El hombre de hojalata
Poca gente ajena al mundo del cómic conocía al superhéroe llamado Iron Man o al hombre que se escondía en su interior, Tony Stark, antes de que Robert Downey Jr. lo encarnara en la película de 2008 dirigida por Jon Favreau. Ahora, tras un buen puñado de apariciones cinematográficas casi siempre protagonistas, se puede decir que Iron Man es uno de los superhéroes más populares del planeta. Y aunque han tardado en aprovechar esta fama, en Panini Comics han publicado recientemente un tomo de lujo con las primeras aventuras de este personaje en Marvel Comics.
Howard Hughes con armadura
Para hablar del origen de Iron Man hay que remontarse inevitablemente a los primeros tiempos de Marvel Comics. A principios de la década de los años sesenta la editorial, con el privilegiado cerebro del señor Stan Lee como máximo valor, comenzó a crear una serie de personajes que décadas después no solo siguen vivos, sino que se han convertido en algunos de los más grandes iconos de la historia de la cultura popular.
Iron Man no fue, como ha ocurrido en las películas de Marvel Studios, el primero en comenzar a publicar sus aventuras, y poca gente diría que fue uno de los más importantes. Sin embargo, es innegable que el concepto de un poderoso empresario inspirado en figuras como la de Howard Hughes (tal vez el hecho de que el padre de nuestro héroe se llame Howard Stark tiene algo que ver con esto) que aprovecha sus conocimientos científicos para crearse una armadura de hierro con la que convertirse en un superhéroe es algo muy poderoso.
Hoy en día diríamos que el concepto primigenio, el que aparece en la portada de este tomo, tiene un tono notablemente retro, pero recordemos en qué época fue concebido, una en la que la ciencia ficción de los años cincuenta todavía no se podía considerar retro. Fruto de la época también debe ser el parecido que Tony Stark puede tener con el actor australiano Errol Flynn, fallecido tan solo unos años antes de la creación de Iron Man. El color gris inicial pronto dejó paso al amarillo, mucho más acorde con el colorido universo que en la editorial estaban fabricando, comenzando así una evolución en el traje portado por Stark que nunca tendría fin.
No sería hasta el número #48 de Tales of Suspense, la publicación que relató el origen de este héroe en su número #39, cuando Iron Man se ve obligado a fabricar una nueva armadura debido a las maquinaciones de un villano como Míster Muñeco (sí, ese era su nombre) y crea una mucho más parecida a la versión actual, con un aspecto más ergonómico y colores dorado y escarlata.
El tono de las historias en aquella época era, por lo general, de carácter autoconclusivo, presentando a una nueva amenaza en cada número, una que solía poner en serios apuros al héroe en su primer encuentro para acabar siendo derrotada en el segundo, y es que Stark siempre aprendía de sus errores. En cuanto a su naturaleza, nos encontramos con que Iron Man solía enfrentarse a villanos situados ideológicamente en el lado opuesto de lo que era por aquel entonces considerado el americano medio patriota, es decir, distintas variantes de extranjeros llegados de lejanos países orientales de políticas comunistas, como puedan ser la Viuda Negra Natasha Romanoff, el Mandarín, el Dínamo Carmesí o el Hombre de Titanio. Más adelante, con el pasar de los años, este aspecto de los cómics del personaje iría desapareciendo e incluso, dependiendo del guionista al cargo, dando un giro de 180º.
Duro por fuera, tierno por dentro
No hay que olvidarse de lo que sería un aspecto fundamental en la construcción de Iron Man, y es lo concerniente a su corazón. Aunque es algo que tiende a obviarse e incluso a olvidarse, en parte la creación de la armadura de Iron Man tiene un fin muy concreto: Tony tiene metralla en su cuerpo que se mueve lentamente hacia su corazón resultado de la bomba que estalla en su primera aventura, y la única forma de detenerla es con la placa pectoral magnética que el físico Ho Yinsen construye para él mientras ambos permanecen recluidos.
Más adelante, Stark descubre que el fragmento de metralla que amenaza su vida no puede ser retirado, por lo que se ve obligado a portar la placa pectoral magnética de forma continua, ya sea como parte de su armadura o debajo de su traje de empresario, sin olvidarse nunca de cargar su batería, como si de un iPhone se tratara. Y así es como en realidad nace Iron Man, el presunto guardaespaldas de Tony Stark.
A nadie se le escapará que este talón de Aquiles existente en el personaje fue la metáfora empleada por Stan Lee para representar a ese duro e impenetrable hombre de negocios que, en el fondo, posee un tierno corazón que será el que, finalmente, acabe guiando sus acciones.
En resumidas cuentas, con este tomo tenemos toda la génesis y los primeros pasos de un héroe que a día de hoy es uno de los más importantes en el panorama actual. El tono ingenuo típico de la época y el aspecto visual propio de la Marvel Comics de los años sesenta son evidentes, pero esto no debería ser óbice para que un consagrado lector de cómics de superhéroes disfrute con este pedacito de historia de La Casa de las Ideas.
El tomo Marvel Gold Iron Man publicado por Panini Cómics en tapa dura contiene 544 páginas a color con un tamaño de página de 17 x 26 cm e incluye la traducción de la edición americana de los números del #39 al #72 de Tales of suspense, además de una introducción a cargo de Raimon Fonseca bajo el título Metal Marvel y otra escrita por el mismísimo Stan Lee, una galería de portadas y páginas sin color y un epílogo titulado Modelando el metal a cargo, de nuevo, de Raimon Fonseca. El precio de venta recomendado es de 39,95 € y se puso a la venta en marzo de 2019.
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Marvel Gold Iron Man
ISBN: 9788491678281
¡Llegan los Omnigold del Vengador Dorado! En 1963, Marvel lanzó un nuevo concepto, el de un hombre construido a sí mismo… ¡literalmente! Playboy, empresario y brillante científico, la vida de Tony Stark cambia para siempre después de verse obligado a construir una increíble armadura que le permita mantenerse con vida.
Guion: Stan Lee, Larry Lieber, Robert Bernstein, N. Korok y Al Hartley
Dibujo: Jack Kirby, Steve Ditko, Don Heck, Dick Ayers, Paul Reinman, Chic Stone, Mickey Demeo, Vince Colleta y Wally Wood
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