Si digo Marvel a casi todos se nos viene a la cabeza una legión de pintorescos tipos enmascarados que se parten la cara por las más diversas razones. Que si un gran poder conlleva una gran responsabilidad, que si me he puesto hasta arriba de suero de supersoldado, la cantinela de que he jurado proteger a un mundo que me odia y me teme…
Está claro que los superhéroes son la cara conocida de esta marca que ya forma parte de la cultura pop por derecho propio. Sin embargo, la historia de la editorial abarca décadas, y eso conlleva cambios de rasante, experimentos comerciales, crisis, éxitos y unos cuantos batacazos. Sí, querido lector, hubo épocas en las que La casa de las ideas hizo malabares narrativos para tocar todos los palos del cómic. Aunque hoy su producción se basa en exclusiva en las aventuras y desventuras de nuestras personas en pijama favoritas, otrora conjugaba este valor seguro con historias de diversa índole, del terror al folletín romántico.
Incluso tenemos periodos tan interesantes como aquella locura que fueron los años 70 del siglo XX, con los superhéroes en crisis de ventas y la editorial obligada a buscar petroleo en cualquier campo. Todo valía, y nacen cosas tan aparentemente absurdas (pero exitosas, todo hay que decirlo) como Howard el pato o el Hombre Cosa.
Así, entre tormentas y escasos momentos de calma, Marvel celebra 80 años en el candelero, fabricando sueños para varias generaciones. Con aires de celebración surge este volumen del que hoy os hablamos, que sirve al mismo tiempo como reivindicación y recuerdo de esos tiempos lejanos en los que se ponían los cimientos de la leyenda. Se reúnen en estas páginas algunos de los autores candentes de la actual Marvel con nombres mayúsculos de la industria del cómic, y con espíritu algo gamberro dedican estas historias entre la nostalgia y puesta a punto de conceptos que forman parte indispensable de la historia del cómic americano.
En las páginas de estas Leyendas de Marvel nos proponen un viaje por el pasado desde la perspectiva del presente, con la renovación de esos tebeos que fueron salvavidas y punta de lanza de La casa de las ideas. Actualiza géneros olvidados, que acabaron mezclados con el imparable cosmos superheroico, pero que en su momento álgido gozaron de enorme popularidad y esencia propia, e incluso sirvió para que algunos de los nombres propios de la editorial experimentasen con formas gráficas y narrativas distintas a las exigencias de las aventuras de justicieros.
Tal es el caso de los cómics románticos, idea de la siempre efervescente cabeza del Rey Kirby. O de los títulos de terror, que permitían a sus autores esquivar el dichoso Comics Code y plasmar ideas casi clandestinas, repletas de monstruos truculentos y violencia más o menos explícita. La experiencia real de algunos de los creativos de Marvel en conflictos bélicos supuso la explosión del género bélico, a medio camino entre la propaganda y la aventura, con títulos en los que nacerían pilares del universo de la editorial, como el mismísimo Nick Furia.
En este inabarcable paseo por el recuerdo, también hay lugar para el humor, para el western, para el pulp y la ciencia ficción, todos esos géneros que constituían el imaginario de toda la explosión del cómic como medio de expresión gráfica, destinado en principio al consumo masivo y rápido, sin que aquellos pioneros tuviesen en la cabeza crear todo un fenómeno atemporal.
Por supuesto, las historias que encontraréis en Relatos de siempre no son exactamente copias exactas de aquellos tiempos. Hay homenaje, sí, pero también sentido de la realidad y conexión con el presente. Por eso, como no podía ser de otra forma, los géneros se mezclan, se disipan y aparecen como algo nuevo, en ocasiones espeluznante. De hecho, es especialmente visible en los supuestos cómics románticos, donde el elemento sobrenatural o fantástico se hace notable.
Historias que se entrecruzan, experimentos narrativos, algo de descaro y mucho respeto por los clásicos es lo que encontraremos a lo largo de este volumen de la nostalgia. La sombra de gigantes como Lee, Kirby, Ditko o Heck será eterna. Es más, dudo que nadie se sienta incómodo ante la presencia a prueba del paso del tiempo de aquellos aventureros que asentaron las señas de identidad de una forma de entender el cómic que trasciende al propio medio.
Curiosidad en viñetas que, además, recupera el formato de historias cortas autoconclusivas que dota de cómoda ligereza a la lectura, ideada como muestra de respeto a la historia de la editorial pero con un contenido bastante heterogéneo, donde os sorprenderán de alguna manera. Además, cada historia se acompaña del necesario artículo explicativo que pone en contexto las narraciones en manos de gente de tanto renombre como Howard Chaykin, Gail Simone Cullen Bunn o David Lapham.
En cualquiera de sus encarnaciones, Marvel dejó pedacitos de grandeza a lo largo de estos 80 años de historia. Timely, Atlas, Marvel… da igual el disfraz, es justo celebrar tantos instantes de diversión e ilusión, de aplaudir a una editorial que es parte de nuestras vidas de lectores y coleccionistas. Y es genial mirar más allá de los superhéroes, el acercamiento a esa parte ensombrecida por el éxito masivo, pero que también dejó horas de diversión a la generación que abrazó el cómic como pilar básico de su entretenimiento.
Leyendas de Marvel: Relatos de siempre es un cómodo volumen en tapa blanda que recopila los one shot Crypt of Shadows, War is Hell, Journey Into Unknown Worlds, Love Romances, Gunhawks y Ziggy Pig-Silly Seal Comics. A todo color, y con gran variedad estilística tanto a nivel literario como visual, es nostalgia y entretenimiento en 152 páginas, que podrás encontrar en tu librería favorita al precio de 16 euros.
