Lo que hemos sacrificado para llegar aquí…
En el país de las barras y las estrellas hace ya mucho tiempo que la serie de zombies de Robert Kirkman y Charlie Adlar llegó a su final en el número #193, y en España también hemos llegado hace meses a ese punto a través de las ediciones en rústica que Planeta Cómic está publicando. Pero es ahora cuando la editorial acaba de publicar el octavo y último volumen de la edición integral de Los muertos vivientes, uno que cierra defiitivamente la historia de Rick Grimes y sus compañeros. Los seguidores de este formato no teníamos previsto verlo en este año 2020 (y menos aún con la situación actual relacionada con el COVID-19), pero casi sin avisar ha llegado como un regalo del cielo…
Otra vuelta de tuerca
A lo largo de la serie, desde aquel lejano y fatídico día en el que Rick se despertó en la cama de un hospital tan solo para descubrir que los muertos se habían levantado de sus tumbas para comerse a los vivos, hemos ido acompañando a nuestro grupo de protagonistas a través de diversas situaciones. En muchas de ellas lo que nos encontramos es la llegada a un nuevo entorno o comunidad que puede parecer algo que va a durar, una parada en el camino en la que poder relajarse y comenzar un nuevo futuro, pero que trágicamente y sin excepción se acaba transformando en un infierno de casquería en el que hay que salir por patas.
Tras el desastre de la guerra contra los Susurradores, los conflictos internos y, sobre todo, la muerte de Andrea, parece que se ha marcado un buen punto y aparte en la trama de esta serie. Al comienzo de este volumen nos encontramos con un grupo sanando heridas y con un Rick destrozado que se siente más cómodo pasando las noches junto a la tumba de su compañera que en su propia cama. En el lado positivo, parece que existe una cierta sensación de estabilidad…pero eso no es algo que suela durarle al señor Robert Kirkman…
El cambio llegará, como es costumbre, con el contacto con un nuevo grupo, uno que parece más organizado a todos los niveles que todos los que hemos visto hasta ahora. La Commonwealth, como se hacen llamar, es un grupo autosuficiente que está realmente cerca de haber construido una realidad similar a la que existía antes del despertar de los muertos. Sin embargo, algunos compañeros de Rick no tardarán en notar que viven con una estructura de clases notablemente marcada, una en la que a los privilegiados (por norma general, aquellos que ya tenían ciertos privilegios en el viejo mundo) les corresponden muchas más ventajas que a los demás. ¿Es esto suficiente para que esta ilusión de futuro desaparezca? ¿Han pasado nuestros protagonistas de luchar por mantenerse con vida día tras día a juzgar las políticas de convivencia de los demás? ¿Es aceptable construir una nueva sociedad a partir de unos cimientos en los que no todos tienen los mismos derechos? Los acontecimientos se precipitarán, la fatalidad llegará y el conflicto escalará vertiginosamente hasta su inevitable conclusión, una que nos llevará casi de forma inesperada hasta el final de la serie…
El fin de una leyenda
Han pasado muchos años desde que en 2003 esta serie comenzara a publicarse en Estados Unidos. Los muertos vivientes no solo es uno de los mayores éxitos en la historia del noveno arte, sino que es en gran parte culpable de poner de moda de nuevo los zombies en el siglo XXI, de impulsar a Image Comics a un lugar privilegiado en el que nunca antes había estado y de iniciar en la lectura a multitud de personas que llegaron a ella a través de su adaptación televisiva a cargo de la cadena AMC.
Nada más y nada menos que 193 números la colocan como una de las series independientes más longevas de la historia del cómic, y si ha llegado a estas cifras ha sido por el grandioso trabajo realizado por sus autores. Un trabajo, dicho sea de paso, que llegó a su final cuando estos decidieron que era el momento necesario, olvidándose de intereses comerciales y matando a la gallina de los huevos de oro en favor del arte. Un final que llegó sin ser anunciado, cuando nadie se lo esperaba, con un número de longitud extraordinaria que funciona a modo de epílogo y que nos cuenta, tras un importante salto al futuro, cómo todo lo que nuestros protagonistas han hecho durante estos años tiene su eco en las futuras generaciones.
Este último número lacrimógeno es la guinda del pastel, un autohomenaje que celebra todo lo vivido hasta ahora y que sirve como cierre perfecto a una de las historias más grandes que cualquier aficionado al mundo del cómic ha tenido el privilegio de leer. ¿Cuánto tardaremos en poder leer otra serie que acabe siendo tan importante como esta?
En el apartado gráfico el señor Charlie Adlar sigue dando muestras de lo grande que es, dominando a la perfección el arte de mostrar la putrefacción en viñetas y utilizando un estilo sencillo y eficaz a la hora de dibujar conversaciones y momentos cotidianos, poniendo siempre la narración limpia y comprensible como factor más importante. No deslumbra, pero cumple con su labor sobradamente.
El tomo integral Los muertos vivientes 8 publicado por Planeta Cómic se presenta en formato cartoné de tapa dura sin sobrecubierta. El tomo contiene 672 páginas a color y en blanco y negro, con un tamaño de página de 16,8 x 25,7 cm, y contiene la traducción de los números que van del #169 al #193 de la edición americana de la colección The walking dead. La edición incluye una galería con todas las portadas de los números individuales y una estupenda sección de material extra. El encargado de realizar la traducción ha sido Ignacio Bentz. El precio de venta recomendado es de 40€ y se puso a la venta en junio de 2020.
Robert Kirkman
Robert Kirkman es, sin duda, uno de los autores del momento, y su serie Los muertos vivientes (The Walking Dead comic) es el paradigma de las historias de zombis, una narración desgarradora de un mundo tomado por los no muertos, donde Rick y sus compañeros tratan de sobrevivir en el mundo exterior al tiempo que viajan a lo más crudo del interior del ser humano.
Kirkman ha logrado el premio Harvey al mejor guionista, así como el prestigioso premio Eisner a la mejor serie regular por Los muertos vivientes (The Walking Dead comic), que tras varios años de publicación no ha perdido ni un ápice de calidad. Por si esto fuera poco, actualmente su adaptación televisiva es un auténtico fenómeno de masas.
Entre sus obras también destacan Paria (Oucast, también en TV), El Asombroso Hombre Lobo y The Infinite. Además, es uno de los socios de Skybound Comics, editorial norteamericana que publica sus títulos en USA.
Charlie Adlard
Charlie Adlard nació en Shewsbury, UK hace mucho y aún reside allí con su mujer y sus dos niños (más dos gatos adoptados).
Lleva trabajando en el mundo de los cómics desde hace 15 años, prestando su arte a títulos tales como Judge Dredd, Marvel UK, X-files, Mars Attacks, X-Men, Hellfire Club, Batman, The Establishment, 2000AD o Warlock…En 2005, fue nominado a los prestigiosos premios Eisner en la categoría de mejor artista por Los muertos Vivientes (The Walking Dead cómic).
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Los muertos vivientes 8 (Edición integral)
ISBN: 978-84-1341-326-6
Después de casi dos décadas en curso, el exitoso cómic de Robert Kirkman llega a su fin.
Alexandría está sumida en la confusión y ahora Rick, Dwight, Eugene y Negan tienen algo que demostrar por sí mismos. Mientras tanto, un nuevo orden mundial les espera…
El último integral de la colección recopila los tomos 29 a 32 con The Walking Dead #169-193, junto a extras nunca vistos.
Guion: Robert Kirkman
Dibujo: Charlie Adlar
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