Tobe Hooper, director de La matanza de Texas, estuvo cerca de realizar una película de Spider-Man muy diferente
En la actualidad, los derechos cinematográficos de Spider-Man están en las hábiles manos de Sony y Marvel, que acaban de poner fin a la trilogía protagonizada por Tom Holland, pero esto no fue siempre así. Antes de que Columbia realizara la trilogía de Sam Raimi y el reinicio de Amazing Spider-Man de Marc Webb, los derechos cinematográficos de Spidey fueron -durante un breve periodo- propiedad de la leyenda del cine de serie Roger Corman. Más tarde fueron adquiridos por Cannon Films, que pagó 225 000 dólares por una opción de compra de cinco años sobre el icónico personaje de los cómics y planearon una visión drásticamente diferente del mito de Spidey.
Tan diferente que pensaron en Tobe Hooper, que entonces estaba haciendo la secuela de La matanza de Texas, para dirigirla y contrataron al creador de Outer Limits, Leslie Stevens, para que redactara una versión atípica de la historia del origen de Peter. En ella se descartaba por completo la faceta heroica del personaje y se optaba por un enfoque más terrorífico, que puede recordar a La Mosca de David Cronenberg.
En esta nueva versión, en lugar de ser mordido por una araña radiactiva, Parker fue deliberadamente bombardeado con radiación por un científico corporativo -llamado Doctor Zork– que transforma al fotógrafo (ni estudiante, ni periodista) en un enorme híbrido de araña de ocho brazos, tan monstruoso que rápidamente se vuelve suicida. Este hombre-araña es incitado a liderar la raza de mutantes del científico (reminiscencias de La isla del Dr. Moreau), pero se niega y en su lugar lucha contra las abominables creaciones.
Por suerte, el difunto Stan Lee logró convencerles de que desistieran, poniendo fin a los planes de Cannon, y esta extraña película de terror de Spider-Man nunca vio la luz. Lo cual fue probablemente lo mejor, ya que la interpretación de Cannon de Spider-Man -un hombre real fusionado con una araña, en lugar de un hombre con habilidades de superhéroe como una araña- era demasiado literal.
Fuente: Digital Spy.
