Batman Año Uno: la película que nunca vimos

El cómic realizado por Frank Miller y David Mazzucchelli ha pasado por méritos propios a ser una de las obras cumbre del noveno arte. Batman: Año Uno nos narra como fueron los inicios del murciélago, así como los de James Gordon en la comisaría de Gotham.

Pues bien, según nos informan desde Cbr, el propio Miller junto con el director Darren Aronofsky estuvieron cerca de adaptarla a la gran pantalla en 2002. La película debía ser un reinicio de la saga Batman, dejando atrás las de Joel Schumacher, sin embargo, el proyecto acabó abandonándose, y dando paso a Batman Begins, ya sin la participación de ninguno de los dos.

El motivo principal por el que se renunció al proyecto, fue la dureza tanto implícita como explícita que contenía el guion de Miller. Esto podemos observarlo en algunas escenas que salieron a la luz como estas: Bruce le escribe cartas a su padre muerto; Gordon en una escena aparece sentado en inodoro apuntándose con la pistola en la boca con ánimo de suicidarse; a Loeb no le importa que un niño rehén sea asesinado si así atrapa a su captor; Bruce pierde los dientes en una pelea y debe usar dentadura postiza; Batman obliga a un traficante de drogas a comerse su producto y, quema a unos enemigos con fósforo blanco… y estos son solos algunos detalles.

Aunque dichas escenas se alejan un poco del cómic original, si que encontramos otros paralelismos como: el incidente en el que Jim Gordon salva a un niño de un hombre trastornado y se convierte en un héroe público; los variados encuentros de Gordon con el detective Flass; Bruce finge una cicatriz en la mejilla para ocultar su identidad; Gordon pregunta a un joven y guapo Harvey Dent si es Batman; la secuencia de la vivienda abandonada; e incluso Gordon repite su frase “Estoy prácticamente ciego sin mis gafas” después de que Bruce es desenmascarado.

Este alto nivel de violencia y contenido sexual, elementos que son muy del gusto de Miller, y que si pudimos ver en la adaptación de Sin City, acabaron por tirar por la borda el proyecto. Sin duda a los fans de Batman y de Miller les hubiera encantado ver como se relaboraría Año Uno como una película, pero quizás fue precisamente el hecho de alejarse tanto del cómic lo que trunco su existencia.