Teniendo en mente que se trata de la precuela de Predator, el director de Prey ha querido hablar del material que ha tomado como referencia
Ahora mismo parece que está todo inventado, resultando increíblemente difícil para los creadores de contenido hacer algo que sea enteramente original. No obstante, la estrategia de coger influencias de diferente índole para crear nuevas películas es algo que se ha realizado bastante y se seguirá haciendo ante la continua explotación de todas las fuentes de inspiración posible. Todo esto hace que cuando se trata de sacar nuevas entregas de franquicias, no sea tan sencillo el hecho de ser de lo más originales.
Por suerte o por desgracia, el cine tiene un catálogo de cintas en su haber impresionante y las nuevas apuestas que van surgiendo coge elementos de todo lo que ya existe. Si tenemos que hablar de géneros, uno de los que suele llamar mucho la atención es el de acción, ya que enfrentar a una serie de personajes a situaciones extremas va a poder dar lugar a momentos de lo más frenéticos e imprevistos. Así se plantean siempre y, aunque han ido evolucionando, no paramos de observar nuevas formas de afrontarlo.
Hoy tenemos que tratar una nueva entrega de la franquicia de Predator. Estamos hablando de Prey, una película que llegará a Disney+ el próximo mes de agosto y cuyo director ha querido comentar algunas de las influencias que ha tenido. Muchas veces los nuevos cineastas cogen referencias de los clásicos y para el caso de Dan Trachtenberg no iba a ser de la misma forma, anunciando en varios medios, como Empire, algunas de las referencias que ha querido tomar.
El western como fuente de inspiración de Prey
Si tenemos que hablar de uno de los primeros géneros que marcarían la acción en el cine tenemos que sacar a la palestra el western. No cabe duda que fue uno de los géneros que marcaron a todo este arte, ya que ha habido una cantidad ingesta de películas sobre ello, con muchas referencias a todo el cine que fue llegando después. De esta forma, el hecho de que nuevas apuestas vayan cogiendo algunos de estos largometrajes como ejemplos a seguir no nos sorprende.
Hay que concretar que la nueva cinta de la franquicia de Predator va a estar enfocada en años antes de la primera de todas. Todo esto indica que se va a situar en un momento de indios comanches dentro de los Estados Unidos, algo que casa muy bien con el género que Trachtenberg ha querido coger como principal referente. Esto no ha hecho que no tenga otras fuentes de inspiración de géneros diferentes, pero mama muchísimo de los clásicos, aunque no ha mencionado ningún ejemplo de esta época.
A pesar de todo, cuando se le ha preguntado por más posibles inspiraciones, nombres de películas como Días del cielo, Macbeth o La delgada línea roja han estado en su discurso, observando bastante diferencias entre unas y otras. Con todo y con eso, uno de los aspectos que los aficionados ponían en duda era lo duro que sería tras haber sido adquirida la franquicia de Predator por Disney, algo que el director ha dicho que se mantendrá, tal y como se planeó.
Una nueva apuesta para la franquicia de Predator
Ya lo hemos comentado, pero lo volvemos a repetir, Prey se tratará de una precuela de Predator en una época en la que no pensábamos que íbamos a ver a estos seres. A pesar de ello, seguramente nos garanticen un buen rato y vamos a poder disfrutarlo desde nuestras casas con Disney+ desde su estreno. Tanto si eres aficionado a la saga como si no, no es un mal momento para engancharte, ya que con las tecnologías de ahora puede ser un buen momento para entender o disfrutar del arte de Predator y su supremacía contra la humanidad.
Resulta curioso el hecho de que una película que comenzó siendo algo que tenía ciencia ficción con una raza alienígena pueda llegar a tener como referencia algo tan terrenal y humano como es el western. No obstante, si algo hacen en Hollywood es sorprendernos con este tipo de situaciones, dando lugar a momentos de lo más extraños pero que al final casan muy bien. Desde aquí estaremos atentos a Prey, ya que pinta que va a dar mucho de que hablar.