Aprovechando que hoy, 6 de agosto, se estrena la banda sonora, os traemos nuestra crítica a la segunda temporada de la serie El Cid, que podéis ver en Amazon Prime Video.
El Cid: el Poema contra la serie
Me encanta el Cid (los que sois habituales de los podcasts de LCDE ya conocéis mi edad… más o menos). Tanto el Cid literario, mítico, como el Cid histórico, me encanta el personaje y todo lo que le rodea. Así que os podéis imaginar cuando Amazon estrenó esta serie, en noviembre de 2020, mi “hype” estaba por las nubes. Mi primer error.
La primera temporada me decepcionó. Y mucho. Y el caso es que prácticamente todos los ingredientes estaban bien: buenas actuaciones (en general), buena producción, los escenarios (rodada en Soria, Burgos, Teruel, Madrid, Zaragoza…), una magnífica banda sonora, el tono épico… Pero no me gustó. Y es que olvidé algo fundamental: esta serie no es una adaptación ni de la figura histórica, ni del Poema, ni de los romances… es una serie de ficción. Y olvidar esto fue mi segundo error.
El problema de las adaptaciones (ya sea de libros, cómics, etc.) al cine o la televisión es que nunca sabes qué debes esperar: ¿algo fiel a lo que ya has leído (y por tanto que no te sorprenda) o algo diferente (y que te sorprenderá)?
Yo no tenía muy claro lo que quería ver, pero las diferencias (para mí entonces errores) entre historia y serie me hicieron rechazar esta primera temporada: el apodo de “Ruy”, mujeres gobernando en el siglo XI, el uso de un castellano demasiado actual (¡ese tuteo!) y un largo etcétera.
Repito, es una serie de ficción y, como tal, puede tomarse varias licencias, pero eso no implica que existan personajes inventados (Orduño) o dolorosas imprecisiones históricas como la propia Tizona (¡ay!).
Aún así, al comenzar la segunda temporada decidí darle una segunda oportunidad a la serie, sobre todo después de haber podido hablar de manera informal con varios de los responsables (incluidos los creadores de la serie José Velasco y Luís Arranz o el director de la serie Marco A. Castillo).
El Cid, la serie
Pero vayamos a la crítica. Una de las mejores cosas que pude sacar de la primera temporada fue que podría ayudar a desmitificar la leyenda del Cid, mostrando lo que realmente fue: un valeroso y caballero de carne y hueso, práctico y pragmático.
Si la primera temporada giraba en torno a los últimos días de la vida de Fernando I de León (interpretado por José Luís García Pérez), esta segunda sigue exactamente en el mismo punto, con las disputas entre sus hijos por los tronos: Alfonso (Jaime Olías), Sancho (Francisco Ortiz) y García (Nicolás Illoro), sin olvidar a Urraca (Alicia Sanz) y a Elvira (Lucía Díez).
El Cid (interpretado por Jaime Lorente) tiene a su alrededor muchos personajes que influyeron directamente en su vida, y esto repercutía en la primera temporada, donde muchas tramas no se desarrollaban todo lo que deberían por dar espacio a la presentación de todos ellos.
Los personajes ya están situados y son reconocibles para el espectador, destacando Urraca que, a pesar de lo dicho sobre las mujeres en la Edad Media, el personaje que aquí se nos representa es uno de los más interesantes de la serie, mostrándonos aquí una interpretación más íntima.
Al igual que los personajes, las tramas ya están mostradas, por lo que esta segunda temporada se puede centrar en el drama y la acción, enfocándose en la guerra fratricida.
Rodrigo Diaz de Vivar, ha crecido como personaje: si en los cinco capítulos de la primera temporada veíamos un hombre determinado en sus objetivos y su honor, ahora vemos también un hombre que está llegando a sus límites, enfrentado entre el deber y el amor.
Lorente, a diferencia de personajes que ha interpretado anteriormente, nos muestra a un Cid bastante contenido, con una clara rabia interior que, lógicamente, explota en las escenas de acción, como las batallas.
Las batallas que son, en realidad, lo mejor de esta serie. Y es que como he dicho, la producción es uno de los puntos fuertes de El Cid, ya desde la primera temporada, pero cuya calidad aumenta en esta segunda donde aspectos como la iluminación, por ejemplo, son magníficos.
Seguimos asistiendo a bestiales enfrentamientos, pero se aumenta la escala de forma lógica, cuando la narración lo necesita, llegando a unos niveles épicos más que aceptables. Y eso incluso cuando algunas escenas son algo escasas en cuanto a guerreros.
También siguen destacando las interpretaciones, con una media muy alta. El problema es que al existir muchos personajes (inevitable por otra parte), no todos tienen el mismo nivel de calidad interpretativa.
Tanto el desarrollo de los personajes como algunas tramas se ven empobrecidas por el poco tiempo que se les ha podido dedicar, algo que tal vez se habría solucionado con sumar algunos capítulos más a la temporada (claro que esto aumenta exponencialmente el presupuesto). Un ejemplo: los cinco episodios de esta segunda temporada cubren unos siete años de historia cuando, para el espectador, parece que han pasado tan solo unos meses.
En resumen, la segunda temporada es más redonda que la primera, enganchando al espectador debido a algunos de los personajes principales (¿he hablado ya de Urraca?) y al buen hacer de los guionistas en cuanto a dramatismo y narración.
Eso sí, recuerda que esto es una serie basada en hechos reales y no una “clase de Historia”. Siempre que te sientes a verla con esa idea la disfrutarás. A partir de ahora esperamos que (si Amazon sigue apostando por ella) la serie crezca, puliendo sus defectos y, sobre todo, porque según avanza la historia deberíamos ver más y más acción.
Sobre la banda sonora de El Cid
Como decíamos al principio, Amazon Prime Video lanza hoy en formato digital la banda sonora original de las dos primeras temporadas de El Cid, que se podrá escuchar en los principales servicios de música por streaming como Amazon Music, Spotify o Apple Music, además de poder adquirirla en tiendas online desde hoy mismo.
La música original de la serie ha sido compuesta por Gustavo Santaolalla ganador de dos premios Oscar por Brokeback Mountain (En terreno vedado) y Babel. Por su parte, la banda sonora ha sido compuesta por Alfonso González Aguilar, compositor de la película de animación nominada al Oscar, Klaus. El álbum de la banda sonora original de la serie, que firman ambos compositores, incluye una cuidada selección de 25 temas.