En 1894, el escritor Rudyard Kipling sacó a la luz The Two Jungle Books, libro en el que debutó Mowgli, el protagonista de una de las historias de El libro de la selva, novela que ha sido adaptada al cine y la televisión en numerosas ocasiones, tal y como demostramos en su momento. La más reciente de todas ellas fue Mowgli: La leyenda de la selva (conocida en los países hispanoamericanos como Mowgli: Relatos del libro de la selva), cuyo estreno en cines, programado para otoño del 2018 (aunque hubiera visto la luz dos años antes, si Disney no hubiera realizado su versión de 2016), se anuló cuando Netflix la compró para su plataforma. Ese es el filme que analiza este artículo.
Bajo la dirección de Andy Serkis, el largometraje, de una duración aproximada de una hora y cuarenta y cinco minutos, además de tener como protagonista a Rohan Chand (como Mowgli), cuenta con las voces, en el idioma original, y las capturas de movimiento de Christian Bale (Bagheera), Cate Blanchett (Kaa), Benedict Cumberbatch (Shere Khan), Naomie Harris (Nisha), el propio Andy Serkis (Baloo), Peter Mullan (Akela), Jack Reynor (Hermano Lobo), Eddie Marsan (Vihaan), Tom Hollander (Tabaqui) y Louis Ashbourne Serkis (Bhoot). También caben destacar las actuaciónes de Matthew Rhys (como John Lockwood), Freida Pinto (en el papel de Messua) y los pequeños Nirvayesh Chakravorty Thanendra y Adiyan Ahmed Choudhury (dos bebés utilizados para interpretar a un muy pequeño Mowgli, tal y como se puede comprobar bajo estas líneas).
En esta versión, es la serpiente Kaa la encargada de narrar la historia, a la cual da comienzo con estas palabras:
Soy los ojos de la selva. Puedo ver el pasado y el futuro. Fui yo, Kaa, quien vio la llegada del hombre y la selva tratando de sobrevivir. He visto el caos y la oscuridad llegar a nuestra tierra. Vi al tigre Shere Khan matar al hombre, rompiendo la ley milenaria de la selva. Luego, una fatídica noche, vi a la selva poner sus esperanzas en las manos de una criatura pequeña, una que nunca se había visto por ahí antes.
La película narra, una vez más, las aventuras del joven Mowgli en la selva. Aunque se trata de una de las versiones más violentas, no carece de la ternura y la belleza de los paisajes naturales que debe acompañar a toda adaptación de la historia original que se precie de serlo.
De nuevo es Kaa quien toma la palabra para despedir el filme, lo cual hace con la siguiente declaración:
Con el tigre y el cazador muertos ahora, el futuro cambió de oscuro a claro. Mowgli, humano y lobo, los dos y ninguno, le dio una voz a la selva. Y, mientras él estuvo en lo alto, mantuvo una paz duradera.
La pregunta que debió hacerse la mayoría de la gente, desde que se anunció la intención de llevar a cabo este proyecto, seguramente fue la de qué necesidad había de que Warner Bros diera luz verde a una nueva versión, sobre todo después de que, por parte de Disney, ya se había realizado una más que correcta adaptación en 2016, como ya hemos comentado al principio. No obstante, se pueden descubrir diferencias notables entre ambos productos.
Mientras que esta versión muestra una visión más cruda de la vida en la selva del joven Mowgli, con novedades tan llamativas como la de presentar a Baloo con un carácter más rudo que el del oso bonachón al que estamos acostumbrados, el guion de la de Disney se ciñe más a la película animada de 1967, sin que falten las canciones que son seña indispensable de la compañía del ratón Mickey. También es posible que haya algún espectador que, en esta nueva película, haya echado de menos al Rey Louie, pero eso se debe a que se trata de un personaje que pertenece exclusivamente a Disney y son los únicos que pueden usarlo en sus versiones de la franquicia. No obstante, quizás el producto de Warner Bros hubiese gozado de mayor éxito aún si se hubiese llevado a cabo con más años de separación.
La película también guarda diversas diferencias con respecto a la novela original, como es el hecho de cambiarle el sexo a Kaa, hacer que los monos y los elefantes no hablen y rebautizar a Raksha y a Padre Lobo como Nisha y Vihaan, respectivamente. También cabe destacar las apariciones de Bhoot, el amigo albino de Mowgli, de creación específica para este filme, y de John Lockwood, cazador que comparte nombre con el padre de Rudyard Kipling, pero cuya única comparación con el libro original sería con el personaje conocido como Buldeo.
En definitiva, si eres fan de la novela original o te gustan las películas que se desarrollan en parajes naturales, no cabe la menor duda de que disfrutarás con este entretenido y tierno filme que sabe cómo darle una nueva vuelta de tuerca a las aventuras de Mowgli.