Antes de que Panini se hiciera cargo de la publicación de los cómics Marvel, otras editoriales llevaron a cabo dicha tarea, siendo Vértice, Bruguera y Planeta DeAgostini las más reconocidas por los fans, para bien o para mal. No tan recordada es la colaboración llevada a cabo por Ediciones Laida. Si a lo breve que resultó su recorrido marvelita le sumamos la peculiar manera de publicar el material, el resultado es tan estrambótico que le hace merecedora de un artículo propio, tal y como podrás comprobar en los siguientes párrafos.
Hasta la llegada de la década de los setenta, la única manera en la que un lector español podía conseguir hacerse con cómics protagonizados por los héroes de Marvel era por medio de Vértice. Sin embargo, entre 1972 y 1972, vieron la luz dos ejemplares pertenecientes a la colección Telexito, publicados bajo el sello de Ediciones Laida, dentro de la Editorial Fher S.A., de Bilbao, con un total 68 páginas, sin contar las cubiertas, a un precio de 125 pesetas. En un principio, parecía una gran idea, ya que el hecho de que se presentaran en formato de tapa dura, con buen papel y a todo color parecía una propuesta mucho más atractiva que la de Vértice, pero no es oro todo lo que reluce, como puedes comprobar en los siguientes párrafos.
El primer número, cuya cubierta queda reproducida al principio de este artículo, estaba dedicado a Los Cuatro Fantásticos y recopilaba los números que iban desde el 84 hasta el 87 de la edición americana de la Primera Familia de Marvel, en los que se relataba la aventura titulada Los Cuatro Fantásticos en Latveria, la cual aparecía editada como si se tratase de un solo número. El problema fue que, con la intención de acomodar las historias dentro de los límites fijados, se suprimieron dieciséis páginas, además de viñetas y bocadillos concretos y, por si esto no fuera suficiente, el tomo se despedía con la imagen inicial del número 87 americano.
El otro ejemplar que sacó Ediciones Laida protagonizado por personajes de la Casa de las Ideas fue Superhéroes Marvel, tal y como se puede comprobar en la imagen que acompaña a este párrafo. En este caso, se incluían aventuras de diferentes colecciones americanas: The Incredible Hulk nº 108, Captain America nº 100 y los episodios 98 y 99 de Tales of Suspense, protagonizados por Iron Man. Mientras que, al contrario que en el caso anterior, en el interior de este tomo si se reflejaba que pertenecía a Ediciones Laida y a la Editorial Fher, la despedida del tomo fue aún peor que la citada en el caso anterior, ya que la segunda aventura de Tales of Supense acababa con un final abierto, algo que Ediciones Laida decidió solucionar añadiendo un bocadillo adicional, cuyo contenido reproduzco a continuación, respetando los errores de puntuación con los que fue publicado en su momento:
¡Le reconozco…! ¡Ha perdido sus gafas pero es Jasper! ¡Por fortuna pronto se repondrá y volveremos a participar en nuevas aventuras.
Si has prestado algo de atención a la portada, habrás notado la inexplicable presencia de Thor y el hecho de que el cuerpo de Hulk aparece recortado en el lateral izquierdo del volumen. No obstante, si nos fijamos en la contraportada, podemos ver el resto del voluminoso personaje, seguido de Rayo Negro y Tritón. Lo curioso es que, al igual que el dios del trueno, los dos inhumanos tampoco aparecen en las historias contenidas en el tomo. A continuación, puedes ver la imagen al completo.
Aunque pueda parecer lo contrario, la verdad es que hay ciertas similitudes entre el modo de trabajar de Ediciones Laida y el de Vértice, no solo por el hecho de que ambas empresas decidieran sacar a la luz proyectos de los superhéroes americanos de Marvel, sino también porque en las dos editoriales optaron por portadas creadas por ellos mismos, aunque siempre tomando en cuenta dibujos originales de artistas como Jack Kirby. No obstante, los resultados finales eran mucho más toscos en el caso de Ediciones Laida, cuyo ilustrador de cubiertas permanece en el anonimato.
No es difícil darse cuenta de que el nombre de la colección Telexito hace referencia a productos de la pequeña pantalla que han triunfado entre los espectadores. Así, sus diferentes números ofrecían aventuras de diversa índole como Viaje al fondo del mar, Correcaminos o Furia, por lo que estos dos ejemplares de Marvel parecían salirse de la norma.
Si alguno de los lectores de esta web tiene en su poder cualquiera de estos tomos puede ver las cosas de dos modos diferentes: considerar que, debido a la desastrosa publicación, pagó por un auténtico timo (que parece ser lo que sentó las bases para que, años después, Bruguera hiciera algo similar) o verlo como rarezas únicas, cuyo valor reside en lo peculiar de sus mencionadas características. Sin lugar a dudas, lo mejor es quedarse con esta segunda opción.