La Orden 66 hizo mucho más que obligar a los soldados clon a asesinar a sus aliados Jedi. La orden también cambió por completo sus personalidades
La siguiente noticia contiene spoiler de importancia para todos aquellos lectores que no hayan visto el primer episodio de la temporada uno de Star Wars: La remesa mala. Avisados estáis.
La serie animada Star Wars: La remesa mala ha mostrado en su primer episodio como la fatídica Orden 66 obligó a los soldados clon a asesinar a sus aliados los Caballeros Jedi, pero algo que no sabíamos es que también trasformaba permanentemente la personalidad de los soldados para peor. Gracias al medio ScreenRant vamos a contaros en qué más cambiaron los soldados clones.
Pese a que los Caballeros Jedi y las tropas de clones fueron los héroes de las Guerras Clon, el plan ideado por el Canciller Supremo Palpatine supuso en última instancia una artimaña para consolidar su poder y eliminar la República para instaurar el reinado de terror del Imperio Galáctico.
Se sirvió, como ya conocemos todos, de una directriz conocida como la Orden 66, siendo esta uno de los puntos clave en su estrategia para hacerse con el poder y eliminar de un plumazo a sus adversarios más temibles y que podrían por tanto echar al traste el plan del Lord Sith. Mediante un chip implantado en todos los soldados clon consiguió el control mental de los mismos anulando su voluntad y libre albedrio convirtiéndolos en asesinos al servicio del incipiente Imperio.
La relación entre las tropas de clones y sus mandos Jedi siempre fue respetuosa, cordial y estrecha, ya que ambos eran uno en el campo de batalla, y a pesar de que los soldados tenían personalidades distintas ninguno hubiera atacado, y menos asesinado, a los Caballeros Jedi por su propia voluntad. Es por eso, que los Kaminoanos y Darth Sidius necesitaban de los chips de control mental. Ningún soldado clon lucharía por algo tan terrible como el Imperio o la Alianza separatista sin algún tipo de lavado de cerebro.
Hasta aquí nada que no supiéramos ya los fans de Star Wars. Gracias a la serie de Disney + en su primer episodio podemos ver la ejecución de la Orden 66 en la Batalla de Kaller. La mayor parte de la Fuerza Clon 99, debido a sus mutaciones, y en el caso de Echo por sus implantes cibernéticos, es inmune al control mental de la Orden 66, pero Crosshair y todos los demás clones sufren el lavado de cerebro, por lo que acaban matando a la Maestra Jedi Depa Billaba e intentando lo mismo con su padawan Caleb Dume.
Tras la ejecución de la Orden 66 ningún soldado clon volvería a ser el mismo ni tuvieron ni un atisbo de arrepentimiento
Más tarde la Remesa mala regresa al planeta de Kamino donde perciben que sus hermanos de armas actúan de manera antagónica a cómo lo habían hecho hasta ahora, incluso mantienen actitudes amenazadoras. Crosshair, que normalmente ignora a las figuras de autoridad como sus compañeros de escuadrón, se vuelve irreflexivamente obediente, independientemente de sus órdenes. En un momento particularmente impactante para los espectadores, los soldados clones en Kaminoo aplauden la declaración de Palpatine cuando anuncia la instauración del Imperio Galáctico, un régimen fascista del que los clones normalmente se sentirían asqueados.
Por lo que se puede decir que tras la ejecución de la Orden 66 ningún soldado clon volvería a ser el mismo, ya que en ellos no hay ni un atisbo de arrepentimiento por asesinar a los Maestros, Caballeros y Padawans Jedi, ni por condenar a la galaxia a someterse al fascismo, es más, debido a la ejecutiva orden de Palpatine casi todas las tropas se vuelven especialmente sumisos y obedientes ante el reinado de terror.
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