Entretenida, tierna y muy divertida. Este sería el resumen de mi crítica de la película Free Guy. Pero seguro que quieres saber más (sin spoilers, claro), así que ¡allá vamos!
En Free Guy, el cajero de un banco descubre que en realidad es un personaje secundario en el mundo abierto del videojuego Free City. Decidirá convertirse en el héroe de su propia historia que él mismo se va a encargar de reescribir. En un mundo donde no hay límites, se propone ser el hombre que salva su mundo a su manera… antes de que sea demasiado tarde.
Crítica de Free Guy
Esta película no engaña: tras ver el vídeo, sabes lo que te vas a encontrar cuando vayas a verla al cine: diversión y acción a raudales, una combinación ideal para pasar un buen rato en el cine (casi dos horas, por cierto).
Free Guy comienza dejándonos boquiabiertos con su despliegue de efectos visuales: los trajes, los vehículos, las explosiones… todo llena la pantalla sin un atisbo de fallo o “pixelado” por ninguna parte (efectivamente, para disfrutar de esta película al máximo deberíais verla en pantalla grande).
Más tarde llega el protagonista, Guy (Ryan Reynolds) que, como al resto de los “jugadores”, nos conquistará el corazón por su bondad e inocencia. Las similitudes con La Lego película (Christopher Miller y Phil Lord, 2014) son obvias, con toques (solo toques) del Show de Truman (Peter Weir, 1998) y del Atrapado en el tiempo (Goundhog Day, Harold Ramis, 1993) pero pronto comienzan las diferencias.
Y es que Ryan Reynolds ha hecho suyo un papel simpático y entrañable a la vez que tierno. Un camino para la diversión y el entretenimiento pero que, tras esa capa tiene un consejo de vida.
Entrar en el videojuego de Free Guy
Uno de los “pasatiempos” que se suelen hacer cuando entras en un videojuego que consiste en un mundo abierto es… ser un poco cafre: rompes cristales, golpeas farolas y, sí, matas a algunos PNJ. Con esta idea como base, Shawn Levy quería hacernos ver que esto estaba mal.
Para ello se documentó a conciencia: jugó a GTA, Fornite o Uncharted, solo por citar los más obvios referentes (hay muchas sorpresas, tranquilos). Pero el mundo del juego no es lo único de Free Guy. Podríamos hablar de dos películas en una: todo lo que pasa cuando estás dentro del juego y lo que ocurre cuando estás fuera. Y esos dos ambientes habría que hacerlos diferentes para el espectador, aunque éste no se diera cuenta. Me explico.
Free City está rodada con cámara de gran formato con lentes esféricos de gran angular, abarcando el máximo campo visual. La composición es simétrica, limpia, con una gran profundidad de campo (para que el espectador disfrute de todos los efectos visuales de acción), acompañados de una paleta de colores propia de videojuegos actuales. Mientras, el mundo real, está rodado con una cámara completamente diferente, con una lente más larga y lineal, así como predominando los colores azules, grises y negros.
Mientras, en el mundo real tenemos no una transpolación de lo que vive Guy (lo cual se agradece porque sería demasiado obvio), pero sí existen personajes y hechos que complementan lo que vive nuestro protagonista.
Ryan Reynolds como centro del videojuego
Para dar más verosimilitud al videojuego, para que el espectador lo sienta más “real” (quiero decir, como si fuera un videojuego real), la película contiene cameos de varios gamers y streamers famosos que nos van contando sus impresiones de Free Guy y cómo un personaje afecta al resto del juego… y a los jugadores.
Porque la película contiene varios mensajes interesantes que, sin pretender ser moralizadores, nos quieren hacer reflexionar sobre algunos aspectos de los videojuegos y todo lo que los rodea: la violencia gratuita de algunos títulos, el mercantilismo como único objetivo o, entre otros más, la disquisición de si las empresas crean contenido que desea el usuario o si los usuarios consumen solamente lo que se les ofrece, en cuyo caso tal vez habría que ampliar el abanico de temáticas.
Aunque sobre todos estos temas está el de construir tu propia vida, tu propio camino (muy del gusto del cine comercial norteamericano), y aquí sí que tenemos una comparación de los personajes del mundo real con los del videojuego: ¿eres dueño de tu propio destino o dejas que “alguien” te maneje? O incluso ¿Qué es la realidad?
Como Truman o como Neo, Guy “despierta” y se da cuenta de que su realidad no es real… o, al menos, no es lo que él creía que era real. Sin embargo, si este sencillo empleado de banco tiene emociones reales (sobre todo es muy positivo) ¿no será real él mismo y todo lo que vive?
Esto suena mucho más profundo de lo que es en realidad. Free Guy es un divertimento bien hecho (en cuanto a técnica y a guión) con una historia sencilla y eficaz, unas interpretaciones correctas y mucho, mucho humor: os vais a reír mucho con ciertos guiños, os lo aseguro (El mundo de Free Guy, el videojuego, está lleno de huevos de pascua, como no podía ser de otra manera, con bromas y guiños en dos o incluso tres niveles), aunque hay otras bromas con los “frikis gamers” que… en fin.
En resumen, una película divertida y entretenida que no pretende nada más que eso, hacernos pasar un par de horas agradables. No encontraremos nada nuevo en Free Guy, pero solo por Ryan Reynolds merece la pena ver esta película. Sales con una sonrisa en la boca. Y eso ya es mucho.
Reparto de Free Guy
Free Guy está protagonizada por Ryan Reynolds, Jodie Comer, Joe Keery, Lil Rel Howery, Utkarsh Ambudkar y Taika Waititi, y dirigida por Shawn Levy a partir de una historia de Matt Lieberman y un guión adaptado de Lieberman y Zak Penn.
Free Guy se estrena en España el 18 de agosto, solo en cines