Buffy Cazavampiros es una de las series de televisión más icónicas que han pasado por la pequeña pantalla. Fue realmente una serie innovadora, y Buffy Summers (Sarah Michelle Gellar) es la emblemática personificación de un poderoso personaje, tanto para jóvenes mujeres como para hombres. Pero si repasamos la serie, entre muchos episodios excelentes, hay uno que llama la atención. No hablamos del episodio musical (Once more, with a feeling), Hush, The Body o The Gift, sino de Normal Again, el décimo séptimo capítulo de la sexta temporada. Parece que su final estuvo cerca de convertirse en canónico y de conectarse con los X-Men.
En ese episodio, la protagonista se preguntaba si realmente era una chica demente en un hospital psiquiátrico, sufriendo alucinaciones sobre su vida como Cazavampiros. El final, en el que decidía ignorar a los médicos y volver a Sunnydale para salvar a sus amigos, que supuestamente estaban solo en su cabeza, dejaba a los espectadores con la misma duda que Buffy. Whedon quiso hacer mención a este hecho durante la época que estuvo escribiendo Astonishing X-Men, estableciendo un parentesco entre ella y Scott Summers, según reveló hace años durante su panel en la Comic-Con de San Diego de 2013.
Para mí se volvió fascinante porque hasta cierto punto se trataba del proceso creativo. Plantear la idea de que ella había creado este mundo significaba que podíamos examinar el mundo que habíamos creado y podíamos hablar de él de un modo “cuarta pared”, aunque no de un modo “cuarta pared” fastidioso… Por ejemplo, “¿cómo tiene sentido esto?”, que no solo resulta divertido para una serie en la que algunas cosas no tienen tanto sentido, sino también para, ya sabes, ese tipo de momento existencial en tu vida en el que estás como “¿En serio? ¿Esta es mi familia? ¿Así es como soy? ¿Esto es lo que comemos? Todo esto es muy raro y no entiendo cómo llegamos aquí”.
Intenté colocar una frase cuando estaba haciendo los X-Men para que Scott Summers dijera que tenía una prima que estaba en una institución mental y que creía que luchaba contra los demonios, pero no pude justificarla… no se me ocurrió una conversación para meterla.
De haber encontrado el modo de colocar esa frase en una conversación, Cíclope y Buffy hubieran sido primos, lo que es algo genial. El problema es que eso significaría que las aventuras de la Cazavampiros serían todas producto de su imaginación, lo que, en aquél momento, hubiera ahorrado muchas conversaciones entre abogados sobre los derechos del personaje. Ahora que tanto Marvel como la Fox (la cadena que emitió la serie originalmente) son propiedad de Disney ese problema no existe, así que ¿quién sabe?
