Aunque Ralph McQuarrie es recordado como el principal artífice del aspecto de Star Wars, no fue el único que tuvo un papel importante en la trilogía original
Colin Cantwell, reconocido diseñador de naves espaciales de Star Wars, falleció el sábado a los 90 años en su casa de Colorado, unos años después de que se le diagnosticara la enfermedad de Alzheimer. Su pareja desde hace 24 años, Sierra Dall, confirmó su muerte a The Hollywood Reporter.
Nacido en 1932, Cantwell tuvo una increíble carrera que se aventuró mucho más allá de las actividades artísticas. Desde trabajar en la NASA en la misión Apolo 11 (fue el responsable de pasar información sobre la misión directamente al presentador de televisión Walter Cronkite) hasta ayudar a Hewlett Packard a diseñar ordenadores, y colaboró con Stanley Kubrick para trazar las escenas iniciales de 2001: Una odisea del espacio.
En 1974, unos amigos que trabajaron en American Graffiti presentaron a Cantwell a un director, George Lucas, que le invitó a trabajar en su siguiente película, La guerra de las galaxias. Cantwell diseñó los prototipos de varias naves de la franquicia de Star Wars, como el X-Wing, el TIE Fighter y el landspeeder, así como la icónica Estrella de la Muerte de la película. También creó el diseño de la Tantive IV, la nave en la que Leia intenta dejar atrás a Vader al principio de la primera película, que originalmente iba a ser el Halcón Milenario.
Además de su participación en 2001 y la trilogía original de Star Wars, Cantwell también trabajó en las películas Encuentros en la tercera fase como supervisor de diálogos técnicos y diseñó los gráficos por ordenador de Juegos de guerra. También escribió dos novelas de ciencia ficción, CoreFires 1 y CoreFires 2.
“No podría haber elegido un mejor momento para nacer”, escribió una vez. “¡Han pasado tantas cosas tan rápido! Nuestros sueños de vuelos espaciales están madurando y creo que un día, muy pronto, estaremos explorando las próximas maravillas que nos esperan en nuestra galaxia”. Cantwell tenía 90 años.