Luc Besson no contaba con presupuesto suficiente para que Bruce Willis protagonizase El quinto elemento
El quinto elemento es una de esas películas de ciencia ficción que definieron la iteración moderna del género. Aunque no la hayas visto nunca, seguro que te has cruzado con gente disfrazada de la Leeloo de Milla Jovovich, la cantante de ópera Plavalaguna (Maïwenn Le Besco), el Zorg de Gary Oldman o el Korben Dallas de Bruce Willis en convenciones. La película de Luc Besson de 1997 no se parece a nada que hayamos visto antes y, a día de hoy, sigue siendo única. Tan única como la forma en la que se consiguió a su protagonista.
Según el artículo de Entertainment Weekly con motivo del 20º aniversario de la película, Besson escribió la versión original como tres historias, y dijo: “Era mala”. También bromeó diciendo que la segunda vez que la escribió seguía siendo mala, pero obviamente la versión que vimos fue fantástica. Su coproductor, Iain Smith, declaró a la web que iba a ser un proyecto enorme tal y como estaba, en dos partes. Besson miró el presupuesto y lo redujo a una sola historia. Por supuesto, aún necesitaba un actor que aceptara el papel principal.
Besson explicó a EW: “Todo el mundo en Los Ángeles decía: ‘Oh, si no tienes una estrella, no puedes hacer la película’. Pero ni siquiera intentamos contactar con Bruce Willis, porque era demasiado caro“. Ese puede ser un problema para los cineastas. Sin embargo, a finales de los 90, conseguir a Willis sería un gran logro, pero con efectos y trajes como los de El quinto elemento, no iba a sobrar mucho dinero para contratar actores de renombre. Sin embargo, Besson tuvo suerte. Estaba comiendo con la esposa de Willis en ese momento, Demi Moore. Según relata el director, “Bruce se presentó a los postres y simplemente dijo: ‘Oye, colega, ¿qué pasa conmigo?'”.
Sin embargo, a Willis no le importaba mucho el dinero. Besson dijo que cuando mencionó que no había presupuesto para él, Willis se mostró tranquilo al respecto. “Dijo una frase muy amable”, cuenta Besson sobre Willis. “Si me gusta, llegaremos a un acuerdo“. El propio Willis comentó a la web:
“Vino a nuestra casa en Malibú. Me gustó Luc, me gustó la historia, me gustó la idea. Pensé que sería divertido ir a Francia y hacer una película”.
Menos mal que lo hizo. Aún mejor es el hecho de que estuviera dispuesto a llevar el extravagante vestuario diseñado por Jean Paul Gaultier. En su momento dijo a la web: “Me gustó lo que llevé, ese Gaultier. Pensé que era bastante guay. Una de las cosas que recuerdo es que Luc, por alguna razón, se había teñido el pelo de rubio. Y yo dije: ‘¿Sabes qué? Debería teñirme de rubio, tener una pequeña peluca en la cabeza’. Esa fue una aportación mía, y a él le gustó”.