Que te conozcan por algo no significa que no puedas ¡hips! ser algo diferente si así lo decides.
Aunque estas palabras, pronunciadas por Maddie, que se considera a sí misma como la fan número uno de Gert, también nos las podemos encontrar en el interior del cómic, han sido las elegidas para servir de introducción al tomo. Y es que no cabe la menor duda de que se trata de una declaración importante de I Hate Fairyland: Buena chica, tercer volumen de esta peculiar saga, cuya primera y segunda parte ya analizamos en su momento. Si ya de por sí es difícil ser una mujer adulta encerrada en un cuerpo de niña, que además se encuentra atrapada en un mundo de cuento de hadas que odia, aún lo es más cuando descubre que la clave de su salvación se encuentra en darle un giro radical a su vida.
Tras despeñar por un barranco a su fan número uno, después de recibir su consejo, al que ya nos hemos referido al principio del artículo, Gert llega a la conclusión de que convertirse en una chica buena es la única manera de hallar la clave para poder escapar de Fairyland. Sin embargo, cada vez que intenta llevar a cabo una acción benévola, acaba complicando las cosas aún más. Por si esto no fuera suficiente, muchos de los habitantes de este peculiar reino se la tienen jurada debido a sus acciones pasadas y solo piensan en matarla. ¿Conseguirá Gert escapar de Fairyland antes de que su gran legión de enemigos y sus propios tropiezos logren impedírselo?
Los cómics recomendados solo para lectores adultos no suelen mostrar ningún remilgo a la hora de plasmar violencia brutal, escenas de sexo o lenguaje soez en su interior. No obstante, en el caso que nos ocupa, tenemos bastante de lo primero, mientras que lo segundo no es procedente en este tomo. Pero el dato curioso lo encontramos en el tema del lenguaje, ya que todas las palabrotas están modificadas, al igual que sucedía en los tomos anteriores.
Como curiosa anécdota visual, cabe destacar que, a medida de Gert va convirtiéndose en una buena chica, su rostro se va dulcificando, tal y como se muestra en las imágenes que acompañan al artículo, ya que, a lo largo de toda la historia completa, siempre la hemos visto con una expresión perversa y sádica.
Si te gustaron los dos primeros volúmenes de esta saga, puedes estar seguro de que I Hate Fairyland: Buena chica no te decepcionará en absoluto, pues, al igual que en los tomos predecesores, su lectura resulta tan ligera y entretenida que es posible que, una vez empieces a leerlo, no puedas parar hasta acabártelo de una sola sentada.
El escritor Jonathan Hickman opina sobre el creador de I Hate Fairyland: Buena chica en los siguientes términos:
Skottie Young es un maestro del dibujo, y este libro una obra maestra.
El tomo, cuya trama está divida en cinco capítulos, se completa con la reproducción de una de las imágenes más crueles y sanguinarias del volumen, la biografía de los autores, una portada alternativa y un recordatorio de las pertenecientes al primer y al segundo volumen.
I Hate Fairyland: Buena chica está correctamente publicado por Panini Comics, dentro del sello Evolution, en formato de tomo de tapa dura, a color, con un tamaño de 18 x 27,5 centímetros y un total de 144 páginas. Su precio es de 16 euros.
Trabajador exclusivo de Marvel, Skottie Young ha ilustrado portadas de diversos personajes punteros de la editorial, aunque su obra más destacada ha sido la de las cinco novelas gráficas dedicadas al mundo de Oz, las cuales llevó a cabo entre 2009 y 2014, siempre acompañado por Eric Shanower. Por otra parte, se encargó de ilustrar algunos ejemplares de Marvel Rocket Racoon. Ya en 2015, comenzó la saga cuyo tercer y último tomo analiza este artículo.
Jean-François Beaulieu ha sido portadista y colorista de diversos títulos de Marvel Comics. Entre sus últimas creaciones se encuentran obras como Invincible y esta misma saga.
[note] El bestseller del New York Times y ganador de un premio Eisner Skootie Young (El mago de Oz, Fortunately, The Milk, Little Marvel) continúa con su exitosa saga I Hate Fairyland, probablemente la más impactante pieza de ficción desde la invención de las palabras, incluso desde antes de la aparición del ser humano.
Haciendo caso omiso de las lecciones de su futuro yo-guerrero, Gert se entusiasma mientras explora el mundo de las convenciones, hace generalizaciones precipitadas sobre otras culturas y supera hábilmente las consecuencias de sus propias acciones. Su confiable guía (bocazas), Larry, consigue que ambos vivan algo así como una vida maravillosa. Pero Larry teme perder a Gert, que se encuentra en el que será su último esfuerzo por salir de Fairyland de una vez por todas… aunque habrá que ver si todo sale como ella lo ha planeado. [/note]