El webcómic es una puerta para muchos artistas independientes, e historias como las de Wendy y Aiden son un ejemplo. Pero, ¿qué los hizo tan especiales?
La historia de Crónicas Matrimoniales de una Bruja y un Dragón pertenece al dúo de Webtoon New Lung y Dimang (2021). Narra la historia de esta hechicera llamada Wendy, enamorada del príncipe del reino, quien se casa con otra. Ante el dolor, la protagonista se emborracha como nunca y pasa la noche con el joven Aiden Winter, vástago del clan de los dragones. Tras esto, la bruja jura que compensará a Aiden por su embarazoso comportamiento. Este le pide así, que se casen.
Los puntos fuertes de esta obra
La historia de Aiden y Wendy destaca por su franqueza. También por esa clara influencia del Anime en sus trazados, lo que parece ser común en la producciones de Webtoon, cosa que le da ese nexo con sus lectores. Aquello le brinda personalidad a la historia, mientras recuerda al espectador el peso cultural que el manga tiene en el arte contemporáneo. Asimismo, reluce los tropos más reconocidos del relato de Fantasía, siendo capaz de conectar rápidamente con dichos seguidores.
A esto se suma un elemento que, si bien suele ser algo cansino en los relatos de romance, este equipo de Webtoon sabe tratar en justa dosis: el humor; mas no cualquier humor, el humor pícaro, pero bien entendido.
La comedia tras esta bruja
Wendy es un personaje pulcro; al menos eso trata de vender a sus espectadores. Es una mujer madura, con metas fijas y un trabajo por el que vive. Por un lado, es la fantasía de todo jovencito amante del género, así como del adulto ad portas de su independencia; pero por otra parte, sus creadores no dudan en señalar el cerro de inseguridades que acarrea, junto por su desesperada lucha por mantener el control. Es catártico. Nada como ver a una adulta funcional luchando por mantener la compostura frente a instantes que la descolocan. Momentos así la vuelven humana, y un personaje entrañable.
Las situaciones en que Wendy es sacada de lugar reflejan la inteligencia tras el humor de esta obra. Sin duda, es de los mejores exponentes de humor adulto en el cómic. No es para menos, pensando en países como Chile, o demás localidades de Latinoamérica, donde lo que se entiende por “humor adulto” es un lenguaje soez, mal referido como picardía. Wendy, con su lucha por mantener su modos, le recuerda al lector sucesos que más de uno vivió en su adultez, ya sea en el trabajo, o en familia.
Por otra parte, otro de los puntos fuertes de esta historia es su empleo de los tropos de las “comedias románticas”. Si bien se trata de un formato típico, con triángulos amorosos y las dudas de sus personajes, la forma en que construyen a la pareja es para destacar, especialmente por su enamorado: el joven Aiden.
“¡Señorita Wendy!”
Aiden es, en palabras de Saki, horrosamente bueno. Es lo que en Chile denominan “primo-hermano del padre Hurtado”, pues cómo tanta bondad depositada en un solo fulano.
El asunto con que Aiden sea este bollo de canela radica en replantear qué tan ideal puede ser una pareja. Asimismo, en cuestionar si realmente alguien como Aiden podría enamorar a una persona. Con personajes así se suele empezar la discusión sobre los “chicos buenos” y por qué estos, si son tan buenos, no tienen pareja. Es un debate que abre bastantes aristas, las cuales permiten al lector abordar varias perspectivas respecto a un mismo sujeto. Tal propiedad le da dimensiones a Aiden, en otras palabras, complejidad.
Por otro lado, los creadores saben aterrizar al dragón, enfatizando en que tampoco es un santo. Para ser alguien tan devoto a su “señorita Wendy”, es constante ocultándole cosas. La más importante fue cuando le insertó su corazón de dragón sin, mínimo, consultarle. Actos como este resaltan lo dicho por el maestro Shakma, el Archimago y maestro de Wendy, el amor de Aiden es el de un niño, y por su propia inmadurez acarrea problemas.
La nobleza
Otro punto alto de esta historia viene de la mano de su aristocracia. El primer ejemplo de estos es Lord Byers, guardián de las crías de dragón. Este personaje se presenta como una suerte de hermano mayor para Aiden, otorga al público una mirada al mundo dragón, a su cultura, y a su vez al lado más hosco del co-protagonista.
Algo que llama la atención de este sujeto (también dragón) es que, en general, no es muy distinto a Aiden. Es educado, elegante y de buen hablar. La única diferencia es su compostura frente al hostigamiento, ya que Aiden, como el niño que es, resulta sencillo de provocar. Dichas características se reafirman con la intervención de Simone, otro dragón de alcurnia, fuertemente interesado en Wendy.
En ese sentido, se comprende lo que Wendy vio en su querido, pues aunque sea un niño dependiente, se complementa con esa sinceridad que tanto ama su bruja; a diferencia de esos nobles dragones, fríos y cínicos, escudados en un aura pulcra y calculadora.
Pero los dragones no son los únicos en robarse las miradas. También está Caín, el joven príncipe del reino; antiguo interés de Wendy.
A simple vista, Caín no sería otro que el “te quiero como amiga” y el medio para detonar la historia; pero sus creadores destacaron por ir más allá. Aprovechando la naturaleza de “cuento de hadas” que forja su relato, las acciones de sus personajes apelan lo más posible a la razón, y vaya que Caín tiene razones para no elegir a Wendy. Se habla, no de “distintas sociedades”, sino del mundo corrupto que compone a la política del reino, y él, como príncipe, sabe de primera mano a qué se enfrenta. Él no quiere esa vida para Wendy, motivo por el que la rechaza, aún si la quería como esposa. No podrían pedirle menos.
En conclusión, Crónicas Matrimoniales de una Bruja y un Dragón es una historia que apela tanto al joven como al adulto. Es una historia que juega entre lo pulcro y lo alocado, recordando al público lo pesado que es “tener siempre el control”. Y aunque a simple vista, el mensaje más fácil podría ser solo “dejarse llevar”, la historia va más allá. Nos recalca que no siempre podrás con todo, pero también que siempre estará esa persona que te dé algún impulso.
Y sí, tal vez no tendrá el equipamiento de las sagas de Marvel, o la complejidad mitológica de DC Cómics, mas esto no quita que sea una historia con garra, con corazón; una historia que, con lo poco que tiene para producir, es capaz de resaltar. Y eso es lo mejor que tiene esta historia.