En 1982, el escritor Alan Moore y el dibujante David Lloyd sacaron a la luz la miniserie V de Vendetta, para el sello Vértigo de DC Cómics, la cual, originalmente, se publicó como una aventura desarrollada a lo largo de diez entregas, aunque ha sido recopilada como novela gráfica, en formato de tomo, en diversas ocasiones.
Pese a que Alan Moore reniega de las adaptaciones audiovisuales de sus obras, porque algunos resultados fueron desastrosos, todo personaje que el guionista haya creado para DC pertenece a la compañía, que puede hacer uso de ellos a su antojo. Y esto nos lleva la película de V de Vendetta, que es el filme que analiza este artículo, del cual, como cabía esperar, Alan Moore tampoco quiere saber nada, hasta el punto de negarse tanto a que su nombre aparezca en los créditos como a recibir cualquier tipo de compensación económica por la creación de los personajes.
Bajo la dirección de James Mc Teigue, esta película, basada en el guion de los hermanos Wachowski, a partir del cómic original, tiene más de dos horas de duración, vio la luz en 2006 y está protagonizada por Hugo Weaving (como V), Natalie Portman (en el papel de Eve Hammond), Stephen Rea (que interpreta a Eric Finch), John Hurt (que encarna a Adam Sutler) y Stephen Fry (que se mete en la piel de Gordon Deitrich).
Recuerden, recuerden el 5 de noviembre. Conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación. Pero, ¿qué ha sido del hombre? Sé que se llamaba Guy Fawkes y sé que, en 1605, quiso hacer saltar por los aires el Parlamento Británico. Pero, ¿quién era realmente? ¿Cómo era? Nos dicen que recordemos los ideales, no al hombre. Porque con un hombre se puede acabar, pueden detenerle, pueden matarle y pueden olvidarle. Pero, cuatrocientos años más tarde, los ideales pueden seguir cambiando el mundo. Yo he visto con mis propios ojos el poder los ideales. He visto a gente matar por ellos y morir por defenderlos. No se puede besar un ideal, ni tocarlo o cazarlo. Los ideales no sangran, no sufren, ni tampoco aman, pero no es un ideal lo que yo echo de menos, sino un hombre. Un hombre que me hizo recordar el 5 de noviembre. Un hombre al que jamás olvidaré.
Estas palabras, pronunciadas por Eve Hammond, al inicio del filme, sirven de introducción a una historia que transcurre en una Inglaterra futurista y gobernada por el Fuego Nórdico, un régimen dictatorial, ultraconservador y fasctista, bajo la batuta del líder Adam Sutler. Solo el hombre conocido como V está dispuesto a hacer algo al respecto. Y aunque nunca se dice cuál es su verdadero nombre ni hay ninguna ocasión de contemplar su rostro (puesto que va siempre ocultó tras una máscara de Guy Fawkes), este hombre marcará un antes y un después para Eve Hammond, ya que, tras un accidentado primer encuentro, su vida no volverá a ser la misma.
El Nuevo Orden que se menciona en la película se establece en relación a distintas partes del cuerpo humano, de tal forma que Adam Sutler era la cabeza, el canal televisivo BTN funcionaba como la boca, las estaciones de vigilancia audiovisual hacían las funciones tanto el ojo como del oído, el inspector Eric Finch se convertía en la nariz y los agentes secretos eran la mano y los dedos.
En los minutos finales de la película, Eve Hammond utiliza estas palabras para describir al inspector Eric Finch el tipo de persona que era V:
Era Edmundo Dantés, era mi padre y mi madre, mi hermano, mi amigo, era usted y yo. Era todos nosotros.
De nuevo se recurre a Eve Hammond para pronunciar las palabras que despiden el filme:
Nadie olvidará jamás esta noche y lo que significó para este país. Pero, yo jamás olvidaré al hombre y lo que significó para mí.
No es de extrañar que se forjara un vínculo tan intenso entre V y Eve, ya que ambos tuvieron que pasar por una experiencia traumática, él con el fuego y ella con el agua, para quitarse la venda de los ojos y pasar a la acción. Por ello, está claro que no había mejor elección que Eve para terminar la misión comenzada por V. Por tanto, el fin de la venganza de él daba paso al perdón representado por ella.
Entre medias de los títulos de crédito finales, se hace un inciso para declara que la película está dedicada a la memoria del director de fotografía Adrian Biddle (1952 – 2005), cuya labor en V de Vendetta es digna de ser reconocida.
Inicialmente, el personaje de V le fue ofrecido a James Purefoy pero, cuando ya habían transcurrido seis semanas de rodaje, ciertas diferencias creativas les hicieron decidir reemplazarlo por Hugo Weaving (que, entre 1999 y 2003, ya había trabajado en el proyecto Matrix, también de los hermanos Wachowski, en el papel del agente Smith), quien acabó prestando su voz para las escenas ya grabadas con el anterior actor. En el caso del personaje de Eve Hammond, aunque nombres como los de Scarlett Johansson, Keira Nightley o Bryce Dallas Howard sonaban como posibles candidatas al papel, los productores se decantaron por Natalie Portman, ya que la actriz se encontraba muy ilusionada con el proyecto y con la idea de raparse la cabeza (pese a que acabó por convertirse en su escena más estresante, ya que, por razones obvias, hubo que rodarla en una sola toma).
La letra V se encuentra muy presente durante todo el proyecto, hasta el punto que, en el monólogo de la primera aparición del personaje protagonista, se pueden contar, en el idioma original, un total de cuarenta y ocho palabras que empiezan por la letra V, en una parrafada de cincuenta y cinco. Además, en los flashback que muestran el lugar donde el protagonista estuvo encerrado, podemos comprobar que todas las celdas están señaladas con números romanos y que la suya era la cinco que, como todos sabemos, se representa con la letra V.
Pese a la brevedad de su duración, la escena del dominó es de una gran belleza visual, cuya complejidad queda patente al saber que se utilizaron veintidós mil piezas. Para llevarlo a cabo, cuatro profesionales tuvieron que estar trabajando durante doscientas horas. Como anécdota curiosa, cabe comentar que, cuando la tarea ya estaba concluida, a alguien se le cayó un peine cerca de las piezas del dominó, lo que estuvo a punto de echar a perder todo el esfuerzo invertido.
Estaba previsto que la película se estrenara en los cines el 5 de noviembre del 2005, fecha en que se cumplieron 400 años del atentado provocado por Guy Fawkes, pero la suerte jugo en su contra. Finalmente, en Austin pudo verse en diciembre de ese mismo año, pero no llegó al resto de los cines hasta los meses de febrero y marzo del 2006.
Aunque es posible que Alan Moore y David Lloyd crearan la novela gráfica de V de Vendetta como mero entretenimiento, sin esperar que causara ninguna gran repercusión, lo cierto es que la máscara ideada por el dibujante se ha convertido en un símbolo de la lucha antisistema, tal y como demuestra el grupo activista Anonymous, que la ha adoptado como seña de identidad.
La revista Time habla del filme en estos términos:
V de Vendetta es igual de espectacular que la primera película de Matrix de los hermanos Wachowski.
Aunque tuvo un total de ocho nominaciones, la película solo consiguió dos galardones: el Saturn a la mejor actriz y el premio especial de Prometheus.
Pese a las opiniones que puedan tener Alan Moore, y algunos de sus fanes incondicionales, la verdad es que el filme funciona como una correcta adaptación de la historia original. No obstante, si su visionado te deja con ganas de más, hace ya algún tiempo que se lanzó el rumor de que se estaba trabajando en una nueva versión de V de Vendetta, en esta ocasión en formato de serie. Es bien cierto que no se han oído confirmaciones recientes acerca de que el proyecto esté avanzando, por lo que es posible que nunca lleguemos a verlo realizado pero, mientras que no haya una declaración oficial acerca de su cancelación, la posibilidad sigue existiendo.