El quinto elemento, dirigida por Luc Besson, se convirtió en un clásico de las películas de ciencia ficción pero no ha tenido continuación
Han pasado 25 años desde que El quinto elemento llegó a los cines. La película de ciencia ficción de Luc Besson se considera ahora un clásico de culto, pero en su momento se estrenó con cifras muy bajas en Estados Unidos, a pesar de contar con Bruce Willis, Milla Jovovich, Chris Tucker y Gary Oldman en los papeles principales. Sin embargo, su taquilla internacional estuvo muy por encima de la media para una película europea, y se planeó una secuela, que nunca llegó a producirse.
El quinto elemento fue el proyecto visionario del director francés. Lo había imaginado desde que era un adolescente y había escrito un guion que, de alguna manera, llegó a Hollywood. Aclamado por un alto ejecutivo al respecto, el guionista Robert Kamen se puso en contacto con Besson y destacó los principales fallos del guion, por lo que el cineasta le invitó a París y trabajaron en la creación de una historia coherente durante unas tres semanas.
Realización de la película El quinto elemento
En una entrevista concedida a Uproxx en 2021, Kamen recuerda estas primeras reuniones y cómo la parte trasera del estudio de Besson ya estaba llena de atrezzo y vestuario para la película. Aun así, Besson tardó otros cuatro años en hacer la película, ya que necesitaba unos 90 millones de dólares.
La preproducción tuvo algunos baches, pero otra película de Besson, León, el profesional, realizada en colaboración con Columbia Pictures, ayudó al estudio a respaldar el presupuesto de El quinto elemento. Eso sí, seguía siendo una producción francesa, la película europea más cara que se había hecho en ese momento. Besson trajo a Gary Oldman de León, contrató a Milla Jovovich como protagonista y se fijó en Bruce Willis o Mel Gibson también. Debido a su limitado presupuesto, Besson consideró un actor menos caro, sin embargo, Willis aceptó un acuerdo en ese sentido, después de leer el guion.
La película fue alabada como visionaria y entretenida, pero no logró encantar del todo al público estadounidense. La historia está ambientada en el futuro, donde Willis interpreta a Korben Dallas, un taxista volador que se encarga de proteger a Leeloo, una criatura humanoide interpretada por Milla Jovovich, para luego descubrir que su esencia está directamente relacionada con la supervivencia de la raza humana contra un enemigo cósmico. La estética de la película dista mucho de ser la de un blockbuster americano, y mezcla el Hollywood comercial con los elementos artísticos del cine independiente de Besson.
Sin embargo, la producción fue compleja. Kamen dijo a Uproxx que Willis era muy difícil en el plató, aunque Besson trabajara en ello, y que la vida personal del director también cambió cuando se divorció de Maïwenn Le Besco, que interpreta el papel de Diva Plavalaguna en la película, porque empezó una relación con Jovovich. “Se inventó todo un lenguaje“, se refiere Kamen al idioma ficticio de 400 palabras, inventado por Besson para Leeloo, “¡y él y Milla solían hablar el idioma entre ellos! Era extraño. Y luego se casó con ella”.
¿Por qué El quinto elemento no tiene secuela?
A pesar de todo, la película fue un gran éxito en los mercados internacionales. Mantuvo el título de película francesa más taquillera en el extranjero durante 16 años, y recaudó un total de 263 millones de dólares, casi tres veces su presupuesto.
Sin embargo, en el mercado estadounidense apenas recaudó 63 millones de dólares, lo que no se consideró un éxito dado su presupuesto de 90 millones. Tanto el director como el guionista habían trabajado en una posible secuela desde el principio, dijo Kamen a Uproxx. El guion inicial de Besson tenía unas 180 páginas, a las que añadió aún más historia. Como tenían demasiadas ideas con las que trabajar, Kamen redujo la historia para crear El quinto elemento y luego una eventual secuela.
La mala acogida en EE.UU. probablemente mató parte de ese deseo, pero también, quizás, la experiencia final de Besson con la producción y la gente no fue tan satisfactoria. Kamen termina la entrevista con un recuerdo del director diciendo: “Tenemos que crear nuestras propias estrellas de cine”. Cosa que hicieron, con Jason Statham protagonizando las películas de The Transporter, y más tarde con Liam Neeson en Taken, ambas con muchas secuelas propias.
El divorcio de Besson con Jovovich también pudo haber acabado con la secuela, ya que ella era la estrella principal de la película. Al final, puede que nunca sepamos qué iba a pasar en una continuación, pero El quinto elemento sigue siendo una de las mejores películas de ciencia ficción clásicas de la década de 1990.
