Hombres de Negro (I, II y III)
El escritor Lowell Cunnigham y el dibujante Sandy Carruthers crearon en 1990 la historieta Men in Black (que en nuestro país también es conocida como Hombres de Negro), que fue publicada originalmente por la empresa Aircel Comics, la cual fue adquirida por la editorial Malibu, que acabó siendo comprada por Marvel.
Aunque la existencia de dicha colección no es muy conocida en España, no ha sucedido lo mismo con sus adaptaciones cinematográficas, ya que la trilogía llevada a cabo entre 1997 y 2012 logró alcanzar unas cotas de éxito tan altas que no es de extrañar que acabe de aterrizar en la cartelera una nueva entrega cinematográfica de los Hombres de Negro, bajo el título de Men in Black: International, con un reparto completamente nuevo. Es por ello que no hay mejor momento para hacer un repaso de la trilogía original, tal y como puedes comprobar si continuas leyendo este artículo:
Hombres de Negro (1997)
Bajo la dirección de Barry Sonnenfeld, esta película, de 98 minutos de duración, está protagonizada por Tommy Lee Jones (como K), Will Smith (en el papel de J), Linda Fiorentino (que interpreta a Laurel Weaver), Rip Torn (que encarna a Z) y Vincent D’Onofrio (que se mete en la piel de Edgard). En el idioma original también cabe destacar a Tim Blaney (que se encarga de prestar su voz al perro Frank).
Tras unos títulos de crédito inspirados en los del filme ¡Telefono rojo! ¿Volamos hacia Moscú? (1964), la trama de la película comienza cuando el agente de policía James Edwards, después de toparse con una situación que escapa a toda lógica, es contactado por K, un hombre vestido con un traje negro que le explica que los extraterrestres existen de verdad y algunos de ellos viven entre nosotros. Si está interesado en saber la verdad, James tiene la posibilidad de unirse a los Hombres de Negro, organización capitaneada por un hombre llamado Z, y ayudar a salvar nuestro planeta de aquellos alienígenas que vengan con intenciones hostiles. El único problema es que el agente de policía James Edwards tiene que desaparecer, como si nunca hubiera existido, y en su lugar debe surgir un nuevo integrante de los Hombres de Negro: el agente J. No hay mejor momento para ello, ya que un bicho acaba de aterrizar en nuestro planeta y sus intenciones no son nada amistosas.
La escena final de la película resulta bastante curiosa, ya que nos demuestra que, por muy grandes que nos podamos creer que somos, nuestra galaxia podría no ser más que una canica con la que juegan unos seres de mayor magnitud.
Por cierto, pese a que pueda parecer lo contrario, ninguna cucaracha resultó dañada durante el rodaje de esta película.
Como curiosa anécdota, cabe destacar que los rostros de Steven Spielberg, Sylvester Stallone, Danny DeVito, George Lucas, Barry Sonnenfeld y su hija Chloe aparecen en una pantalla monitorizados como algunos de los extraterrestres que viven entre nosotros. Además, a lo largo del filme, se menciona que Elvis Presley y Michael Jackson también son extraterrestres.
La indumentaria que visten los Hombres de Negro no puede ser más peculiar, ya que los trajes están inspirados en los que solía lucir Cary Grant, mientras que las gafas son de la conocida marca Ray-Ban. Parece ser que es un look muy acorde con el agente J, ya que es conocida por todos la frase que le suelta a su compañero:
¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo? Que yo hago que esto luzca.
Es justo mencionar la labor llevada a cabo por Rick Baker, ya que fue el encargado de crear las horripilantes criaturas que podemos ver en el filme, inspirado por películas como Planeta Prohibido (1956) o El tiempo en sus manos (1960), lo que le valió para conseguir el quinto de los siete Óscars que este artista tiene en su haber.
La película muestra algunas notables diferencias con el material original, ya que el tono de las historietas es mucho más cruel y oscuro. Además, los Hombres de Negro de las viñetas son una organización mundial, en lugar de una agencia secreta, que es lo que se menciona en el filme, y no solo se encargan de la actividad extraterrestres, sino que también se enfrentan a seres como mutantes y demonios. No obstante, la diferencia más evidente es la del curioso hecho de que eligieran a Will Smith para interpretar al agente J, por deseo expreso del director, ya que en los cómics es un personaje blanco, tal y como ya comentamos en su momento.
Pese a ello, no deja de ser una película entretenida y con muchos momentos divertidos. No es de extrañar, por tanto, que diera pie a una serie de dibujos homónima (emitida entre 1997 y 2001), que constó de 53 episodios, de 22 minutos de duración cada uno, repartidos en un total de cuatro temporadas, tal y como se puede comprobar en la imagen que hay sobre estas líneas. También fue el pistoletazo de salida para las dos secuelas que analizamos en los siguientes apartados.
Hombres de Negro II (2002)
En esta secuela, de 88 minutos de duración, Barry Sonnenfeld vuelve a sentarse en la silla del director. Por su parte, Tommy Lee Jones, Will Smith y Rip Torn repiten en sus papeles de K, J y Z, respectivamente. Junto a ellos podemos destacar a Lara Flynn Boyle (como Serleena, después de que Famke Janssen lo rechazara, debido a la reciente muerte de un pariente), Rosario Dawson (en el papel de Laura Vásquez) y Johny Knoxville (que interpreta a Scrad y a Charlie). También cabe destacar el cameo de Michael Jackson, que intenta entrar a formar parte de los Hombres de Negro, y la colaboración de Tim Blaney (que vuelve a ocuparse de poner la voz al perro Frank).
Una nueva amenaza se cierne sobre nuestro planeta y el único con los conocimientos necesarios para hacerle frente es el agente K. O lo sería si no se hubiera sometido voluntariamente a un borrado de memoria para poder volver a su vida de civil. J deberá encargarse de hacerle recordar quién es para conseguir que la Tierra continúe existiendo.
Al igual que en la película anterior, aquí también se cuenta con una escena final que nos recuerda que, en la extensa magnitud del cosmos, nuestra existencia es mucho más insignificante de lo que creemos.
Si tenemos en cuenta que este filme y el titulado Cómo conquistar Hollywood (1995) pertenecen al mismo director, no se puede creer que sea una casualidad el que en ambos largometrajes haya una escena en la que los personajes abren una taquilla cuyo número es el mismo: C-18.
Esta película vio la luz el mismo año que se estrenó Spider-Man, la primera película de la franquicia arácnida de Sam Raimi. Esto no pasaría de ser un dato anecdótico si no fuera por el hecho de que ambos filmes se vieron obligados a eliminar escenas que tenían como escenario el World Trade Center, ya que, en septiembre del año anterior, había tenido lugar el atentado que destruyó las Torres Gemelas.
No cabe duda de que, si disfrutaste con la primera parte, también lo harás con su secuela, pese a que ya no cuente con la ventaja de tratarse de algo novedoso. Y, por si acaso te has quedado con ganas de más, puedes leer el análisis de la tercera entrega en el siguiente apartado.
Hombres de Negro 3 (2012)
Tuvieron que pasar diez años para que Barry Sonnenfeld volviese a sentarse en la silla del director para rodar la tercera entrega de esta saga, de 101 minutos de duración, en la que Will Smith y Tommy Lee Jones vuelven a interpretar a los agentes J y K, respectivamente. Junto a estos dos actores destacan Josh Brolin (como una versión menos adulta de K), Emma Thompson y Alice Eve (en el papel de la agente O, de mayor y de joven, respectivamente, aunque el segundo de estos papeles estaba inicialmente pensado para Gemma Artenton), Jemaine Clement (que interpreta a Boris, aunque Sacha Baron Cohen fue la primera opción), Michael Stuhlbarg (que encarna a Griffin), Nicole Scherzinger (que se mete en la piel de Lily) y Mike Colter (que hace del coronel Edwards). También cabe destacar la actuación de Cayen Martin (como una versión infantil del agente J) y de Bill Hader (en el papel de Andy Warhol que, al igual que Mick Jagger, es identificado en el filme como extraterrestre).
Cuando Boris, el animal, escapa de la prisión lunar en la que se encontraba recluido, su único deseo es asesinar a K, el responsable de su encarcelamiento y de la amputación de uno de sus brazos. Para ello, viaja en el tiempo y extermina a una versión más joven del agente. En el momento en que J, el único Hombre de Negro actual que recuerda a su compañero, descubre lo sucedido, decide ir también la pasado para salvar la vida de K.
En esta ocasión, no se cuenta con una escena final que demuestre lo pequeños que somos en comparación con el universo, pero, al estar protagonizada por Will Smith y tocar el tema de los viajes temporales, sí nos permite entrar en contacto con los problemas raciales existentes en los años sesenta.
Esta es, sin lugar a dudas, la entrega más peculiar de la saga, sobre todo por tres motivos: en primer lugar, es la primera vez que Will Smith cambia de compañero de reparto, al menos durante la mayor parte de la película, aunque la verdad es que Josh Brolin consigue hacer creíble su versión más joven del agente K; la segunda razón la encontramos en el hecho de que, gracias a los viajes temporales, al espectador se le permite profundizar en el pasado de los personajes y entenderlos mejor; por último, cabe destacar que este es el primer filme de la saga que fue estrenado en 3D. e
El rodaje estuvo lleno de complicaciones, ya que se empezó a grabar antes de que el guión estuviera terminado, lo que obligó a realizar detenciones de varias semanas, que solo lograban encarecer el proyecto. Además, nadie estaba seguro de si Will Smith querría regresar, ya que llevaba alejado de la cámaras desde el 2008.
Pese a todo, no solo se trata de un correcto colofón para la saga cinematográfica, sino que, además, algunos la consideran por encima de las otras dos, como es el caso de Shawn Edwards, de FOX-TV, que declara:
La mejor película de Men in Black hasta ahora.
Por tanto, si tienes intención de ir a ver en pantalla grande Men in Black: International, no estará de más que antes hagas un repaso de la trilogía clásica, lo que te hará asistir al cine convenientemente preparado.