Los deseos que son imposibles de cumplir siempre son los más codiciados. En algún momento de nuestras vidas, sobre todo cuando éramos niños, a todos nos ha apetecido poder atravesar una pantalla de televisión o cine y pasar a formar parte de nuestra película o serie favorita, aunque sabemos de sobra que es algo que jamás podremos llevar a cabo. La posibilidad de ver cumplido este irrealizable deseo es, precisamente, de lo que trata El último gran héroe, la película que analiza este artículo.
Bajo la dirección de John McTiernan, este filme, de 130 minutos de duración, vio la luz en 1993 y está protagonizado por Arnold Schwarzenegger (como él mismo dando vida a Jack Slater), Austin O’Brian (en el papel de Danny Madigan), Charles Dance (que interpreta a Benedict), Robert Prosky (que encarna a Nick), Tom Noonan (que se mete en la piel del Destripador), Frank McRae (que da vida a Dekker), Anthony Quinn (que hace de Tony Vivaldi), Bridgette Wilson (que se convierte en Whitney Slater), F. Murray Abraham (como John Practice), Mercedes Ruehl (en el papel de Irene Madigan), Art Carney (que interpreta a Frank Slater) y el Profesor Toru Tanaka (que encarna a un guardaespaldas).
El joven Danny Madigan es un fan indiscutible de la saga cinematográfica de Jack Slater, protagonizada por Arnold Schwarzenegger. Por eso, cuando su amigo Nick, que trabaja en un decadente cine, le ofrece la oportunidad de ver la cuarta película antes de que se estrene, Danny acepta encantado. Antes de que comience la sesión privada, al niño le es entregada una entrada dorada que, según dice Nick, llegó a su poder de manos del mismísimo Houdini. Al poco de iniciarse el filme, de un modo mágico, el niño se ve transportado a su interior, lo que le convierte en un personaje más de la película.
Aprovechando la original trama, el guion tiene la ocasión de hacer una crítica satírica sobre los clichés de las películas de acción, como el hecho de que los buenos no pueden morir mientras continúen siendo rentables en taquilla, a menos que se trate de secundarios cómicos.
Sin lugar a dudas, tal y como se muestra en la imagen superior, uno de los momentos más irónicos del filme es cuando Jack Slater se traslada al mundo real y tiene un encuentro con el auténtico Arnold Schwarzenegger. No obstante, según sus propias palabras, parecer ser que el ex gobernador de California no le cae muy simpático al personaje de ficción.
No podemos dar por completo el análisis sin mencionar uno de los datos más curiosos del largometraje. Aunque se trate de una película protagonizada por actores reales, también cuenta con la participación de un gato de animación, el cual responde al nombre de Bigotón, tal y como puedes comprobar bajo este párrafo, cuyas apariciones son breves, aunque lo suficientemente importante como para salvar la vida de los dos protagonistas en una ocasión.
El largometraje cuenta con un montón de evidentes referencias a películas y series míticas, entre las que podemos destacar El Coyote y el Correcaminos (1949), Instinto básico (1992), Terminator 2: El juicio final (1991), E.T., el extraterrestre (1982) o Batman (1989).
No obstante, pese a contar con una premisa interesante y haber llegado a convertirse en una película de culto, la verdad es que, en su momento, El último gran héroe no contó con el favor de la crítica especializada, ya que la mayoría de las opiniones coincidieron en el mismo punto:
Last Action Hero tiene todos los ingredientes para ser una gran película de acción, pero su tono disperso y su estructura desigual solo terminan creando un lío confuso y caótico.
Por su parte, Arnold Schwarzenegger tiene su propia teoría sobre cuál fue el motivo para que El último gran héroe fracasara en taquilla. Según el actor todo se debe a que coincidió con el cambio de gobierno estadounidense, en el momento de la sustitución de George H. W. Bush por Bill Clinton. Declaró el ex gobernador de California que Jack Slater era un héroe de acción machista, el cual había sido creado para ser destruido por los paradigmas de la época. Aparte de ese razonamiento del protagonista, también hay que tener en cuenta otro motivo: la crítica de los noventa no debió entender que, lejos de tratarse de una película de acción al uso, la verdadera intención era parodiar dicho género.
Definitivamente, si te gustan las películas que mezclan acción y humor y además eres seguidor de los filmes de Arnold Schwarzenegger, no cabe la menor duda de que El último gran héroe es el largometraje indicado para ti. No obstante, si después de verla, te quedas con ganas de más, no es ningún problema, pues la cantidad de películas de dicho género protagonizadas por este actor es inmensa y, a día de hoy, parece estar lejos de acabarse, ya que, a finales del mes que viene, llegará a las salas de cine una nueva entrega de Terminator y, como no puede ser de otra forma, lo hará con Arnold Schwarzenegger a la cabeza.