El Lobezno más salvaje
No son pocas las historias que tienen al personaje de Lobezno como protagonista consideradas míticas para un marvelita. Desde Frank Miller hasta Mark Millar pasando por John Romita Jr., el personaje ha sido muy atractivo para guionistas y dibujantes de renombre de distintos ámbitos. Pero uno de los títulos que no se suelen mencionar (injustamente) entre los mejores del personaje es Logan, una miniserie de tres números realizada por un equipo de bestias pardas como son Eduardo Risso, Brian K. Vaughan y Dean White que ahora nos llega en una edición de Panini Comics bajo el título de Novela Gráfica Marvel. Lobezno: Logan.
Lobezno en el país del sol naciente
La relación entre Lobezno y Japón es ya legendaria. No han sido pocas las veces en las que el mutante de las garras de adamantium ha viajado desde norteamérica a estas tierras en las que usualmente se le ha tratado como a un gaijin hostil, dando esto lugar a todo tipo de enfrentamientos entre Logan y diversos clanes de ninjas, bandas de yakuzas y todo tipo de organizaciones criminales sobrenaturales.
Pero en la vida de Lobezno en Japón también ha habido lugar para el amor. Tal vez el romance más importante en su vida (obviando, por supuesto, a la pelirroja Jean Grey) fuera Mariko Yashida del clan Yashida, personaje al que pudimos ver en la piel de la actriz Tao Okamoto en la película del año 2013 The Wolverine, pero no ha sido ni mucho menos la única japonesa que ha compartido lecho con el canadiense.
En esta historia nos remontamos a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, concretamente a un momento en el que durante la campaña del Pacífico Lobezno, perteneciente al primer batallón canadiense de paracaidistas, cae prisionero del ejército japonés y es recluido como prisionero de guerra en el campamento de Pow, situado en la isla Koyagi en Nagasaki, junto a un soldado de infantería estadounidense llamado Warren. Obviamente liberarse no va a ser un gran problema para él, y durante su fuga se va a encontrar con una joven que muy pronto va a hacerse un hueco en el corazón del guerrero. Su nombre era Atsuko, y su belleza exterior junto a su bondad interior es la combinación que sabemos que hace que a Logan le tiemblen las piernas. Y es que a veces parece que este tipo tiene algún tipo de parafilia con las mujeres orientales…
La tragedia, como es habitual, no va a tardar en producirse, aunque tal vez no de la forma que se podría esperar de una situación que se desarrolla en los alrededores de Hiroshima en el verano de 1945. Pero lejos de terminar aquí con la narración, este cómic completará la trama en el presente, momento en el que Logan se verá casi obligado a atar los cabos que quedaron sueltos en el pasado y de alguna forma cerrar viejas heridas. Y es que si hay una constante en la vida de nuestro protagonista, esa es que la gente que ha ido dejando atrás en su vida siempre acaba volviendo de una forma u otra…
La vida no es más que dolor y decepción, pero si la gente no deja de volver, debe ser mejor que lo que aguarda luego.
Como suele ser habitual en las historias de este personaje, el tono va a ser amargo y Lobezno sigue viviendo día a día con toda la miseria que acumula sobre sus hombros…
Los principios de Vaughan
En la magnífica edición que nos ofrece Panini Comics se incluye la propuesta original en la que el señor Brian K. Vaughan enumera los objetivos de su proyecto. El primero de ellos es mostrar el arte del gran Eduardo Risso en todo su esplendor. Aunque el terreno mainstream de los superhéroes no es su zona de confort habitual (si bien es cierto que posteriormente volvería a hacer un trabajo magnífico en Batman: Caballero de la Venganza junto a otro guionista con el mismo nombre de pila, Brian Azzarello) el dibujante argentino es capaz de destacar en cualquier ámbito. Aunque lo más políticamente correcto es decir que el mérito del resultado de un cómic debe repartirse a partes iguales entre el guionista y el dibujante, yo soy más de la opinión de que esto depende de cada caso. Y en el caso que nos ocupa, creo que Risso tiene más “culpa” del resultado final que el propio Vaughan.
Otro logro marcado por Vaughan con esta historia era el de llegar a todo tipo de públicos con una historia clásica y a la vez atemporal, algo que tiene bastante sentido sobre todo si nos situamos en el momento en el que esta obra fue concebida, no mucho después de que el personaje de Lobezno se hiciera más popular que nunca gracias a su salto a la gran pantalla. Y ahora, muchos años después, creo que no debería haber duda de que Vaughan ha conseguido al menos que este título pueda ser colocado entre los más míticos de la historia del personaje.
Por último, el guionista se propuso unir Japón y Lobezno de una forma más realista de lo habitual, dejando atrás los ejércitos de ninjas y estableciendo una relación indirecta pero significativa entre el fenómeno mutante y la explosión de la bomba atómica en Hiroshima. Quizás este es el punto sobre el que, tras acabar con la lectura de este tomo, más dudas queden respecto a si Vaughan logró su objetivo o no, ya que a pesar de que no es un aspecto troncal de la obra, sí existe aquí un componente bastante alejado de lo terrenal con mucho peso que parece no cuadrar con las intenciones iniciales del escritor.
El tomo Novela Gráfica Marvel. Lobezno: Logan publicado por Panini Cómics en tapa dura con encuadernación holandesa contiene 112 páginas a color con un tamaño de página de 21 x 27,7 cm e incluye la traducción de los tres números que componen la miniserie Logan. El tomo también incluye una versión en blanco y negro del primer número de la miniserie, una sección de bocetos e ilustraciones de Eduardo Risso y las biografías de los autores. El precio de venta recomendado es de 20 € y se puso a la venta en enero de 2019.
[note]
Novela Gráfica Marvel. Lobezno: Logan
ISBN: 9788491677505
El guionista Brian K. Vaughan (Perdidos, Runaways, Y El último hombre) se une a la estrella de lápiz Eduardo Risso (100 balas) para lanzar una mirada única al hombre que es el mejor en lo que hace. Tras recuperar los recuerdos de su pasado perdidos durante muchos años, Lobezno vuelve a Hiroshima, uno de sus primeros campos de batalla, donde luchará contra sus peores fantasmas. La revelación llega para Logan en una novela gráfica imprescindible que pronto figurará entre sus más memorables historias.
Guion: Brian K. Vaughan
Dibujo: Eduardo Risso y Dean White
[/note]