Hacemos un repaso de la película del Juez Dredd de hace diez años.
Lo primero que nos viene a todos a la cabeza cuando pensamos en superhéroes son los protagonistas de las historietas publicadas por las editoriales DC y Marvel. No obstante, existen muchos otros personajes que no son de ninguna de las dos empresas, si bien se han podido llegar a encontrar con ellos en algún crossover entre compañías, como es el caso del Juez Dredd, que nació en las páginas del cómic 2000 AD nº 2 (1977), perteneciente a la editorial homónima, con guiones de John Wagner y dibujos de Carlos Ezquerra.
Como han hecho muchos otros héroes del noveno arte antes que él, este personaje también ha dado el salto de las páginas del cómic a las del mundo del cine. De hecho, hasta la fecha actual, lo ha realizado en dos ocasiones, con las películas Juez Dredd (1995), de la que ya hablamos en su momento, y Dredd (2012), que es el filme que analiza este artículo.
América es un vertedero radiactivo y en su interior se erige una ciudad. Fuera de las murallas, el desierto, una tierra maldita. Dentro de las murallas, una ciudad maldita que se extiende desde boston hasta washington, D. C. Un paisaje de asfalto ininterrumpido. Ochocientos millones de personas viviendo entre las ruinas del viejo mundo y las mega-estructuras de un mundo nuevo. Mega-bloques, mega-autopistas… Mega-City Uno: Convulsa, asfixiante, derrumbándose bajo su propio peso, ciudadanos temerosos de la calle, las armas, las bandas… Solo hay una cosa que lucha por el orden entre el caos, los hombres y mujeres del Departamento de Justicia: jurados, verdugos, Jueces.
Esta introducción, que parece narrada por el protagonista, da paso a la película, que cuenta con 95 minutos de duración, está dirigida por Pete Travis y protagonizada por Karl Urban (como el Juez Dredd), Olivia Thirlby (en el papel de la Jueza Cassandra Anderson), Lena Headey (que interpreta a Ma-Ma) y Wood Harris (que encarna a Kay).
Al Juez Dredd, que es uno de los mayores defensores de la justicia en Mega-City Uno, le encargan la supervisión y evaluación de Cassandra Anderson, una novata que posee el poder mutante de leer las mentes. Sin embargo, ninguno de los dos puede imaginar que están a punto de enfrentarse a la banda de la cruel Ma-Ma, que esta compuesta por asesinos y traficantes de slo-mo, un nuevo tipo de droga que hace creer al cerebro del consumidor que los acontecimientos suceden a una velocidad del 1% con respecto al tiempo real.
La película Dredd vuelve a recurrir a la voz de la introducción para acabar con el siguiente resumen de la información dada al inicio:
Mega-City UNo: Ochocientos millones de personas viviendo entre las ruinas del viejo mundo y las mega-estructuras de un mundo nuevo. sOlo hay una cosa que lucha por el orden entre el caos: Los Jueces.
Uno de los aspectos a destacar de la película es que, al contrario de lo que sucede en el largometraje protagonizado por Sylvester Stallone, Kark Urban no enseña su rostro en ningún momento, tal y como se espera de una interpretación fidedigna de Dredd, ya que una de sus señas de identidad es que en el cómic nunca se le ve la cara. Además, parece ser que el propio actor puso dicha condición para encarnar al personaje, algo que dice mucho de su compromiso con el material original, distanciándose así de lo habitual que es hoy en día que los actores que interpretan a superhéroes muestren su rostro más de lo lógico.
No obstante, es evidente que un actor no puede levantar una película por sí solo. Afortunadamente, Karl Urban no tiene que soportar dicho peso, ya que el resto del reparto resulta bastante correcto, con unas interpretaciones completamente creíbles, lo que permite al espectador la ventaja de sumergirse en la trama con completa fluidez.
Dredd es una película compuesta a base de violencia y humor negro, dos elementos que no deben faltar en un filme protagonizado por este personaje, por lo que, en este aspecto, hay que reconocer que aprueba con nota.
Pese a contar con una buena acogida por la crítica, Dredd no logró generar los ingresos esperados en la taquilla. No obstante, sus grandes resultados en la venta del formato doméstico consiguieron que no se descartase la idea de rodar una secuela que, a día de hoy, aún se está esperando, incluido el propio Karl Urban.
Si eres fan del cine de superhéroes en general y del Juez Dredd en particular, lo recomendable es que no dejes pasar la oportunidad de ver este filme, si no lo has hecho ya, que necesita de poco más de hora y media para sumergirte en el mundo apocalíptico de Mega-City Uno de la mano de uno de los más experimentados guías que existen: el Juez Dredd.