Aunque Panini sea la encargada actual de distribuir en España los cómics de Marvel, todo empezó con Vértice, editorial a la que debemos agradecer el atrevimiento de dar a conocer en nuestro país a una gran cantidad de personajes, sin tener la menor seguridad de si causarían el efecto deseado en los lectores españoles. Afortunadamente, la acogida fue lo suficientemente buena para que los protagonistas de estas nuevas aventuras hayan llegado hasta nuestros días y, gracias al empuje del cine y la televisión, gocen actualmente de una popularidad incluso mayor que la inicial. Sin embargo, existe un personaje, fruto de la misma época, que ha quedado injustamente relegado al olvido, excepto cuando un veterano lector de Vértice decide releer uno de sus viejos ejemplares. Su nombre es Tumbita, tal y como se puede leer en la imagen que acompaña a este párrafo. A continuación, detallaremos qué tipo de personaje era y cómo sus aventuras llegaron a aterrizar en las publicaciones de Vértice.
Creado en los años cincuenta por el español Antonio Vila López (más conocido por el nombre artístico Tunet Vila), el simpático esqueleto Tumbita es el protagonista de unas tiras cómicas, con una cabecera que corresponde al nombre del protagonista, las cuales cuentan con ciertas particularidades como la de aparecer publicadas en blanco y azul y la de ser prácticamente mudas, con la excepción de los letreros que sean necesarios (como el del metro que podemos leer en la imagen principal o las noticias que Tumbita suele leer en los periódicos). Con dos tiras por cada página, las aventuras de este personaje se publicaban en las caras interiores de la portadas y contraportadas de los cómics de Vértice. Por supuesto, al tratarse de una tira cómica, el personaje carece de profundidad y sus aventuras no tienen ningún tipo de continuidad.
La entrada de Tumbita en Vértice fue consecuencia de la amistad existente entre Fernando M. Sesén y Antonio Vila López. A principios de los años setenta, el creador del esquelético personaje que protagoniza este artículo acababa de concluir su trabajo en la colección Selecciones Ilustradas para la agencia Josep Toutain, de la que no salió nada satisfecho. Por tanto, cuando Fernando le preguntó si le importaría venderle los derechos de publicación de Tumbita, del cual Antonio ya le había hablado en alguna ocasión, la respuesta fue que había doscientas tiras del personaje guardadas en un cajón, ya que Selecciones Ilustradas nunca había sentido el menor interés por ellas, las cuales estaba dispuesto a ceder a cambio de una cantidad de dinero aceptable. Finalmente, Tunet Vila llegó a recibir mil pesetas por cada una de ellas, lo que le permitió hacerse con una cuantiosa fortuna, sobre todo en aquella época, algo que el mismo creador de Tumbita ha reconocido en diversas ocasiones. Anteriormente, el personaje solo había triunfado en Estados Unidos, rebautizado con el nombre de Mortimer, y con aventuras llevadas a cabo por Abel Julian y Roger Raymond.
Y así fue como este personaje llegó a Vértice y se encargó de amenizar diversas cabeceras de la editorial, como es el caso de las publicaciones de terror, que estaban escalando posiciones entre los seguidores del noveno arte, para las que las tiras de Tumbita eran consideradas como un contrapunto ideal.
Como curiosidad, cabe reseñar que Tunet Vila fue contratado por Vértice como rotulista, un cargo que algunos pueden ver como un atraso profesional, dado que en Josep Toutain figuraba como dibujante. No obstante, además de que no guardara ningún buen recuerdo de su época en dicha agencia, en algún momento decidió llevar a cabo una prueba con su amigo Joaquín Bláquez, que aún trabajaba para Josep Toutain, con el fin de comprobar cuál de los dos cobraba más. Contrariamente a lo que algunos podrían esperar, Tunet Vila advirtió que salía más económico rotular para Vértice que seguir como dibujante en la otra agencia.
Como ya hemos dicho anteriormente, si eres un lector veterano de Vértice, es seguro que este artículo habrá refrescado en tu memoria las antiguas historias de Tumbita. No obstante, si te apuntaste a la lectura de cómics Marvel gracias una editorial posterior, aún puedes buscar publicaciones de Vértice en convenciones especializadas, mercadillos o tiendas de segunda mano. Así, tendrás la oportunidad de conocer a un personaje que se convirtió en todo un clásico de la era del noveno arte de los años setenta.
Antes de considerar finalizado este artículo, merece la pena destacar que, además de este simpático esqueleto, otras creación de Tunet Vila llamadas Pito, el soldado pequeñito o Super Chupete también fueron incorporadas a las caras interiores de las portadas y contraportadas de los cómics Vértice. Sin embargo, algunos de estos personajes contaron con una mayor repercusión, ya que se han dejado ver en otras publicaciones, además de contar con su propia cabecera. Desde entonces, algunas editoriales han llevado a cabo recopilaciones de las aventuras de estos tres personajes, como la llevada a cabo recientemente por la editorial Eagza, tal y como se puede comprobar en la imagen que puedes ver a la izquierda de este párrafo.
