Para sufrimiento de los superhéroes y disfrute de los lectores, las páginas de los cómics están llenas de villanos de los más variopinto. No obstante, aunque algunos de las nuevas creaciones puedan llegar a consolidarse como rivales de primera fila, en el corazón de lo lectores siempre tendrán un lugar especial los enemigos más clásicos de cada superhéroe, como Doctor Octopus y Duende Verde, en el caso de Spiderman. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en un villano del hombre araña mucho más veterano, que vio la luz antes que los dos mencionados anteriormente, pero que, en la actualidad, ha quedado relegado al olvido. Su nombre es Phineas Mason, pero es más conocido por sobrenombres como Chapucero o Remendón, aunque en este artículo nos quedaremos con el primero de ellos.
Este personaje, de 1,73 metros de estatura, 79 kilos de peso, ojos grises y cabellos blancos, debutó en las páginas del cómic The Amazing Spider-Man nº 2 (1963), con guiones de Stan Lee y dibujos de Steve Ditko, cuya portada se muestra en la imagen que hay bajo este párrafo. La habilidad del Chapucero a la hora de construir todo tipo de aparatos mecánicos y eléctricos, se encuentra a la par de la que poseen héroes tan inteligentes como lo son Mister Fantástico o Iron Man. No obstante, al contrario que ellos, este personaje tomó la decisión de usar su privilegiada mente para hacerse rico y vengarse de aquellos que él considere que lo merecen.
Aunque al Chapucero no le gusta mezclarse directamente en actividades delictivas, sus artilugios han sido de lo más decisivos, ya que fue el responsable de construir al Acicroide para la Maggia y el exoesqueleto de Cabeza de Martillo. Así mismo, otros personajes de sobra conocidos por los seguidores de esta web, como el Escarabajo, el Duende, la Gran Rueda, el Escorpión y la Gata Negra, han acudido a él en diversas ocasiones, lo que le ha llevado a convertirse en un hombre rico.
Su primer encuentro con Spiderman tuvo lugar a raíz de una visita casual de Peter Parker a la Tienda de Reparaciones del Chapucero. Gracias a su sentido arácnido, el joven héroe se dio cuenta de que Phineas Mason, en colaboración con unos alienígenas, estaba modificando todas las radios de su tienda con la intención de hacerse con todos los secretos de las figuras clave del Estado, además de las de la industria privada.
Por supuesto, Spiderman logró frustrar dichos planes. No obstante, en su persecución de los villanos, el héroe solo consiguió quedarse con una máscara del rostro del Chapucero. No sería hasta años después que descubriría que Phineas Mason trabajaba con Quentin Beck (más conocido como Misterio), que lo de la invasión alienígena era pura fachada y que el móvil de los robos llevados a cabo por ambos villanos era puramente económico.
Tras varios intentos vanos de vengarse de Spiderman, el Chapucero volvió a dedicarse a la venta de armas y equipamiento, oficio que tan buenos resultados le había dado en el pasado. Sin embargo, los problemas vinieron cuando su hijo Rick fue liquidado por unos asesinos que estaban en libertad por culpa de Michael Hart, un corrupto abogado que había logrado ascender a juez por medio de sus contactos en el mundo del crimen.
Cuando el Chapucero se coló en casa de dicho magistrado, en busca de pruebas en su contra, el piso se encontraba vacío. Sin embargo, Michael Hart y su esposa Alice regresaron de manera inesperada y Phineas Mason, de manera accidental, asesinó a la mujer. Presa del pánico por lo que acababa de hacer, también mató al marido. Sin embargo, pese a encontrarse en el lado equivocado de la ley, por la mente del Chapucero nunca pasó la idea de convertirse en un asesino.
Gracias a sus habilidades, Phineas Mason logró devolverle la vida a Michael Hart, que regresó al mundo de los vivos dotado de unos extraños poderes, decidido a hacer justicia y compensar todos sus errores del pasado, bajo el alias de Juez. El Chapucero, que en toda su vida no se había dedicado a otra cosa más allá de la creación de amas, vio aquello como una causa justa a la que dedicarse en los años que le quedaban de vida. Por tanto, como acto de contrición, decidió convertirse en ayudante de Juez.
Pese a tratarse de un personaje mucho menos relevante que otros que aún están esperando su oportunidad, el Chapucero ha sabido dar el salto a otros medios, como en diversos episodios de las serie de televisión El espectacular Spider-Man (2008 – 2009) y en el primer capítulo de la segunda temporada (vigésimo sexto en total) de la serie Spider-Man (vigente desde el 2017), titulado Como perdí mis vacaciones de verano. Fuera del terreno de la animación, también apareció en la película Spider-Man: Homecoming (2017), interpretado por Michael Chemus, tal y como se muestra en la imagen inferior.