Como todo superhéroe que se precie de serlo, Spiderman cuenta con una galería de villanos de lo más extensa, entre los que podemos destacar a enemigos tan peligrosos como el Duende Verde, el Doctor Octopus y Veneno, por citar algunos famosos ejemplos. Pero, sin lugar a dudas, algunas de las situaciones más extrañas a las que el hombre araña ha tenido que hacer frente a lo largo de su extensa carrera como superhéroe giran alrededor de Gog. Aunque es cierto que no se trata de un personaje muy conocido, su historia no deja de ser peculiar, tal y como puedes comprobar si continuas leyendo este artículo.
La primera aparición de Gog en los cómics tuvo lugar en The Amazing Spider-Man nº 103 (1971), por obra de Roy Thomas y Gil Kane, cuya portada puedes ver reproducida debajo de este párrafo, aunque sus auténticos orígenes no han sido revelados hasta la actualidad.
Para contar la historia de Gog desde el principio, tenemos que ir muchos años atrás en el tiempo y en el espacio hasta un lejano planeta, en el que a un niño, para ser correspondido por sus buenas acciones, se le regaló un ser de la raza tsilin. Cuando crecían, estas criaturas se utilizaban para la guerra en algunas dimensiones, pero en dicho reino, en el que siempre se mantenían pequeños, podían llegar a ser unas amistosas, inteligentes y leales mascotas.
El cariño que se forjó entre el niño y el ser de la raza tsilin no conocía límites. Estaban juntos todo el tiempo y hasta dormían en la misma cama. Sin embargo, aquello no iba a ser así para siempre. Cuando la guerra llegó a aquel mundo, la paz se esfumó de golpe y el pobre tsilin comenzó a aprender lo dura que podía ser la vida.
La familia real de dicho mundo, a la que pertenecía aquel niño, tuvo que meterse en una cápsula de escape para poder escapar del ataque. Por desgracia, allí ya no había espacio para el tsilin, de modo que fue colocado solo en un carguero, que nunca llegó a su destino al ser alcanzado por el disparo de una nave enemiga.
El averiado vehículo que transportaba al tsilin llegó a nuestro planeta y aterrizó en la Tierra Salvaje, donde fue encontrado por Kraven, que decidió rescatarlo, ocuparse de él y bautizarlo con el nombre de Gog. En nuestro planeta, esta criatura sí estaba destinado a crecer, por lo que acabó convirtiéndose en un gigantesco monstruo.
Kraven pensó que podía aprovecharse de la criatura para apoderarse de la Tierra Salvaje, aunque Ka-Zar y Spiderman, que casualmente se encontraba allí, no se lo pensaban poner fácil. Finalmente, mientras que el señor de la jungla logró derrotar a Kraven, Spiderman pudo detener a Gog al conseguir atraerlo hacia una zona de arenas movedizas, en las que el monstruo se hundió.
Sin embargo, aunque esto parecía ser el fin para el monstruo, fue rescatado por el Saqueador, el hermano de Ka-Zar, que lo adaptó como sirviente, gracias a un dispositivo que permitía a Gog hablar en inglés. Con su ayuda, el Saqueador viajó hasta Nueva York con la intención de robar la fórmula del suero del supersoldado. Sin embargo, Ka-Zar se volvió a cruzar en el camino de ambos y Gog acabó escapando de aquella situación mediante el uso de unas pulseras de teletransportación. Tras saltar hasta la Estatua de la Libertad y el World Trade Center, acabó en otra dimensión.
Allí fue encontrado por el Doctor Octopus, Electro, Buitre, Misterio y Duende, que reclutaron a Gog como nuevo miembro de los Seis Siniestros. Así, regresaron a Nueva York para luchar contra Spiderman y cualquier otro héroe que se pusiera en su camino. Sin embargo, Solo derrotó a Gog en combate y el resto de los villanos también fracasó. Mister Fantástico utilizó las partículas Pym del Hombre Hormiga para encoger a la criatura y devolverla a la dimensión de la que había venido.
El destino de este viaje llevó a Gog a reencontrarse con su antiguo dueño, aunque ya no se trataba de un niño. Por supuesto, ambos se alegraron de volver a verse. Sin embargo, por desgracia, este reencuentro tuvo lugar en mitad de una batalla, que causó la muerte del antiguo dueño de Gog. La criatura, que se encontraba feliz de haber vuelto con su mejor amigo, lo perdió para siempre.
Devastado por la tragedia, el tsilin decidió cumplir la última voluntad de la desconsolada madre: coger todos los pedazos de una tablilla ancestral, que habían caído en aquel plano de la realidad y que solo había traído problemas, a cualquier sitio donde jamás pudiera acabar en las manos equivocadas.
Cuando Gog volvió a la dimensión de la que había venido, tuvo un encontronazo con las mutantes Magik, Gata Sombra y Bo en la Isla de los Monstruos. Finalmente, las tres se teleportaron de regreso a la Escuela de Jean Grey para Aprendizaje Superior, mientras que Gog continuó con la tarea que le había sido encomendada.
Con el paso de los años, la vida de todos los personajes de Marvel ha cambiado considerablemente. En el caso de Peter Parker, actualmente comparte piso con Randy Robertson y con Fred Myers, más conocido por ser el villano Boomerang, aunque parece haberse vuelto un poco más honrado. Por ese motivo, cuando Fred le pidió ayuda a Spiderman para obstaculizar los intentos del alcalde Wilson Fisk por hacerse con todos los pedazos de la tablilla ancestral, el trepamuros, que no guardaba buenos recuerdos de su experiencia con dicho objeto, aceptó.
Lo que ninguno de los dos podía adivinar era que Gog custodiaba, personalmente, uno de los fragmentos y estaba más que dispuesto a cumplir su promesa de protegerlo. Sin embargo, en su interior, la criatura sigue teniendo la ingenuidad de un niño y, cuando Fred le tiró sus boomerangs para detenerlo, Gog creyó que se trataba de un juego.
Esto le dio a Spiderman una idea sobre cómo pararle los pies. Le pidió a Fred que lanzara uno de sus duermerangs (boomerangs cargados con gas narcótico) al interior de un camión. Como el trepamuros esperaba, Gog se lanzó en su persecución y, al quedar un residuo de las partículas Pym dentro de su cuerpo, pudo encogerse lo suficiente para caber en el camión y ser afectado por el gas narcótico del duermerang.
Aunque la amenaza que suponía Gog quedó neutralizada, una nueva responsabilidad se cernía sobre Peter Parker, que nunca en su vida se había sentido preparado para tener una mascota. Sin embargo, cuando Fred Myers se encariñó con Gog, Spiderman aceptó a regañadientes que se lo llevase a su casa, ya que no era buena idea dejarlo solo, a merced de los hombres de Kingpin.
Y de esta inesperada manera es como Gog logró volver a ser feliz, como mascota de Peter Parker, Fred Myers y Randy Robertson. En palabras de Peter Parker:
Al Ver a Gog Así, no puedo evitar sentir cosas… como la sensación de que ambos sabemos lo que es perderlo todo. Que AMbos estamos intentando hacer lo correcto frente a esas tragedias. Y confiamos en que encontremos a otros que querer por el camino. De modo que sí, Peter Parker (y SPiderman) tiene una mascota. Y de momento, debo reconocer… que es asombrosa.