Con 30 muertes a sus espaldas, Sean Bean se ha cansado de que acaben con sus personajes
Si Sean Bean aparece en pantalla, es muy probable que su personaje no llegue al final de la película (o de la temporada si hablamos de una serie). Pocos actores han muerto en la pantalla tantas veces como Bean, que ha mordido el polvo en casi la mitad de las películas en las que ha aparecido, así como en un puñado de series de televisión e incluso juegos. Muchas de estas muertes han sido simples disparos, pero también ha habido otras memorables. Algunas han sido espantosas, otras trágicas, y unas pocas han sido francamente extrañas.
Durante años ha habido recopilaciones y memes en YouTube dedicados a la tendencia de sus personajes a expirar. Los fans del actor inglés han visto cómo sus personajes son descuartizados, ahogados, destrozados por vacas, empalados, quemados vivos y fusilados casi infinitas veces. La situación llegó a un punto en el que, en 2014, sus seguidores lanzaron el movimiento #Don’tKillSeanBean en las redes sociales para tratar de mantener vivo a su personaje en el drama criminal Legends.
Con más de 35 años de carrera, el actor ha confesado: “He rechazado cosas. He dicho: ‘Saben que mi personaje va a morir porque estoy en la película’. Tuve que cortar con eso y empezar a sobrevivir, de lo contrario era un poco predecible”, bromea. “Me cogieron para un trabajo y me dijeron: ‘Vamos a matarte’, y yo dije: ‘¡Oh, no!’ y luego dijeron: ‘Bueno, ¿podemos herirte gravemente?’ y yo dije: ‘Vale, siempre que siga vivo esta vez'”.
Las muertes de Sean Bean en el cine
Una de las escenas más memorables donde Sean Bean muere es la de Juego de patriotas, con el actor interpretando a Sean Miller, el terrorista del IRA que acaba empalado por un ancla. Eso debió parecerles poco porque Trevelyan, el villano de Goldeneye, es aplastado por una antena gigante tras caer desde una altura más que considerable.
Pero no todos son villanos. El Boromir de El Señor de los Anillos es uno más de la Comunidad del Anillo hasta que es corrompido por su poder e intenta robárselo a Frodo. En esta ocasión, el personaje de Sean Bean encuentra la muerte acribillado a flechazos mientras salva a Merry y Pippin de los orcos de Saruman. En cambio, en Equilibrium de 2002, el clérigo Errol Partridge es ajusticiado por su compañero (Christian Bale) tras descubrirse que leía poesía y escuchaba musica, algo prohibido en el totalitario mundo sin emociones de la película.
En La isla, Bean da vida al doctor Merrick, un científico que se dedica a “cultivar” clones como reemplazo de órganos de quien pueda pagarlo. Lógicamente, sus malas acciones tienen su castigo cuando el personaje de Ewan McGregor le dispara a través del cuello con un garfio y acaba colgándolo. En Garra Negra su final no es mucho mejor. En esta cinta de terror ambientada en la Edad Media, Ulrich, su personaje, acaba despedazado tras atar sus brazos y piernas a cuatro caballos.
Quizá la más recordada, y no por ser una de las últimas sino por lo impactante que resultó para los espectadores, es la de Lord Eddard Stark al final de la primera temporada de Juego de Tronos. Ahora ya sabemos que ningún personaje estaba a salvo, pero ver cómo Sean Bean muere decapitado fue toda una sorpresa para quien no había leído los libros.
Fuente: BoredPanda.