Acción desenfrenada con un toque de historia
Las novelas gráficas centradas en momentos históricos normalmente tienen un toque único para alejarse de lo que pueda ser un libro ambientado en la misma época. Por un puñado de dracmas no iba a ser diferente, ya que parece que Ivan García lo ha planteado desde un punto de vista de acción, sin centrarse mucho en la fidelidad histórica, como él mismo anuncia en el propio volumen.
Gracias a Grafito Editorial tenemos la posibilidad de poder acceder a esta novela gráfica que se recopila en un solo volumen en formato de cartoné. Vamos a analizar los diferentes apartados que tiene esta novela gráfica sin comentar mucho acerca de la trama o los posibles grandes spoilers, por lo que podréis echarle un vistazo para decidiros a comprarlo o no.
Una premisa simple con un trasfondo interesante
Como ya hemos anunciado anteriormente, cuando una novela gráfica se centra en una época histórica, es relevante poder tener un aspecto único que lo diferencie del resto. Aún así, muchas veces tampoco puede tratarse de algo que choque tanto con la época en las que se desarrollan los hechos, ya que puede realizar una incoherencia. En Por un puñado de dracmas no iba ser diferente pero se consigue un equilibrio entre ambos aspectos que queda bastante interesante.
El encargado de poder traernos esta historia, y además dibujarla, ha sido Ivan García. A través de sus propias referencias, en el apéndice aportado por el autor, nos comenta cómo ha intentado ser fiel, pero no del todo, ya que no es historiador. No obstante, esto no hace que pierdas el interés, ya que su historia llena de acción, hace que no puedas despegarte de las páginas.
Uno de los aspectos que puede echar para atrás, en una primera instancia, es la falta de conocimiento de la época. Siempre es algo que puede echar para atrás si tú género no es el de histórico o no te sientes cómodo en estos géneros, pero aún así ha sido una experiencia bastante disfrutable. No obstante, todo guarda una trama política de trasfondo de la época del relato, que también puede enganchar a los lectores más profundos.
Robusto dibujo con un genial coloreado
Tanto el dibujo como el color están muy bien llevados y escogidos debido a la época que se está tratando. Si lo analizamos detenidamente, sus páginas cohesionan bastante bien con algunos trazos y colores del arte de la época, dando una mayor similitud y acercándolo todo un poco más.
Es verdad que el dibujo podría llegar a ser más trabajado, ya que al final se observa bastante robusto y tosco, como si le faltara detallismo, pero no necesitamos más. La historia y sus personajes no requieren de mucho más, ya que casan muy bien entre ellos y el dibujo mostrado, pero sería el único matiz al que ponerle pegas.
Entretenimiento para los más fieles al género y los no tanto
Si algo tenemos que remarcar de la novela gráfica en general, debido a un perfil personal, es que a pesar de que el género histórico no es nuestra predilección, la historia es muy entretenida y pasajera para todo el mundo. Además de ello, la edición de Grafito Editorial es bastante manejable a un gran precio para lo que tiene para mostrarnos.
Desde la web animamos a haceros con este volumen que apuesta con el trabajo nacional, ya que nos proporciona un gran material que es muy disfrutable. Animamos a todos a darle una oportunidad, tanto te guste el género histórico como si no.
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Por un puñado de dracmas
ISBN: 978-84-120092-0-0
Sinopsis:
En una remota ciudad griega del lejano Epiro sus habitantes se encierran en casa tras la puesta de sol. Un enorme león tiene atemorizada a la región. El Tirano de la ciudad ofrece una cuantiosa recompensa a quien le de caza.
Un mercenario ateniense y un renegado espartano tendrán que unir fuerzas y superar sus diferencias para acabar con la bestia. Pero no todo es tan sencillo, cuanto más avanza la caza nuevas dudas les asaltan. ¿Es realmente una bestia asesina o como comentan sus nuevos amigos, una maldición del Olimpo?
¿Merece la pena enfadar a los dioses por un puñado de dracmas?
Guionista: Ivan García
Dibujante: Ivan García
Colorista: Ruth O’Leary
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