Un grupo diferente
El grupo de superhéroes es casi tan viejo como el concepto mismo de justiciero enmascarado en el mundo del cómic. El impacto en los lectores con esas reuniones de los personajes más representativos de tal o cual editorial ha dejado grandes momentos en la historia del género y, cómo no, pingües beneficios en las arcas de los sellos del gremio. Ya no se puede entender el mundo de la viñeta sin unos Vengadores o La Liga de la Justicia enfrentándose a males cósmicos, mitos que son más que la suma de sus partes.
Pero, claro está, en esto de los equipos de héroes también hay clases. La primera división es por todos conocida. En diferentes escalones de la pirámide encontramos ilustres segundones, formaciones no tan impresionantes, aunque protagonistas de etapas interesantes y reivindicables. En esa línea juegan nuestros protagonistas de hoy, los miembros del Escuadrón Supremo, grupo con tantas encarnaciones y vueltas de tuerca como el mejor de sus hermanos mayores.
El Escuadrón original no respondía al apelativo de Supremo, para nada. De hecho, en orígenes, eran el Escuadrón Siniestro. Llegados de otros mundos para enfrentarse a los poderosos Vengadores, eran parte en el demencial delirio de poder entre Kang el conquistador y Gran Maestro, ser inmortal y casi todopoderoso con serios problemas de adicción al juego. Roy Thomas y Sal Buscema definían la lejana primera encarnación de Hyperion, Halcón Nocturno y compañía, elegidos como campeones personales por el citado Gran Maestro. Kang, por su parte, reclutaba a sus eternos enemigos, los Héroes más poderosos de La Tierra.
A pesar del camuflaje, los lectores de 1969 podían darse cuenta de la auténtica realidad de los miembros de este sorprendente y poderoso escuadrón. Lo cierto era que era un guiño del eterno fan que Thomas escondía en su interior, homenaje sincero a los personajes de la distinguida competencia, La Liga de la Justicia de DC. Eso sí, bastante belicosos y no tan heroicos, claro.
La historia podía haber quedado en ese simpático abracadabra narrativo de Thomas, pero autores posteriores encontraron acomodo en las posibilidades del juego con los personajes sosias de Batman, Superman y demás iconos. Los miembros del escuadrón, ahora Supremo, continuaron como invitados ocasionales en las páginas de los cómics de Marvel. De hecho, se reconstruyó el origen de los miembros del Escuadrón para alejarlos de aquellas contrapartidas malévolas de la primera aparición. Se estableció la Tierra 712 como dimensión de origen de la banda, ahora capaces de hacer buenas migas con los héroes tradicionales de La Casa de las Ideas.
Mark Gruenwald: un guionista con una visión
Avancemos en el tiempo. Nos situamos a mediados de la década de los 80 del siglo XX, época dorada en cuanto a creatividad y calidad en los cómics Marvel. En la colección de Defensores, el extraño grupo de antihéroes de Marvel, Hyperion convoca desesperado a los miembros de esta alianza de secundarios de lujo para viajar a la dimensión original del Escuadrón Supremo. El motivo, Mente Maestra ha conseguido dominar mentalmente a los miembros del Escuadrón y al presidente de los Estados Unidos, el justiciero conocido como Halcón Nocturno, que ha abandonado el uniforme por la política. Por supuesto, Los Defensores ganan la partida y recuperan el control sobre sí mismos de los integrantes del Escuadrón Supremo, obligados ahora a reconstruir un mundo sumido en el caos y la desesperación.
Perdón por tanto antecedente, pero creo que era necesario; es justo en este momento donde aparece Mark Gruenwald con un buen montón de ideas en su mente inquieta de guionista, para dotar a estos personajes clásicos de algo que nunca habían tenido: colección propia. El resultado es la serie de 12 números que compone este recopilatorio, auténtica referencia de cómo escribir las aventuras de un grupo de superhéroes. El secreto, especial atención en los personajes y las relaciones que establecen entre ellos y su entorno. En muchos aspectos, Gruenwald se adelantó a conceptos que en años posteriores se convertirían en básicos para entender la evolución del medio, gracias a la libertad que el trabajo fuera de la continuidad del universo Marvel tradicional otorgaba. El mítico guionista exprimió hasta las últimas consecuencias la idea de supergrupo, con resultados tan excitantes para el lector como dramáticos para los protagonistas.
En las páginas de los 12 números que dura esta aventura, veremos como el infierno está asfaltado de buenas intenciones. El Escuadrón Supremo hereda un planeta al borde del colapso, y, a pesar de que no eran dueños de sus actos, se sienten responsables de la situación. El sentimiento de culpa empuja a estos abnegados héroes a tomar decisiones incómodas. Esas polémicas cuestiones van desde el control armamentístico (incluido el ejército) o cosas más siniestras como el control mental para la reinserción de criminales. La utopía es el el punto de llegada, cueste lo que cueste.
Como es obvio, el posicionamiento del grupo no gusta a todo el mundo, tanto en la población civil como en el seno del equipo. El mismo Halcón Nocturno rompe con sus compañeros ante el cariz que toma la situación, declarándose incluso enemigo del Escuadrón y formando alianzas con sujetos que, hasta el momento, eran enemigos jurados. Si estos problemas no fueran pocos, los integrantes de la formación tampoco es que sean los seres más puros sobre la faz de la tierra. Los intereses personales, los miedos y dudas, la inestabilidad mental incluso, constituyen el caldo de cultivo para que la amenaza más feroz no venga siempre del exterior.
Escuadrón Supremo: Un clásico para el recuerdo
Gruenwald ofrecía un cómic de superhéroes con todos los trepidantes ingredientes que se piden en el género, pero aderezando la pócima con elementos que alejaban Escuadrón Suicida de un cómic Marvel al uso. La propia esencia de los personajes, bastante lejos de los caballeros de brillante armadura de fe inquebrantable acostumbrados, conformaba un cosmos de complejidad moral poco frecuente en la época.
La búsqueda de la sociedad perfecta desdibuja los límites con el control dictatorial, pilar de una obra que lo cambiaría todo tan solo un año después, Watchmen, en la que Alan Moore llevaba al paroxismo la trama principal de Escuadrón Supremo. El guionista se adelanta incluso a los enfrentamientos entre Batman y Superman con la guerra Hyperion/Halcón Nocturno, o batallas entre titanes al estilo Civil War. Es más, en estas páginas veremos el acercamiento romántico entre los Superman y Wonder Woman alternativos décadas antes de que DC decidiese dar el salto.
Es genial leer Escuadrón Suicida tantos años después, completa, puesto que se acompaña la serie original con la novela gráfica sobre el grupo que, si no recuerdo mal, permanecía inédita en nuestro país. Este tomo es la oportunidad de oro de descubrir el ejercicio de libertad e imaginación por parte de un guionista esencial en la historia del cómic USA, que rubricó su obra maestra en estos doce números, que se han de reivindicar como visionarios, inteligentes e incluso polémicos.
Esta línea de Marvel limited no deja de dar alegrías. Que siga la fiesta.
Esta nueva edición del Escuadrón Supremo de Mark Gruenwald viene auspiciada por el distintivo de calidad de la línea Marvel Limited Edition. Eso se traduce en un tomo de factura impecable, que recopila en sus páginas Squadron Supreme 1-12, Captain America 314 y Squadron Supreme: Death of a Universe (Secuela de la serie original inédita en España). Lujo en contenido y continente, el precio por el que lo encontrarás en tu librería favorita, si tienes suerte (recordemos, ediciones limitadas a 1.500 copias) es de 43,95 euros.
Mark Gruenwald: Guionista y editor que forma parte indeleble de la historia de Marvel. Sus comienzos están ligados al mundillo de los fanzines, y de esas publicaciones dio el salto a DC como articulista. Con el tiempo, se labró una reputación como dibujante y guionista, aunque los grandes éxitos y reconocimientos llegaría tras su aterrizaje en Marvel. Como autor será recordado por su extensa etapa (diez años) al frente de las aventuras del Capitán América y, sobre todo, por la redefinición del concepto de superhéroe que llevó a cabo en las páginas de Escuadrón Suicida, su gran obra.
Por desgracia, Mark Gruenwald murió demasiado pronto en 1996 a causa de un infarto de corazón. Su amor incondicional por los cómics le llevó a pedir como última voluntad que sus cenizas formasen parte del dibujo de un tebeo. Tras ser incinerado, sus cenizas se mezclaron con la tinta de, precisamente, la reedición en tomo de su recordado Escuadrón Suicida en su edición USA.
[note]
Cómic Panini – SD – Marvel Limited Edition. Escuadrón Supremo de Mark Gruenwald
Código EAN: 9788416986507Editorial: Panini Cómics – SD Distribuciones
Formato: Cartoné. 448 págs. Color. En castellano
Autoría: Mark Gruenwald, Paul Ryan, Bob Hall y otros
Con Squadron Supreme 1-12, Captain America 314 y Squadron Supreme: Death of a Universe
La mítica maxiserie protagonizada por el Escuadrón Supremo, con su secuela, inédita hasta ahora. ¿Qué ocurriría si los superhéroes tomaran el control? Mark Gruenwald, una de las figuras más queridas de Marvel, responde a la pregunta con una espectacular saga que impactó en los años ochenta.[/note]