Recuerdo los libros de historia de la época del instituto, hace ya más años de lo que me gusta admitir. En ocasiones, parecía que se levantaba un muro de frialdad a través de datos, fechas, protagonistas casi deshumanizados. Con los años se entienden las formas, la búsqueda de objetividad para dar algo parecido a la verdad en términos globales. Pero también aprendes que la historia, más allá de los manuales, también son las anécdotas, los objetos cotidianos, las pequeñas voces sepultadas por los acontecimientos. Román López-Cabrera, en forma de ficción, reivindica esa parte del recuerdo colectivo de España, en forma de historia pequeña, de objetos cotidianos y canciones populares, que también son retratos de la crónica de nuestro país. ‘Memoria de una guitarra’ es un relato de derrotas y victorias, reencuentro con lo que fuimos y, por cercanía en el tiempo, lo que todavía somos en cierto modo.
‘Memoria de una guitarra’ rememora el sonido que forma parte de nuestra esencia cultural, a pesar de que ha quedado algo sepultado por el tiempo. El rasgueo de una guitarra, la voz pasional del cantautor, la canción como artefacto de cambio, las noches en pequeños locales cargados de humo y silencio para escuchar sueños de libertad en forma de canción… el escenario de López-Cabrera es nostalgia, claro, pero también justicia con un tiempo y las personas que lo vivieron, parte fundamental del cambio.
El autor nos invita a viajar en el tiempo. A los últimos años del franquismo, para ser exactos. Aquella época en la que el régimen parecía haberse relajado en un espejismo de prosperidad tras los durísimos años de posguerra. Tras el truco de trilero, la vida seguía igual. Voces apagadas, violencia institucional, censura. Todos las piezas de la fantasía de poder dictatorial, que se disfrazaba con la careta amable de cara al exterior.
Pepe Soller es el protagonista de esta memoria. Si buscáis en la colección de discos de vuestros padres (más bien de los abuelos, visto los tiempos que manejamos), no encontraréis ningún vinilo de este cantautor. Incluso si tiráis de modernidad y se busca en YouTube o cualquier otra plataforma de acceso a música en Internet, la búsqueda también será infructuosa. Soller, a pesar de la familiaridad del personaje creado por Román López-Cabrera, nunca existió. En este personaje el autor aglutina las peripecias de muchos de los que fueron en aquella época, que incluso aparecen como ilustres invitados en escenas concretas del cómic. Con este ingenio, se evita la intensidad de la biografía sin olvidar el dolor real de los protagonistas, ni el compromiso con la verdad.
Y, a pesar de ese carácter ficticio, López-Cabrera construye a alguien entrañable y real, gracias no solo a su aventura vital llena de pesares y encontronazos con la dura realidad de entonces. También es esencial el entorno, la construcción del espíritu de esos años esenciales en la historia reciente, convulsos, tan peligrosos como empapados de futuro. Soller se refleja en sus compañeros de viaje, en sus amores, amigos, en las vueltas que da su atribulada vida en la que deja mucho por el camino. Gracias a todo ese ejercicio de humanidad aplicada al personaje, tenemos un tipo creíble, tridimensional, con sus propias miserias e imperfecciones, pero marcado por su compromiso. Lucha exigente, que exigirá sacrificios, pérdidas, dolor físico y mental, que serán las semillas de las canciones que marcan una época.
‘Memoria de una guitarra’ nos propone toda una vida, contada desde el recuerdo en el crepúsculo de un hombre que está muy lejos de la gloria pasada. Permanece vivo en el corazón de aquellos que vivieron sus canciones, es leyenda susurrada en las notas a pie de página de la historia. Vuelve a los escenarios, y desde su silla, acompañado por la sencillez de la guitarra que le ha acompañado toda la vida, desnuda su alma en los recuerdos, casi perfecta comunión con el público que abarrota el teatro, mezcla de nostalgia y reivindicación. Soller repasa el pasado y mira a su legado, en los ojos del sorprendido nieto, hijo de tiempos mejores, metáfora de una generación que no debe olvidar de donde viene.
López-Cabrera marca la línea de salida en la España rural, de pobreza y olvido, de falta de perspectivas, de lucha clandestina y represión. Nos habla del exilio, de dejar atrás las raíces y comenzar de nuevo con la tristeza y la derrota sobre las espaldas. Rememora esos tiempos en los que había que cantar en bajito por si los vecinos sospechaban de las intenciones de la música y evitar incómodas visitas de la autoridad, de radios furtivas que emitían en la sombra canciones prohibidas, de ingenio para burlar la censura, de la vida azarosa y precaria del músico bajo la implacable mirada del censor.
Narra historias de habitaciones e intimidad, de abrazos y besos cuando el amor también tenía mucho de secreto. Nos arroja a celdas frías, despojadas de toda humanidad, donde envalentonados miserables aferrados a una ridícula parcela de poder descargaban odio en forma de puñetazos, como si los golpes acabasen con el eco de las canciones.
‘Memoria de una guitarra’ es un cómic que se siente, que se escucha, dibujado con inteligencia y libertad visual, aferrado a la realidad y narrado con una fluidez de aplauso. Pero, sobre todo, es ejemplo de cariño y respeto por aquellos a los que se representa en las viñetas, ejercicio de justicia, de restauración, de agradecimiento por esos golpes encajados para construir un futuro distinto al gris de la dictadura. Con espíritu crítico, melancólico, de cierto sabor a sueño nunca cumplido.
Hoy, las luchas son otras, los sonidos urbanos han cambiado, el futuro es incierto de maneras que nunca hubiésemos imaginado. En tiempos de nihilismo e individualidad extrema, quizá sea bueno escuchar esas voces que vienen de tiempos difíciles, que conformaron, para bien y para mal, lo que somos hoy como sociedad.
De fondo, el rasgueo de una guitarra. Al cerrar ‘Memoria de una guitarra’ un suspiro. Y la sensación de que el cómic es un medio muy enorme, que cuenta grandes historias.
‘Memoria de una guitarra’ ha sido publicado por Panini a través del sello evolution, donde publica obras más centradas en el autor. Editado en formato tomo de tapa dura, en su interior os esperan 128 páginas de recuerdos y humanismo. Lo podrás encontrar en tu librería favorita al precio de 18 euros.
[note]Pepe Soller, referente de la canción antifranquista, desde el escenario de un teatro parisino, y a sus 81 años, nos irá desgranando sus recuerdos: su exilio en Francia, sus inicios como cantautor, problemas con la censura franquista y todo lo que conllevaba ser un cantante comprometido en una época convulsa.[/note]