Una semana más analizamos un nuevo episodio de ¿Qué pasaría si…?, la serie de Disney+ que se inspira en la colección de cómics de Marvel What if…?
Como en los casos anteriores (y en la colección de cómic), el título es, en parte, un spoiler. Veremos qué hubiera ocurrido si el Doctor Strange perdiera el corazón en vez de las manos. Y aquí está el primer y gran truco del capítulo.
Porque este Dr. Strange es radicalmente diferente al de su primera película. Mientras que en aquella, Strange es un vanidoso egocéntrico que no está enamorado de nadie más que de él mismo, en este episodio en cambio vemos a un hombre completamente enamorado de Christine.
El caso es que a diferencia del accidente que vimos en la película, esta vez la que muere es ella, lo que deja destrozado a Strange. Éste es el motivo que le impulsa a buscar las Artes Místicas como consuelo. Strange utilizará sus poderes para volver atrás en el tiempo e intentar evitar su muerte.
Y llegamos al segundo gran truco que nos debemos creer: la muerte de Christine es “un punto fijo en el tiempo”, imposible de evitar. Y digo que es un truco porque ya hemos visto, en la “realidad principal”, que la muerte de Christine no es la que hace que Strange se convierta en el Maestro de las Artes Místicas. Pero lo aceptaremos por ahora.
Será esta imposibilidad la que haga que Strange se obsesione y “caiga al lado oscuro”. Comenzará a utilizar métodos más que discutibles para conseguir el poder suficiente como para lograr su propósito: absorber (matando) a diferentes criaturas mágicas para hacerse más y más poderoso. Por cierto que el más poderoso, el ser con tentáculos… ¿es el mismo con el que se enfrenta la Capitana Carter? Y, si lo es, ¿es igual en ambos universos? Seguramente veamos algo sobre esto en un capítulo posterior.
Otro asunto a resaltar: el Vigilante ya interactúa con el protagonista que primero siente su presencia y, después, habla directamente con Strange. ¿Tendrá algo que ver su poder aumentado? ¿Será esto el principio de una mayor interacción del Vigilante, como nos tiene acostumbrado en los cómics?
Al final, como no podía ser de otra manera, el Strange malvado consigue tanto poder que solo hay una persona que puede hacerle frente… él mismo. Y es que en este Universo alternativo el Maestro (sí, estaba muerto pero su “esencia” puede presentarse ante los vivos, como un Jedi) antes de morir ha “separado” a los dos Strange (el bueno y el malo) y ahora deben pelear…
Primero, si el Strange malvado es tan poderoso y está buscando seres mágicos ¿cómo es que no ha notado nunca la presencia de su otro yo? Segundo, ¿no es una paradoja que en un mismo Universo existan dos versiones de la misma persona? Esto, en cualquier otro momento, sería un motivo para un colapso universal… Tercer truco que debemos aceptar (y ya van demasiados).
El épico enfrentamiento entre ambos termina de la peor manera: el Strange malvado gana y, con el poder de su otro “yo”, consigue resucitar a Christine… aunque eso signifique el final de este Universo (y ya van dos, ¿recordáis el final del segundo episodio?).
Un Doctor Strange oscuro en el ¿Qué pasaría si…? más oscuro
Si el capítulo anterior fue dramático por las muertes de los héroes más conocidos, este episodio es el más oscuro de todos hasta ahora. La secuencia del accidente es realmente dramática, con un Strange destrozado y con el corazón roto.
A esto se suma la desesperanzadora secuencia del mago intentado repetidamente evitar el accidente. La animación, de nuevo, es magnífica, sobre todo en el momento en el que vemos la cara de Strange al prepararse para el inevitable golpe en el coche, consciente de que es incapaz de salvar a su amor.
Es un episodio desolador, donde el protagonista no solo no es un héroe, si no que incluso no hay final feliz, no hay esperanza, y termina con un significativo fundido en negro. Un buen capítulo pese a esos “trucos de magia” que el guionista nos ha hecho.
¿Tendremos un episodio más luminoso, más épico y heroico, la próxima semana, ya que estará protagonizado por el Dios del Trueno?. Ya veremos…
