Yo soy la justicia
El equipo formado por Ed Brubaker y Sean Phillips no creo que a estas alturas necesite presentación, así como tampoco la necesita la serie Kill or be killed, cuyo primer tomo se publicó en nuestro país hace ya nada más y nada menos que un año. Se trata de una historia de género noir de gran calidad con la inclusión de unos elementos sobrenaturales que la alejan levemente de lo que estamos acostumbrados a ver de esta pareja, como ocurrió en su momento con Fatale. Y ahora, gracias a Panini Comics, podemos hacernos ya por fin con el tomo que muchos estábamos esperando desde hace tiempo: la continuación de esta magnífica obra en su segundo volumen.
La cosa se pone seria
En el primer volumen los autores ya ponían sobre la mesa todas las claves que marcarían el devenir de esta serie: Dylan, un joven corriente y moliente cuyas posibilidades de cometer suicidio aumentan con cada nuevo palo que le da la vida, ve cómo cambia todo para él cuando una noche una especie de entidad maligna sobrenatural se le aparece en la cama y le da un mensaje que no se puede ignorar: la muerte le llegará si no mata a una persona que se lo merezca.
El elemento sobrenatural realmente no altera significativamente el elemento noir predominante en esta historia, terreno en el que tanto Brubaker como Phillips se sienten tremendamente cómodos, y menos aún en este segundo volumen, en el que durante gran parte de su extensión hasta el propio lector podría pensar que está leyendo una adaptación al cómic de una película de los años setenta protagonizada por un violento Charles Bronson.
Dylan está en este segundo volumen ya de lleno metido en la dinámica de buscar objetivos merecedores de una muerte prematura para posteriormente eliminarlos de la forma más limpia posible, aplacando así la sed de sangre de la entidad sobrenatural que guía sus acciones. Resulta curioso que en determinado momento Dylan se llega a comparar a sí mismo con el Asesino del Zodiaco, aquel psicópata que aterrorizó el norte de California a finales de la década de los años sesenta y al que se le atribuyen cerca de 40 asesinatos, y sin embargo es imposible no compararlo más bien con David Berkowitz, conocido como el Hijo de Sam, que aseguró tras su detención a finales de la década de los años setenta que un demonio que había poseído al perro de su vecino le ordenó cometer los seis asesinatos de los que fue responsable.
Como resultado de un cúmulo de casualidades, el justiciero del pasamontañas rojo que asesina a indeseables en Nueva York comienza a ser un objetivo de alta prioridad no solo para la policía, sino también para la mafia rusa (resultado de lo ocurrido en el primer volumen de la serie). La presión no hará sencilla la vida de Dylan, una vida que en lo personal comenzará también a complicarse más de lo deseable debido a la enemistad que ha surgido entre él y su compañero de piso, a su affair con una antigua novia y a la extraña relación que mantiene con Kira, quien podría ser el gran amor de su vida. El cerco se cierra sobre nuestro protagonista, y la cosa promete ir a peor…
Maestros de la narración
Para sorpresa de nadie, este segundo volumen de Kill or be killed vuelve a estar excelentemente bien narrado por un Brubaker en estado de gracia y un Phillips que se mueve como pez en el agua en estos ambientes urbanos realistas al que solo le pondría la pega de utilizar en un par de páginas fotografías a modo de imágenes de televisión, un recurso que creo que no le sienta nada bien a esta historia.
Para quitarse el sombrero es especialmente el número en el que a través de un álbum de recuerdos de sus padres repasamos lo que ha sido la vida de Kira y la relación con estos. Todo un ejemplo de cómo usar lo mínimo para aprovecharlo al máximo y dar una dimensión a los traumas de esta joven que difícilmente se podría haber conseguido de una manera más tradicional.
Quedan un par de tomos más para ver el final de esta magnífica serie, que lleva ya más de un año terminada al otro lado del charco. La espera hasta que ese momento llegue será larga, pero sin duda merecerá la pena.
El segundo tomo de Kill or be killed publicado por Panini Comics en edición de tapa dura contiene 176 páginas a color con un tamaño de página de 18 x 27.5 cm. e incluye la traducción de la edición americana de los números del #5 al #10 de la serie Kill or be killed además de las portadas originales de cada uno de los números contenidos. El precio de venta recomendado es de 19,95 € y se puso a la venta en septiembre de 2019.
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Kill or be killed 2
ISBN: 9788413340142
Nuestro vigilante avanza hasta las profundidades de la oscuridad, mientras la policía de Nueva York comienza a sospechar que hay un hombre enmascarado en la ciudad asesinando criminales.
Una obra diferente a todas las de Brubaker y Phillips.
Guion: Ed Brubaker
Dibujo: Sean Phillips y Elizabeth Breitweiser
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