Richard Donner, director del Superman de 1978, tuvo que lidiar con un enorme guion que “no trataba con respeto a los cómics”
La Superman de 1978 de Richard Donner sigue siendo, incluso a estas alturas, una de las mejores películas de superhéroes jamás realizadas (si no la mejor). Donner, con sus brillantes efectos especiales, su cuidadoso y deliberado estilo de narración y su atención al espíritu benefactor del Hombre de Acero, captó eficazmente la importancia y la enormidad del personaje.
Incluso puede ser justo decir que Superman, aunque no sea la primera película de superhéroes, es sin duda la primera de la era moderna. Pero, como cualquier proyecto de esta envergadura (la película tuvo un presupuesto de 55 millones de dólares en su momento, que son unos 249 millones en dólares de 2022), su realización fue un poco complicada por parte del estudio. Aunque la película fue un éxito –recaudó 134 millones de dólares a nivel doméstico (unos 608 millones de dólares en 2022)-, no fue fácil ni mucho menos. Empezando por el guion, acreditado finalmente a Mario Puzo, autor de El padrino.
En una retrospectiva de Superman que The Hollywood Reporter hizo en 2016 con Richard Donner, el director reveló cómo Alexander Salkind, el productor de la película, le contrató con bastante prisa, le pagó una cantidad vergonzosa de dinero y le dio un guion lo suficientemente grueso como para anclar un barco. El trabajo de Donner sería encontrar una película en ese guion de alguna manera.
¿Cómo llegó Richard Donner a dirigir la primera película de Superman en la era moderna?
Justo antes de ser contratado para Superman, recuerda Donner, estaba en la cima de su carrera. Acababa de dirigir La profecía, un gran éxito para el estudio, y había despuntado oficialmente. Cuando Salkind le llamó, no sabía quién era el productor. Pero se sintió inmediatamente atraído por el sueldo.
“Yo estaba de moda. Era un momento álgido en mi vida, porque había hecho mucha televisión y luego La profecía. Recibía muchas llamadas y no tenía ni idea de adónde iba. Y entonces recibí una llamada de Alexander Salkind. Me dijo: “¿Sabes quién soy?” Y yo le dije: “No. ¿Por qué me llamas?” Me dijo: “Ya llegaré a eso. Soy productor. ¿Has visto alguna vez Los tres mosqueteros?” Le dije que sí la había visto, y me dijo: “Yo la produje”. Y le dije: “Según he oído, intentaron estrenar una segunda película sin pagar a los actores”. Él dijo: ‘Bueno, esa es una larga historia. Estoy haciendo Superman. No tengo director y te pagaré un millón de dólares'”.
Donner aceptó encantado. Con el conocimiento suficiente para ser consciente de los acuerdos de múltiples películas, preguntó si también estaría a cargo de una secuela. La respuesta fue afirmativa, lo cual estaba bien. Salkind también dijo que Marlon Brando participaba durante algunos días de rodaje, y que Gene Hackman también estaba en ella. Tal vez lo más alarmante para Donner fue que el rodaje iba a comenzar muy pronto después de esa llamada telefónica. Donner recuerda haber preguntado a Salkind cómo era el guion, y éste lo describió como “perfecto”. Resultó no serlo.
¿Cómo salvó Richard Donner el guion de Superman de 1978?
Poco después de que Donner hablara con Salkind, recibió un paquete con un traje de Superman y un guion, un larguísimo texto. La película estrenada en 1978 ya es notoriamente larga -dura 143 minutos-, pero parece que alguna vez se pretendió que fuera más larga aún. Además, según recuerda Donner, era bastante malo.
“El repartidor llegó a mi puerta en menos de una hora, con un manuscrito tan grueso y grande que te daba una hernia al levantarlo. Y había otras cosas con [el paquete], y una de ellas era el traje de Superman. Así que me senté a leer el guion y tardé una eternidad. Fue lo más largo que he leído nunca. Era autocomplaciente y pesado y no tenía ningún punto de vista y trataba [los cómics] con falta de respeto”.
“Llamé a Tom Mankiewicz, que era amigo desde hacía años. Me dijo: ‘No quiero involucrarme. No quiero hacer un cómic’. Le dije: ‘Tom, es más que un cómic. Por favor, ven.’ Me coloqué un poco, fumé algo de hierba y me puse el traje de Superman. Estaba en muy buena forma entonces y era como elástico. Y Tom se detuvo, y yo corrí a través del césped y Tom se volvió y me miró y corrió de vuelta a su coche. Tom dijo: “Estás loco. Aléjate de mí”.
Sin embargo, Donner logró convencer a Mankiewicz de que se llevara el texto a casa para revisarlo. Incluso colocado y vestido de Superman, Donner fue convincente. La divertida anécdota del cineasta se volvió más realista después del momento del traje de Superman, y pudo hablar con franqueza de lo que podría necesitar este guion, y de cómo el ladrillo que acababa de leer podría convertirse en algo interesante.
“Tom, escucha. Tienes que leer esto’. Le expuse todas mis sensaciones sobre lo que debíamos hacer. Le dije: ‘Lo más importante cuando lo mires es esto: Haz una historia de amor. Y demuestra que un hombre puede volar‘. Así que lo leyó y me llamó esa noche y me dijo: ‘Sabes, hay mucho que podemos hacer con esto'”.
Cabe señalar que ni Donner ni Mankiewicz aparecen acreditados como guionistas de la película, pero no deberíamos dudar de su palabra. Sea como fuere, el Superman de Richard Donner protagonizado por Christopher Reeve siempre tendrá un hueco en nuestra lista de grandes películas de superhéroes.