Tas el lanzamiento de la última consola de Microsoft, Xbox Series X y Series S, surgió un problemas que pocos pudieron prever, las existencias son muy limitadas. Tanto es así que actualmente apenas es posible hacerse con una, y cuando llegan a algún establecimiento vuelan rápidamente. Este mismo problema luce en la acera de enfrente con PlayStation 5. Lo preocupantes es que desde dentro adelantan que la situación se prolongará al menos hasta junio, lo que está favoreciendo la revente del producto. Pero… ¿por qué?
Uno de los motivos principales esta siendo la escasez de componentes. Es el motivo de que se señale junio como la fecha en la que se espera paliar el problema. Y es que la CEO de AMD, Lisa Su, advirtió que no podrá hacer frente a la producción (tanto para Xbox como para PlayStation) hasta esa fecha.
En muchos sentidos, no quieren satisfacer la demanda inicial. Quieren que siga existiendo esa brecha entre la oferta y la demanda. Quieren que la expectación dure un largo periodo de tiempo.
Pero hay un sorprendente tercer motivo, tanto Sony como Microsoft pierden dinero con cada consola que venden. Esto se debe a que el coste de los componentes y de los procesos de fabricación se va reduciendo con el tiempo, lo que hace que el dinero que se pierde con cada consola se vaya reduciendo. En cierto momento, por supuesto, las consolas dejan de hacer perder dinero y logran un margen de beneficio.
