A mediados del siglo XIX, en el londinense barrio de Whitechapel, un asesino no identificado, conocido por el sobrecogedor nombre de Jack, el Destripador, llevó a cabo una serie de crímenes, al menos cinco, en los que las víctimas aparecían con la garganta cortada y con mutilaciones en los genitales y en el abdomen. Pese a lo desagradable del asunto, se sabe que el morbo vende, por lo que no es de extrañar que los crímenes de este asesino hayan sido adaptados, con mayor o menor grado de fidelidad, en diversos medios, como la literatura o el cine. Tampoco debemos pasar por alto el caso del mundo del cómic, ya que también ha colaborado en dicho género con diversas obras, entre las que podemos destacar From Hell, por Alan Moore y Eddie Campbell, de la que puedes leer en este enlace la crítica de su adaptación cinematográfica, y Batman: Gotham a luz de gas, obra de Brian Agustín, Mike Mignola, Eduardo Barreto y P. Craig Russell, cuya portada puedes ver a la izquierda de este párrafo.
Sin embargo, todo lector de esta web ya sabe que es habitual que muchas aventuras de papel de los superhéroes DC peguen el salto al mundo del celuloide en versión animada, con gran acierto en la mayoría de ocasiones. Y Batman: Gotham a luz de gas no es una excepción, ya que la película adapta el comic homónimo, está dirigida por Sam Liu y tiene una duración aproximada de 75 minutos. Puedes ver su imagen promocional debajo de este párrafo y ayudarte con el análisis del artículo, que puedes leer a continuación, a la hora de decidir si te apetece verla o no.
Jack, el Destripador, se encuentra en Gotham, donde está llevando a cabo su criminal actividad con mujeres poco pudientes. Bruce Wayne, como empresario, está al cargo de una próspera Feria Mundial, que hará que la llegada del siglo XX sea una época dorada de descubrimiento e industria. Pero, en su identidad de Batman, todo su interés está centrado en detener al peligroso asesino (que parece medir 1,90, pesar alrededor de 110 kilos, ser zurdo y tener mucha experiencia como luchador), cueste lo que cueste y sea quien sea el que se actúe bajo esa siniestra identidad. Sin embargo, es muy posible que no le gusten nada las respuestas que encuentre.
Obviamente, la única manera de cruzar los caminos de Batman y Jack, el Destripador, es trasladar en el tiempo a uno de estos personajes, lo que, en esta ocasión, sucede con el hombre murciélago y todo su elenco habitual. Una vez aclarado esto, resulta evidente que se trata de una historia alternativa, sin ningún tipo de continuidad con las aventuras de Batman que tienen lugar en la época actual, como sucede con todas las historias pertenecientes al sello Otros Mundos, que es el caso del cómic original.
Pese al cambio de época, es fácil reconocer a los habituales personajes secundarios del entorno de las aventuras de Batman, como es el caso del comisario James Gordon, el detective Harvey Bullock, el fiscal Harvey Dent (cuyo aspecto facial no resulta alterado en ningún momento del filme, aunque se hace mención a la dualidad de su personalidad), el psiquiatra Hugo Strange y el mayordomo Alfred Pennyworth. Por otra parte, también contamos con las presencias de Pamela Isley y Selina Kyle, aunque ninguna de las dos hace gala de su rol habitual de villana que podemos ver en los cómics. Otra presencia a destacar es la de tres niños vagabundos que podrían ser la versión de dicha época de los primeros ayudantes de Batman que se pusieron el traje de Robin, ya que uno de ellos responde al nombre de Jason, aunque también puede tratarse de una coincidencia. Por último, cabe mencionar el foco luminoso que es una clara referencia a la bat-señal, sobre todo en la parte final del filme.
Como ya hemos dicho, las versiones animadas de DC son adaptaciones de las mejores aventuras de sus personajes. Por tanto, no hay que llevarse a equívoco por el hecho de que Batman: Gotham a luz de gas sea una película de dibujos, ya que no está recomendada para menores de 12 años. Esto es bastante comprensible si tenemos en cuenta que Jack, el Destripador es el villano principal y, si bien los crímenes no son mostrados de una forma clara y específica, resultan muy evidentes. Además, al tratarse de una aventura alternativa, no se aplican las reglas habituales, lo que significa que cualquiera de los personajes puede morir de forma definitiva.
Por tanto, si no sientes ningún tipo de perjuicio por ver películas de dibujos animados, te gustan las aventuras de Batman y te sientes atraído por la leyenda que envuelve al misterioso y sanguinario Jack, el Destripador, no puedes perderte este curioso largometraje. Ponte cómodo y recorre, junto al hombre murciélago, los rincones mas sórdidos de la ciudad de Gotham en aquella turbulenta época.