viernes, noviembre 22, 2024

Reseña de Sangre bárbara

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Panini

El Torres propone una aventura del legendario Conan en Sangre bárbara, apoyado en el arte de Joe Bocardo y Manoli Martínez

sangre Barbra
El volumen editado por Karras Cómis de ‘Sangre bárbara’

Conan. Nacido en el campo de batalla, el entrechocar del acero fue el primer sonido que escuchó. Cinmerio, soldado, pirata, ladrón, mercenario, rey, leyenda. Bárbaro. Mito moderno que forma parte del imaginario fantástico de varias generaciones, protagonista de emocionantes aventuras en diferentes medios.

Quizá sea el cómic, después de los relatos originales de Robert E. Howard, su creador, el formato que más ha influido en la fama del inquebrantable guerrero. Y es así, en forma de viñeta, como El Torres, acompañado por el arte de Joe Bocardo, embellecido por el color de Manoli Martinez, presenta su particular homenaje a la epopeya del cimmerio, Sangre bárbara’

Se han contado infinidad de historias de Conan, algunas con más fortuna que otras. Son muchos los matices que rodean la leyenda, y es sencillo perderse en lo evidente, en el mundo fantástico en el que se desenvuelven las aventuras de este eterno forajido. La magia y el exotismo, la violencia y la oscuridad, los ecos de pasados remotos y terribles, criaturas surgidas de pesadillas olvidadas en el tiempo…la imaginación a borbotones en un cosmos de espada y brujería que parece en constante crecimiento.

Las mejores peripecias del Conan son, en mi opinión, aquellas que guardan cierta esencia, un espíritu común que sirva de nexo con la interpretación que se haga del personaje según el autor de turno. El propio Conan ya regala diferentes variaciones del mismo tema dependiendo de la época y el oficio que desempeñe, hasta ocupar el trono de Aquilonia.

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Conan, eterno forajido

Es este Conan, maduro y cansado, el que recrea El Torres en su particular visión crepuscular del cimmerio. El trono resulta una penosa prisión para aquel que gozó de la libertad suprema del vagabundo, el forajido alejado de todo y de todos forjando su propio destino. Los años han pasado.

La sangre derramada podría ser un océano carmesí, se acerca el día en el que tendrá que dejar el trono en manos de su hijo. El príncipe Conan, heredero bajo la sombra de su padre, a la búsqueda de su propia saga, dividido entre la sangre bárbara del padre y el precio de la civilización que defiende como futuro monarca.

Mientras el hijo pelea sus propias batallas para defender el reino, Conan padre se plantea, después de muchos años, abandonar el trono que le atenaza, que le obliga a renunciar a todo lo que fue.

El Torres plantea, con bastante ingenio, un tiempo que nunca fue, el brumoso futuro de la profecía y la videncia. El hijo de Conan se ven lanzado hacia una aventura en la que el futuro de Aquilonia pende de un hilo, por la amenaza sangrienta en sus fronteras como por las decisiones de un monarca impetuoso, con el corazón roto por la pérdida, sometido a la añoranza de la libertad de juventud. La melancolía que siempre sobrevuela el corazón del rey bárbaro retorna en su madurez, y se pregunta si morir en la comodidad del salón de su palacio es el digno final para la leyenda.

Las visiones del futuro parecen escritas en piedra, pero el hijo del bárbaro está dispuesto a romper con la idea misma de destino, despreciando a los mismísimos dioses antiguos que lanzan sus siniestras garras sobre el reino, imagen del progreso y la civilización. Conan, el hijo, el futuro rey, sabe de sus responsabilidades como heredero. Desprecia el origen del padre, reniega de la sangre cimmeria, los rituales y las supersticiones de los bárbaros le asquean. Sin embargo, la sangre llama. El corazón del taciturno príncipe se debate entre dos mundos.

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La Sangre bárbara corre por las venas del rey Conan

El Torres, armado con lo mejor de la saga de Conan como fondo, reflexiona sobre el destino, la herencia, el poder y lo que es, por encima de todas las cosas, la llama que aviva las historias de Howard: el noble salvaje, incapaz de vivir en el mundo domesticado del progreso, imagen de libertad hasta las últimas consecuencias.

La diferencia es que El Torres, con respeto máximo por la fuente original, ofrece una variación al dejar de lado el espíritu romántico del escritor americano, y sumerge a Conan en las tinieblas de una decadencia que atenaza su espíritu de eterno peregrino. Los fastos del poder no han amansado al bárbaro, que grita desde el corazón abatido de un rey aburrido y desesperanzado.

Al final, la confrontación entre dos reyes es inevitable.

El arte del ‘Sangre bárbara’ se recrea, precisamente, en el ambiente plomizo y brumoso que sostiene la trama propuesta por El Torres. El fuego de las hogueras en bosques antiguos crepita y rompe el silencio de lugares casi sagrados. El olor de la sangre coagulada en el acero se mezcla con el aroma del sexo furtivo entre paredes de piedra. Rostros adustos afrontan la muerte con la naturalidad del que vive en batalla eterna, contra enemigos que incluso pueden estar en el propio corazón del guerrero.

Hombre solitarios, con extraños códigos de honor y lealtad ponen a prueba sus creencias en la aventura que cambiará la forma de entender el mundo. El amor surge de los lugares más inesperados, incluso del odio profundo. Joe Bocardo maneja con habilidad los diferentes ritmos de ‘Sangre bárbara’, se desenvuelve en el tono oscuro de este viaje al alma del bárbaro.

El color de Manoli Martínez da el toque de contundencia definitivo al aporte gráfico, basado en las anatomías de los personajes y a ambientes potenciados por ese toque de oscuridad casi pictórica en el acabado final. Aún así, quizá se note cierta divergencia en el estilo literario de El Torres y el resultado artístico, porque el estilo de Bocardo se diluye, quizá, en los momentos de calma de ‘Sangre bárbara’, que no son pocos.

Conan, El Torres, Karras, Sangre Bárbara
El secreto del acero

Aún así, el conjunto es más que atractivo. Una aventura de sabor clásico, adaptado a los modelos del siglo XXI, pero desde la absoluta reverencia a las aventuras escritas por Howard (con magnífico homenaje final, en otro juego con el tiempo que resulta mágico) y los cómics clásicos de Marvel otra influencia innegable en ‘Sangre bárbara’.

Hay auténtico amor por el personaje en cada línea de diálogo, en cada solución artística, en cada giro literario, que demuestra pasión por las historias, por la fantasía, por todos los grandes momentos que hemos sentido muchos durante años, atrapados por el inabarcable escenario de la era Hyborea. El Torres es un autor con estilo y elegancia contrastada, que encima tiene la enorme suerte de llevar ese bagaje lector a su propio terreno, regalo para los fans del bárbaro perpetrado desde el cariño de otro fan.

Ojalá que nunca dejemos de contar historias de Conan. Ojalá todavía quede sitio para la fantasía del viajero incansable capaz de construir su propio destino en un mundo que no entiende del todo, que avanza hacia el futuro mientras el permanece inalterable, indómito, invencible. Y, ojalá, todo el que acometa el acercamiento al cimmerio, lo haga con la clase de El Torres y su equipo.

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CRÍTICA

Guion
Dibujo
Edición

RESUMEN

Una aventura de Conan que recoge lo mejor de la tradición del bárbaro y lo conduce a un nuevo nivel

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