Desde el año 1948, la marca de caco en polvo soluble Nestlé Quik, que en 1999 fue rebautizado mundialmente como Nesquik, ha formado parte importante de muchas mesas de desayuno en todo el planeta, sobre todo destinado para el uso de los niños, con la intención de fomentar el consumo de la leche, al darle un sabor chocolateado. Pese a tener a una empresa tan potente como el Cola Cao, también creado en 1948, como competencia directa, el éxito del producto le ha llevado a la elaboración de derivados como los cereales Nesquik. Y, por supuesto, no podemos hablar de esta marca sin mencionar al conejo Quicky, un entusiasta de la leche chocolateada con estos polvos de caco soluble, que a veces aparece desnudo, a excepción de un gran colgante con forma de Q que le cuelga del cuello, mientras que, en otras ocasiones, se viste con una camiseta amarilla, encima de otra grisácea, unos pantalones azules y unas deportivas.
Aunque, en 1955, la compañía Nestlé decidió contratar al ventrílocuo Jimmy Nelson para publicitar el Nesquik, a través del muñeco Danny O’Day y el perro Farfel, en 1973 tomó el relevo el conejo antopomórfico Quicky, que ha permanecido como reclamo inamovible del producto desde entonces, parece que con la intención de quedarse. Debido a ello, hemos podido ver en diversos spots publicitarios de Nesquik, tal y como se muestra en el anuncio que se pude ver debajo de este párrafo.
Sin embargo, el simpático Quicky no se conformó con esto y quiso expandirse más allá de los límites iniciales, motivo por el cual, por increíble que parezca, se le ha podido ver codeándose con superhéroes de élite como son los casos de Spiderman o Superman, en unas curiosas interacciones que explicamos a continuación, gracias al análisis de dos de los cómics más bizarros que han llegado a ser publicados por una editorial:
The Adventures of Quick Bunny
Al no tratarse de una historia digna de ser recordada, la verdad es que no existe demasiada información sobre este cómic, publicado en 1984, con guiones de Jim Salicrup y dibujos de John Constanza y Rudy LaPick, protagonizado, como no podía ser de otra forma, por Quicky. Evidentemente, la intención de dicha publicación era promocionar la marca de Nesquik. No obstante, lo que más llama la atención es la aparición del amistoso vecino Spiderman en el interior del cómic, tal y como se anuncia en la parte inferior de la portada, en un claro intento de funcionar como reclamo, sin lugar a dudas. La labor del héroe arácnido en esta historia no es otra que le de ayudar a Quicky a recuperar unos trucos de magia que alguien le ha sustraído. Como dato anecdótico, podemos destacar el hecho de que, en la portada, justo al lado del título del cómic, se observa que pone que cuesta 60 centavos, mientras que en la parte inferior se advierte que es gratis, siendo este segundo dato el correcto.
Superman meets the Quick Bunny
A las ventas de Nesquik no debieron servirle de mucho la colaboración entre Quicky y Spiderman, ya que, en 1987, el simpático conejo volvió a formar equipo con un superhéroe, aunque en este caso se fue directamente a la competencia, con la clara intención de forjar una alianza con el hombre de acero, que por algo es el superhéroe más famoso de la compañía. Con guion de Mike Carlin y dibujos de Carmine Infantino, la trama nos contaba cómo Superman y Quicky tenían que enfrentarse al malvado Hechicero del Tiempo, un villano que causaba estragos meteorológicos con una varita mágica que, además, le permitía revivir y manipular momias a su antojo. Afortunadamente, el último hijo de Krypton y el conejo no estaban solos en esta tarea, ya que eran ayudados por una pandilla de niños adictos al chocolate y amigos de Quicky. Si la trama de la historia ya resulta disparatada por sí misma, lo más chocante de todo es que, a lo largo de sus páginas, te encontrabas con los pasatiempos típicos de la parte trasera de los envases de Nesquik.
Lejos de conformarse con esto, el conejo Quicky también ha protagonizado cómics propios, evidentemente centrados en el producto a promocionar, además de aparecer en muchos otros medios, incluyendo aquellos con tintes de parodia. El caso más destacado de esto último lo tenemos en el tercer capítulo de la cuarta temporada de la serie animada para adultos La casa de los dibujos, que llevaba por título Leche de chocolate, en la que Quicky tenía un extraño cameo con referencias sexuales. No obstante, lo que más nos debe llamar la atención en esta web son sus ya mencionadas interacciones con superhéroes tan populares como Spiderman y Superman, que nunca podrán ser considerados como grandes obras del noveno arte pero, sin lugar a dudas, merecen su parte de mérito, ya que sus originales tramas siempre serán consideradas como dos de las aventuras más bizarras que se hayan publicado en las editoriales Marvel y DC.