Los Vengadores últimamente han estado muy ocupados con los acontecimientos de Challenge of the Ghost Riders. Su lucha contra el Cosmic Ghost Rider y su participación en el enfrentamiento entre Johnny Blaze y Robbie Reyes ha ocupado las páginas de los últimos números de la serie regular de los heroés más poderosos de la Tierra. Pero en toda esta acción se ha echado de menos a uno de los miembros fundadores, que ha estado viviendo su propia aventura en separado. Y es que Iron Man no ha participado en todo este arco, y en Avengers #25 del guionista Jason Aaron descubrimos donde está.
En los momentos finales de este arco Tony Stark se encuentra persiguiendo un insólito hallazgo en una cueva de Turquía. En una cueva el multimillonario encontró una versión fosilizada de un viejo casco de su armadura fechada en hace más de un millón de años. La sorpresa llega cuando explorando el lugar del descubrimiento, el casco se enciende y recita ‘Rege Mephisto’, consumiendo a Iron Man en un destello verde. De repente sin saber cómo ha sido transportado al año 1.000.000 antes de Cristo, el año de formación del primer grupo de Vengadores, tal como se pudo ver en Marvel Legacy Alfa.
Tony Stark lleva seis meses atrapado en este pasado prehistórico, luce harapiento y ha desechado todo lo que ha podido de su armadura ahora ya agotada. Por si fuera poco, parece que una edad de hielo empieza a abrirse paso y una misteriosa luna de sangre ha invocado a un enemigo misterioso que lo ha estado persiguiendo desde su llegada. Sin toda la tecnología y los recursos a los que está acostumbrado, Iron Man lo tiene más difícil que nunca para sobrevivir en un ambiente con una era glacial y un enemigo prehistórico acechando. El 20 de noviembre llegará a los quioscos Avengers #26 y veremos que más sorpresas le depara el pasado.
