La ambientación ochentera es un elemento clave de Stranger Things, pero no sería igual sin los consejos de un intérprete de la serie
Cuando se hace una serie ambientada en la década de los 80 y repleta de todo lo relacionado con la cultura pop de los 80, ayuda tener un icono de los 80 en el plató. Este es el caso de Stranger Things y de Winona Ryder, que no solo protagoniza la serie como Joyce Byers, sino que también se asegura de que los creadores Matt y Ross Duffer mantengan la precisión de los años 80 en el plató. La coprotagonista de Ryder dijo a Harper’s Bazaar que los hermanos Duffer han tenido que cambiar a menudo los guiones después de que Ryder los revisara.
“Ella les decía: ‘Esta canción salió en el 85, y vosotros la tenéis en el 83′”, explica David Harbour, que interpreta al sheriff Jim Hopper en Stranger Things. “Ella se sabía todos los detalles minúsculos que ellos ni siquiera conocían, y tenían que cambiar cosas en los guiones basándose en eso… Es algo épico lo salvaje que es su mente y cómo va a todos estos rincones diferentes”.
Curiosamente, la sabiduría aplicada de Ryder en el plató de Stranger Things no se limita a discernir la diferencia entre ABC y a-ha. También ha utilizado sus experiencias como antigua celebridad adolescente en el centro de la atención para ayudar a las jóvenes estrellas de la serie a lidiar con presiones similares. “Creo que les ha ayudado mucho”, dijo Ross Duffer. “Sé que ha ayudado específicamente a Millie [Bobby Brown, que interpreta a Once] a superar eso. Y eso es algo con lo que nadie más puede ayudar, realmente, porque muy poca gente lo ha experimentado. No es algo que yo entienda. No es algo que, ya sabes, incluso un padre entendería”.
Ryder sabe lo afortunado que es cualquier actor por estar en una serie de éxito, y quiere que ellos también lo sepan. “Quiero que los niños entiendan que esto no suele ocurrir“, dijo Ryder. “Esto es realmente inusual. Y siempre les digo: ‘¡El trabajo es la recompensa! Porque cuando yo tenía esa edad, era muy difícil disfrutar de los frutos de mi trabajo”.
“Este negocio es brutal. Trabajas constantemente, pero si quieres tomarte un descanso, te dicen: ‘Si bajas el ritmo, se va a parar’. Y entonces sí que se frena. Entonces escuchas: ‘Va a ser imposible volver’. Y luego eso cambia a, ‘Ni siquiera eres parte de la conversación.’ Fue brutal”.
