El éxito de 1987 de John McTiernan Depredador -Predator-, protagonizado por Arnold Schwarzenegger, resultó más realista que lo inicialmente planeado
En un principio el éxito de taquilla de Depredador –Predator– no contaba con muchos de los elementos y escenas que, posteriormente, se vieron en la gran pantalla. Esta primera película de la saga puede ser una de las mejores, aunque la más reciente Presa –Prey-, está también en esa lista de películas destacadas.
El propio diseño del guerrero alienígena sufrió varios cambios hasta que surgió la versión definitiva que hoy todos conocemos, de hecho, la máscara que porta es un elemento muy singular de cada guerrero y los hay de varios tipos y formas, distinguiendo a unos de otros, pudiendo ser estas, sugeridas en La Casa de El, las cinco mejores existentes.
Depredador 1987
Una extraña casualidad, debido a la interferencia del estudio a la hora de realizar la película en 1987, hizo de este un largometraje mucho más realista, además de ser una de las mejores películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger. La mezcla de ciencia ficción, acción y terror hizo que fuese uno de los éxitos cinematográficos del año y un clásico instantáneo, además de establecer los cimientos de una franquicia.
No tengo tiempo para sangrar
Fuerzas Especiales en Depredador (1987)
La primera película cuenta con un elenco de protagonistas que son militares de las fuerzas especiales de los EE. UU., quienes son seleccionados en una misión de alto secreto para rescatar a los rehenes de un grupo guerrillero en las densas junglas de América Central.
Cuando el comando llega a la zona de intervención se encuentran con el Depredador, una criatura alienígena que posee una tecnología superior a los humanos, a quienes considera meras presas que ha de cazar como deporte, aunque en los cómics de Marvel cambien las tornas. A partir de ese momento los soldados empiezan a caer uno a uno.
Las tácticas militares de los soldados son inefectivas para combatir al Depredador. Los actores tuvieron que aprender tácticas de combate y entrenaron en la jungla, para mostrar más verosimilitud en su actuación. Hay que decir que varios de ellos tenían experiencia militar real, pero el director quiso que la tuviesen también como experiencia grupal.
¿Cómo se volvió la primer película de Predator más violenta?
En ese momento el estudio demandó a John McTiernan que debía haber más escenas de fuego en la película, por lo que el director incluyó más tiroteos, incluyendo la escena en que los soldados disparan a ciegas contra la jungla sin efectos obvios… haciendo más realista la película, puesto que se trata de una táctica militar real, aunque no lo parezca.
Si sangra, podemos matarlo
Fuerzas Especiales en Depredador (1987)
Después de descubrir los cadáveres despellejados de varios Boinas Verdes del Ejército de los EE. UU. y que Blain muriese por un enemigo desconocido, Mac se enrabieta y comienza a disparar, incitando al resto del comando a disparar a ciegas contra los árboles y la maleza. Esta escena no estaba prevista en el guion original y parece algo efectista y sin razón de ser… ¿Cierto?
Precisamente, esta escena representa una táctica similar a la empleada en operaciones militares reales, puesto que se trata de una de las ideas de reconocimiento por fuego y supresión de fuego establecida en los manuales de combate. Mediante esta táctica se busca obtener respuesta del enemigo oculto y encontrar sus puestos de tiro.
La escena de fuego sin apuntar hizo a la película más acorde con la realidad y, también, añadió uno de los temas de la película. El exceso de testosterona de los soldados muestra una de las verdades incómodas que debían de afrontar: temían al Depredador y sus armas, tácticas y entrenamiento resultaba fútil.
La guerra contra las drogas de Reagan
Además, la película, hay que recordar que se rodó en los años ochenta –Prey se ambienta en el s. XVIII-, escondía varias críticas al gobierno norteamericano, que, en esa época del final de la guerra fría, también llevaba a cabo la “guerra contra las drogas” bajo la Administración de Ronald Reagan. Este combate transfretanos se libraba en las selvas de los países allende del río Grande.
Según la CIA los insurgentes, nunca se aclara en la película quiénes son, son los responsables de la captura de rehenes, por ello el equipo de Dutch (Schwarzenegger) es enviado al rescate. Sin el beneplácito de Dutch, un agente de la CIA, Dillion (Carl Weathers) se unió al equipo, con oscuras intenciones. Una crítica en toda regla al escándalo de la financiación de la Contra y el día a día de la sociedad americana de la época.
Depredador 2
Esta crítica se continuó en Depredador 2, cuando la guerra contra las drogas no se combatía en el frente exterior, sino también en el frente interior, con bandas callejeras haciéndose con el poder, gracias al tráfico de drogas, en los barrios de Los Ángeles. La escena inicial ya aporta la pista desde el comienzo con la jungla dando paso al skyline de la ciudad californiana.
En esa representación de Los Ángeles, la violencia y los estupefacientes de la jungla, así como la zona de guerra, se trasladan a la urbe, donde la corrupción está extendida en todos sus ámbitos, los políticos no llevan a cabo sus labores cívicas y los policías están sobrepasados en material y recursos por los cárteles de la droga.
Los traficantes y delincuentes son las grandes presas, por eso el Depredador no ataca a los agentes de policía, presas menores e insignificantes, que carecen de todo interés de ser abatidos por el cazador.
En definitiva, el cine de acción es en muchas ocasiones algo más que mero entretenimiento, como dirían los Transformes: más de lo que los ojos ven.