Si el fan de Marvel está acostumbrado a algo después de tantas y tantas lecturas es a que los personajes de la editorial mueran para posteriormente revivir. Tarde lo que tarde, por normal general son pocos los personajes que quedan muertos y esto ocurre especialmente en las historias de los mutantes. Las formas de hacer volver a estos personajes han variado durante los años, pero después de los acontecimientos de Potencias/Dinastía de X la forma de resucitar muertos se ha convertido en un proceso estandarizado. Y este nuevo proceso se ha empleado al fin para traer una de las bajas más importantes vistas en X-Force.
Recordemos que en el primer número de X-Force el profesor Xavier era asesinado por un comando superhumano desconocido. Lo que años atrás hubiera sido un problema grave, gracias a esta nueva forma de devolver a la vida en la que se implican cinco poderosos mutantes que combinan sus poderes junto a copias psíquicas de Xavier es solo un contratiempo más. La muerte de Xavier empieza a extenderse, y para controlar la situación Magneto atiende a unos reporteros que esperan alrededor de uno de los portales de Krakoa en Manhattan. Pero antes de que el amo del magnetismo diga una palabra, el propio Xavier sale del portal con su casco de Cerebro ya característico.
En el mismo número en páginas anteriores éramos testigos de cómo Charles Xavier abría los ojos en la capsula donde volvió a la vida, siendo este uno de los únicos planos donde se le ve la cara desde hace meses. También se nos muestra el recibimiento que recibe por parte de los mutantes, y el siniestro regalo que le hace Magneto: una espada forjada con los restos de Cerebro, que quedó destruida por una bala tras su muerte. Con este regreso el mundo mutante deja dos cosas claras: que Xavier siempre estará velando por los mutantes y que Krakoa necesita una fuerza de asalto para combatir estos ataques.