La serie regular de los Teen Titans cargo de Adam Glass está llevando a los jóvenes héroes por un camino turbulento. Y es que si por algo se caracteriza esta serie es por la cantidad de problemas internos normalmente surgido por la edad de los integrantes del grupo. El equipo liderado por Damian Wayne está aún asumiendo la traición de Roundhouse y sus consecuencias, entre ellas el retorno de Djinn a su anillo y la guerra interna por su amiga liderada por Kid Flash. Además de todo esto, ahora en el nuevo número de Teen Titans a todo esto se suma la conversión de uno de los integrantes del equipo en un asesino.
En Teen Titans #36 y siguiendo la estela del evento Year of The Villan somos testigos de cómo Crush, la hija de Lobo pierde totalmente el control. Con todo el asunto de Djinn está más descontrolada que nunca y atacó a sus compañeros en el número anterior. El número de este mes empieza con Lobo controlando a su hija con un dispositivo entregado al cazarrecompensas por Lex Luthor. Su plan es explotar a su hija como arma cuando su nivel de rabia llegue a ser suficiente.
El primer encuentro entre padre e hija se produce en Nueva York, en una escena de destrucción sin igual que hace a Lobo sentirse orgulloso de su vástago. El objetivo de Crush es un alienígena cambia formas con una recompensa sobre él vivo o muerto. El cazarrecompensas incita a su hija a que acabé con el fugitivo, y mientras este pide clemencia la hija de Lobo aplasta su cabeza de un pisotón. Esto supone un punto de inflexión en la vida de la joven chica, que pese a la aprobación de su padre sin duda esta acción traerá consecuencias en el futuro.