gracias al conocimiento extraído del viaje interdimensional y a los descubrimientos encontrados en otros universos. Por supuesto, la organización que pone el capital para esta investigación tenía en mente objetivos más mundanos y menos altruistas, como no podría ser de otra manera, pero para Grant siempre se trató de ayudar a la humanidad. Irónicamente, ahora él es el principal culpable de que esta vaya a ser eliminada.
Resulta inevitable, viendo al personaje principal bajo ese prisma, la comparación con Walter Hartwell White, el protagonista de la serie de televisión Breaking Bad, excelentemente interpretado por un descomunal Bryan Cranston, quien comenzó a fabricar metanfetamina con la intención de ayudar a su familia pero poco a poco el objeto de su trabajo fue sencillamente alimentar su ego.
Desprovisto ahora de su gran intelecto por los sucesos acaecidos en anteriores tomos, Grant McKay es consciente de que todo lo que está ocurriendo en el planeta, así como la precaria situación de su familia, es culpa suya. Ha pecado de soberbia a una escala abismal, y como respuesta el karma le ataca con todo lo que tiene. En el lado optimista, Grant ha conseguido por fin reunir a su familia, incluyendo a su hermano, algo que parecía imposible de lograr. En el lado pesimista, los McKay se encuentran en el centro de un caos de proporciones bíblicas.
De alguna forma Grant ha acabado convirtiéndose en uno de esos típicos “mad doctors” de las historias fantásticas en las que se demoniza a la ciencia, siendo un tipo que a pesar de tener las mejores intenciones (o, al menos, eso es lo que se decía a sí mismo) acaba pervirtiendo todo lo puro de su doctrina y tranformándose en el villano de la función. Un villano, eso sí, que podría tener todavía la oportunidad de redimirse combatiendo a villanos mucho más grandes que él.
Y es que el guionista nos da alguna pista de por dónde pueden ir los tiros en lo que podría verse como el arco argumental que marca el principio del fin de la serie. Todo lo que ha hecho Grant lo ha hecho con su cerebro, tratando de resolver los problemas del mundo y, como consecuencia de esto, los de su familia, y para ello ha mantenido a esta apartada hasta el punto de perderla. Quizás la solución que le va a permitir redimirse sea tan simple como hacer las cosas de forma completamente opuesta: utilizar el corazón, tratar de resolver los problemas de su familia y, como consecuencia de esto, los del mundo, y mantener a los McKay tan cerca de sí mismo como sea posible.
Revelaciones
Por otra parte, Remender también nos va a mostrar en este tomo algunas revelaciones sobre ciertos personajes secundarios que parecían haber enseñado ya todas sus cartas. Es admirable la capacidad del guionista para lograr, a estas alturas de la función, sorprender al lector con nuevos giros inesperados. Y se trata en todos los casos, como es habitual en toda la serie e incluso en la mayor parte de la bibliografía de Rick Remender, de giros argumentales que tienen su impacto o su origen de alguna forma en la parte más íntima de la historia, esa parte que tiene a la unidad familiar en el centro de todo.
Y, a pesar de que en realidad la trama no avanza gran cosa con respecto al anterior tomo en lo que al Pilar y su uso se refiere, el tomo convence y deja con ganas de más. Habrá que esperar a que llegue a nuestro país el octavo tomo, que tal vez sea el penúltimo de la serie, para poder seguir disfrutando de las aventuras de nuestra familia de dimensionautas favorita.
Un viaje de luz y color
Como suele ser habitual, el aspecto más a destacar del tomo una vez más es el trabajo del equipo artístico formado por el dibujante Matteo Scalera y el colorista Moreno Dinisio. El toque pulp con el que estos artistas logran conectar con la trama unido al tono levemente lisérgico que imprimen a la acción y a un maravilloso diseño de escenarios y personajes da como resultado una auténtica gozada visual. Scalera se olvida de utilizar anatomías realistas y se centra más en utilizar el físico de los personajes casi de manera expresionista, logrando que estos tengan una fuerza intrínseca que se sale de las páginas.
Desde luego, coger este tomo simplemente para ojearlo y disfrutar con el trabajo de estos dos será posiblemente una costumbre que acaben por coger todos los que se hagan con este volumen, una que se repetirá sin duda cada cierto tiempo.
En lo referente a la edición, hay que decir que este séptimo volumen de Ciencia Oscura presentado por Norma Editorial mantiene las mismas características que los anteriores tomos de esta colección, siendo así de formato de tapa blanda con un tamaño de página de 17 x 26 cm. El tomo contiene 128 páginas a color e incluye la traducción de los números del #31 al #34 de la edición americana de Black Science, además de las portadas de cada uno de los números contenidos. El precio de venta recomendado es de 16,50 € y se puso a la venta en noviembre de 2018.
Rick Remender
Es un guionista de cómic que, en sus inicios, trabajó en películas de animación como El gigante de hierro o Titán A.E. En 1998 formó equipo con Harper Jaten y Rory Hensly para crear el cómic de humor absurdo Captain Dingleberry. Más tarde, a principios de los 2000, co-crearía y dirigiría la serie de animación Swing Town para Wild Brian Animation.
A partir de entonces se sumergió de lleno en el mundo del cómic y empezó a publicar obras como Fear Agent, Sea of Red y Strange Girl con Image Comic. Pasó por un one-shot de Red Sonja y The End League para Dark Horse Comics entre otras mucha obras antes de llegar a Marvel, donde fue co-autor de Punisher War Journal con Matt Fraction y donde publicó la serie Uncanny X-Force. Entre sus últimas obras publicadas hay que destacar títulos como Clase Letal, Ciencia Oscura, Low, Tokyo Ghost o Siete para la eternidad.
Matteo Scalera
Es un dibujante de cómic que comenzó su carrera en 2008 con Hyperkinetic, que publicó con Image Comics. Fue uno de los doce ganadores del primer ChesterQuest, una búsqueda de talentos que Marvel realizó a nivel mundial. Con esto entró a trabajar en 2010 en La Casa de las Ideas dibujando para algunas series de Masacre como Masacre Corps, Masacre, el mercenario bocazas y Masacre Team-Up. Hace poco acabó Vengadores Secretos con Rick Remender y está trabajando en el cómic Outcast para la editorial Boom! además de en otros como Ciencia Oscura.
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Ciencia Oscura 7 – La extinción es la norma
ISBN: 978-8-467-93292-8
Las realidades del multiverso empiezan a colisionar.
El multiverso se está derrumbando bajo su propio peso. Los dimensionautas, un dispar grupo de héroes, científicos y anarquistas de incontables realidades alternativas, deben unirse y dirigirse hacia el centro de la Cebolla, el conjunto de infinitas capas de todo lo que fue, es y podría ser. Grant McKay creó el pilar para salvar el mundo con ciencia, y ahora debe usarlo para salvar todos los mundos, toda la creación, o condenar a la propia realidad a la inexistencia.
Rick Remender (LOW, Clase Letal) y Matteo Scalera (Vengadores Secretos, Batman) continúan su alucinante serie de ciencia ficción, plagada de situaciones sobrecogedoras y un dibujo impresionante.
Guion: Rick Remender
Dibujo: Matteo Scalera y Moreno Dinisio
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