Breve historia de Galactus, el personaje más antiguo que nuestro Sistema Solar
¿Quién es Galactus?
Galactus, el devorador de mundos (cuyo nombre ha contado con patéticas traducciones como Alberto el Hambriento o el Loco Rojo), fue creado en 1966, de la mano de Stan Lee y Jack Kirby. Su primera aparición fue en “Fantastic Four” nº 48 y, desde entonces, se ha encontrado muchas veces con Reed Richards y sus compañeros en su empeño por devorar nuestro planeta.
Antes de que la explosión del Big Bang creara nuestro universo, existía el planeta Taa, un mundo utópico de impresionantes logros científicos y sociales. Por desgracia, el cosmos sufría una enfermedad entrópica que, mediante un proceso denominado Big Crunch, contraía la materia en un solo punto del espacio y la compactaba en una especie de Huevo Cósmico.
Origen de Galactus
Galan, uno de los habitantes del planeta, descubrió lo que iba a suceder cuando vio que las civilizaciones próximas sucumbían. Aunque los científicos de Taa lo intentaron, no lograron encontrar una cura y pronto empezaron a sufrir los estragos de las radiaciones entrópicas.
Galan convenció a un grupo de personas para morir de forma gloriosa, estrellando una nave contra la masa compacta que iba a absorberlos. Gracias a una misteriosa fuente de poder conocida como Fuerza Fénix, que lo protegió, él fue el único superviviente de la radiación que inundó el vehículo e insufló a su pasajero una potente energía. La entidad que lo había ayudado habló a Galan y le introdujo ileso en el Huevo Cósmico. Tras el Big Bang, la nave y su ocupante fueron recreados junto a las encarnaciones de otros seres conocidos como Eternity, Infinito y la Muerte.
Millones de años después, la nave, con su pasajero inerte, vagaba por el espacio, hasta que acabó por estrellarse en un planeta sin nombre, donde el Vigilante Ecce vio a su ocupante salir al exterior como un peligroso ser de pura energía. En un principio, pensó en aniquilarlo pero, debido al juramento de su raza de no intervenir, devolvió el vehículo y a su pasajero al cosmos. Mientras continuaba su viaje sin rumbo, Galan arrojó los cuerpos de sus compañeros al vacío y creó un traje acorazado que regulara la esencia de poder en que se había convertido.
Galan se convierte en Galactus
Después, transformó la nave en una cámara de incubación. Allí permaneció durante varios siglos hasta emerger en una forma más evolucionada, que es aquella por la que todos lo conocemos.
Algún tiempo después, la nave cayó en la órbita del planeta Archeopia. Cuando sus habitantes descubrieron su inmenso poder, decidieron no ponerse en su camino. Sin embargo, durante una guerra interestelar, los enemigos de dicho mundo confundieron el vehículo con un arma y le dispararon. Entonces Galan, que se autobautizó a sí mismo como Galactus, destruyó tanto a los invasores como a los habitantes. Después, consumió la bio-energía del planeta. Sólo una pequeña flota de archeopianos logró sobrevivir.
Tras varios milenios de intentar crear un mundo que eclipsase al resto, Galactus, logró completar una gigantesca nave a la que llamó Taa II, que decidió utilizar como su nuevo hogar. Durante el proceso de construcción, tuvo que destruir varios planetas para su propio sustento. Al principio, dejaba transcurrir siglos sin alimentarse pero, con el tiempo, su hambre aumentaba. Y, aunque inicialmente buscara mundos deshabitados, acabó por no importarle que tuvieran población o no.
Galactus no sentía remordimientos por sus acciones porque se consideraba un ser superior, pero sí empezó a notar la angustia de la soledad, por lo que creó a un ser a su imagen y semejanza que, por su afán de conquistas, se ganó el nombre de Tirano. Finalmente, este se volvió contra su hacedor pero, tras una guerra entre ambos, en la que Galactus fue ayudado por una hermandad de mujeres guerreras conocidas como el Celibato, la creación del devorador de mundos acabó en el exilio.
Heraldos de Galactus en el cómic
Aunque construyera nuevos sirvientes o esclavizara a habitantes del cosmos, a los que bautizaba como Castigadores, Galactus acabó por darse cuenta de que le saldría más rentable buscarse un heraldo. Después de fracasar con su primer intento, encontró el planeta Zenn-La y, a cambio de no destruirlo, se quedó con uno de sus habitantes: Norrin Radd, al que transformó en Estela Plateada, para que fuera su nuevo sirviente y le buscara mundos que consumir.
Cuando el heraldo de Galactus localizó la Tierra, el Vigilante Uatu rompió el juramento de no intervención de su raza y colaboró con Los Cuatro Fantásticos para rechazar al devorador de mundos. Estela Plateada, conmovido por la novia ciega de la Cosa, también se volvió contra él, lo que le supuso el castigo de quedar atrapado en nuestro planeta y no poder volver a surcar el espacio durante mucho tiempo.
Tras ese acontecimiento, Galactus, acompañado por diversos heraldos, ha vuelto a reaparecer en numerosas ocasiones (en algunas como aliado). Además jugó un papel importante en las Guerras Secretas del Todopoderoso y llegó incluso a recuperar su identidad de Galan, aunque aquello no duró demasiado.
Su última aparición ha sido en el Universo Ultimate, al que accedió por una anomalía en el espacio-tiempo ocasionada por Lobezno y la Mujer Invisible durante la Era de Ultrón. En esta ocasión, todos los superhéroes han colaborado unidos para enfrentarse a este singular personaje, el cual ha acabado exiliado en la Zona Negativa, aunque todos imaginamos que logrará escapar algún día.
Galactus es, en definitiva, una fuerza cósmica que está más allá del bien y del mal, cuyo único interés es proporcionarse sustento, por lo que no puede ser considerado como un villano al uso.
Aparte de dejarse ver en las diversas series animadas de Los Cuatro Fantásticos y en la paródica “Super Hero Squad“, el personaje nunca ha aparecido físicamente en el mundo audiovisual, ya que se consideraba que su aspecto del cómic podría quedar ridículo en una película de actores reales. En su lugar, se eligió convertirlo en una fuerza carente de cuerpo (ligeramante basada en el Gah Lak Tus del Universo Ultimate), que pudimos ver en: “Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer” (2007).