En X Death of Wolverine vemos a un Lobezno que viaja al presente para evitar un oscuro futuro
En el último número de X Deaths of Wolverine vemos a Omega Wolverine, un Lobezno infectado con el virus Trasmode, arma utilizada por la Technarchy. Pero una nueva amenaza que surge al final del número está a punto de llevar a los X-Men a un futuro aún más oscuro que antes.
En el número 5 de X Death of Wolverine, de Benjamin Percy y Federico Vicentini, Moira MacTaggert se encuentra al borde de la muerte después de que Omega Wolverine la apuñala en el pecho, la versión futurista de Lobezno que viajó al pasado para evitar que traicione a los mutantes. Si bien la muerte parece inminente, Moira MacTaggert aún no está lista para morir. Al final del número, MacTaggert se levanta de la tumba con un nuevo cuerpo cibernético y quizás con más odio que nunca hacia los X-Men.
En números anteriores de X Deaths of Wolverine, MacTaggert está lidiando con un cáncer en etapa cuatro y solicitó la ayuda de Arnab Chakladar, un científico humano y magnate de la tecnología, para varios proyectos. En X Deaths of Wolverine también hemos visto a MacTaggert luchar con el tema de la inmortalidad mientras buscaba una manera de engañar permanentemente a la muerte.
Su resurrección después de su encuentro con Lobezno en un nuevo cuerpo parecido a un androide, que al menos representa un poco a un Centinela, sugiere que la misión de MacTaggert de lograr la vida eterna finalmente pudo haber tenido éxito.
Sin embargo, eso no significa que haya resuelto sus problemas con los X-Men. A su regreso, MacTaggert se dice a sí misma que “ahora es más que un cuerpo” y es más bien “una inteligencia”. También advierte con un tono amenazante que “espera que [los mutantes] estén deseando escuchar su canto de cisne”.