Problemas de pareja
A pesar de que cada uno de los dos principales responsables de la serie Sex Criminals tienen éxito por separado, da la impresión de que este es el título en el que mejor se lo pasan y al que menos les cuesta volver. Tras los tres primeros estupendos tomos de esta serie, ahora Astiberri Ediciones nos hace llegar el cuarto bajo el título Sex Criminals 4: Cuatrorgía…
No somos gente normal
Las cartas ya están sobre la mesa. Suzie y Jon ya son conscientes de lo que hace la Policía del Sexo. Se han enfrentado a ellos y han visto sus rostros. Si obviamos el misterioso origen de los poderes de todos estos personajes que viven con algún tipo de raro talento sexual, no quedan ya (que sepamos) enigmas por descifrar.
Esta trama, que es el motor argumental de la serie, queda más o menos detenida en esta cuarta entrega de Sex Criminals. El enfrentamiento de Suzie y Jon con aquellos de sus iguales que se dedican a evitar que estos utilicen sus poderes de forma poco apropiada está ahora en pausa. Los autores se toman en este tomo un pequeño respiro para poder dedicar sus esfuerzos a desarrollar otros aspectos de su obra.
Nuestra pareja de protagonistas ha contactado con aliados, y tal vez eso sea lo que les proporciona la suficiente confianza y tranquilidad como para tomarse las cosas con calma e intentar centrarse en su relación. Llevar una vida normal puede ser su objetivo ahora. El problema es que Suzie y Jon no son gente normal, y nunca van a poder llevar una vida normal, cualquiera que sea el significado de eso. Y tal vez sus poderes sexuales no sean lo único que se interpone en el camino para lograr este objetivo…
Por una parte, Suzie trata de prosperar en lo referente a sus aspiraciones laborales y convertirse en la responsable de una biblioteca pública que sea la envidia de cualquier ciudad. Por otra, para Jon no es tan fácil dejar de lado a la Policía del Sexo y olvidarse del problema que existe con ellos. Y mientras todo eso pasa, la vida sexual de la pareja continúa sin ningún problema populando cada habitación del apartamento que comparten, como si de un par de conejos se tratara. Sin embargo, ese parece ser el único aspecto de su relación que va bien. Tal vez sea la rutina o tal vez sea la ausencia de un objetivo común en su punto de mira, pero el hecho es que están dejando de funcionar a nivel emocional y no podrán retrasar por mucho el lidiar con ese problema.
El sexo y los problemas que acarrea
Pero no todo en Sex Criminals es Jon y Suzie. En este cuarto tomo vamos a conocer a un nuevo personaje con poderes sexuales. En este caso, la habilidad que posee es tan increíble y ridícula como las de los demás. No tardará mucho en hacer contacto con nuestro grupo de protagonistas, así que a pesar de que su paso por este tomo va poco más allá de la presentación, es de esperar que volvamos a saber de él en futuras entregas.
Por otro lado tenemos a la Doctora Ana Kincaid, más conocida como Jazmine St. Cocaine, que tendrá que lidiar con un importante cambio en su vida. Su pasado como actriz porno ha regresado para morder su culo, y acaba por perder su trabajo. Obviamente, el hecho de que esto ocurra precisamente en este momento no es una casualidad, y no es muy difícil adivinar quién está detrás de ello. Ana tendrá que encontrar otra forma de hacer dinero a la par que comienza una relación con el psicólogo de Jon, un tipo que a todas luces parece un alter ego del dibujante de la serie, el señor Chip Zdarsky, quien por cierto está esplendido en este tomo, como es habitual.
No nos podemos olvidar de la, aparentemente, gran villana de Sex Criminals, la señora Myrtle Spurge, también conocida como Carakegel, la líder de la Policía del Sexo. En este tomo se nos va a mostrar un poco más de cerca su vida personal, lo cual nos proporcionará un punto de vista distinto al que teníamos de ella hasta ahora. Y luego también está la amiga de Suzie y su novio ginecólogo, una pareja que a la luz de las revelaciones que tienen lugar en este tomo seguramente tengan más protagonismo en el futuro.
Capa sobre capa
Este cuarto tomo mantiene el nivel de excelencia de los anteriores. No solo el apartado gráfico es genial, sino que el desarrollo de la historia (del cual seguramente Zdarsky tenga tanta culpa como el señor Matt Fraction, y es que el sentido del humor del primero es inconfundible) está llevado con tanta pericia como hasta ahora. Los autores descomponen la historia en distintas capas, logrando que este cómic sea casi inclasificable.
Sex Criminals es una historia sobre sexo sin tapujos, llena de tabúes, anécdotas divertidas y extrañas parafilias. Pero también es una historia sobre relaciones maduras de pareja, una que trata de forma realista los problemas que surgen entre dos personas que se quieren pero no pueden evitar que la vida les pase por encima en ocasiones. Y todo ello encaja en una trama de fantasía en la que personajes con poderes sexuales se enfrentan a otros personajes que también tienen poderes sexuales. Por si esto no fuera suficiente, los autores ponen divertidos toques de metacómic aquí y allá a lo largo de las páginas (las referencias al Criminal de Ed Brubaker y Sean Phillips o a la canción de las salchichas gordas son sencillamente deliciosas), logrando así poner la guinda en el magnífico pastel que están cocinando a fuego lento desde hace años. Sex criminals es una serie de obligada lectura, y lo sigue demostrando tomo tras tomo.
En cuanto a la edición, el cuarto tomo de Sex Criminals publicado por Astiberri Ediciones dentro de su colección Sillón Orejero se presenta en formato cartoné de tapa dura. Contiene 128 páginas en color con un tamaño de página de 17 x 26 cm e incluye la traducción de los números del #16 al #20 de la serie Sex Criminals, además de una sección de material extra en la que conoceremos en formato de metaficción todo lo que hay que saber tras la creación de la canción de las salchichas gordas que aparece en la narración. Se puso a la venta en enero de 2019 y el precio de venta recomendado es de 16 €.
Matt Fraction
Nacido en Chicago en 1975, Fraction es el guionista de ‘Ojo de Halcón’, con David Aja; ‘Satellite Sam’, con Howard Chaykin; ‘Ody-c’, con Christian Ward; ‘Casanova’, con Gabriel Bá, Fábio Moon y Michael Chabon, y ‘Sex Criminals’ con Chip Zdarsky. Ha recibido varios galardones, entre ellos los premios Pen, Eisner, Eagle y Harvey. Con su esposa, la guionista Kelly Sue DeConnick, ha creado la empresa Milkfed Criminal Masterminds.
Chip Zdarsky
Nacido en Edmonton en 1975, Zdarsky es el creador de ‘Prison Funnies’ y ‘Monster Corps’, y el dibujante de ‘Sex Criminals’. Zdarsky trabajó durante diez años como ilustrador y columnista en el National Post.
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Sex Criminals 4: Cuatrorgía
ISBN: 978-84-16880-96-6
Ahora que Suzie y Jon no están solos en su cruzada contra la Policía del Sexo parece un buen momento para hacer planes juntos. Pero comportarse como una pareja normal cuando detienes el tiempo cada vez que alcanzas un orgasmo y cuentas con un pasado como ladrón de bancos no es tan sencillo.
En este cuarto volumen de Sex Criminals, Matt Fraction profundiza en las inseguridades de Jon, que chocan frontalmente con las aspiraciones laborales de Suzie. Mientras la relación de los protagonistas se mueve en las farragosas arenas de la normalidad y la sombra de la incertidumbre se cierne sobre ellos, la doctora Kincaid se ve obligada a enfrentarse a su pasado. Y aunque conoceremos a un nuevo personaje con la capacidad de parar el tiempo, si hay alguien que destaca por encima de todos en esta nueva entrega es Myrtle Spurge, también conocida como Carakegel, cabecilla de la Policía del Sexo. Por fin sabremos qué le impulsa a comportarse así, cuál es su modus operandi y, sobre todo, nos plantaremos ante el dilema de si es ella la verdadera villana o no.
Sex Criminals recibió los premios Eisner y Harvey a la mejor serie de cómic en 2014 y fue elegida como el mejor cómic del año por Times Magazine. Matt Fraction trabaja actualmente en la adaptación del cómic para una serie de televisión.
Guion: Matt Fraction
Dibujo: Chip Zdarsky
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